BARCELONA.- Los independentistas revisten de lazos amarillos las calles, los monumentos o las playas. Los opositores los retiran para "limpiar" o los tiñen de rojo para simular una bandera de España. Así se vive el conflicto secesionista en Cataluña, que plasma su polarización en la disputa por el símbolo que reclama la liberación de los denominados "presos políticos" catalanes.
La región se encuentra fuertemente dividida, especialmente tras la fallida declaración de independencia de octubre pasado. Desde el envío a prisión o la huida al extranjero de varios líderes implicados en el intento de secesión, los independentistas llenaron de lazos de plástico amarillos calles enteras, puentes, fachadas de edificios o incluso monumentos, como la muralla romana de la ciudad de Tarragona.
También los pintaron en paredes, carreteras o convirtieron algunas playas de la región en cementerios de cruces amarillas que querían simbolizar la muerte de la democracia en España.
De la misma forma, se lucen en algunos municipios, en las solapas de sus militantes o incluso en los asientos vacíos del Parlamento catalán de los diputados encarcelados o exiliados. Incluso, los miembros del gobierno regional liderado por Quim Torra posaron junto a una cinta amarilla gigante durante una de las conmemoraciones del aniversario de los atentados terroristas que afectaron a Barcelona y Cambrils en 2017.
Sin embargo, también surgieron grupos que intentan contrarrestar desde hace algunos meses las campañas separatistas. Cerca de Girona, la ciudad del ex presidente regional y líder separatista catalán, Carles Puigdemont, un grupo de 80 personas vestidas con overoles blancos y mascarillas se pasó una noche completa retirando el símbolo que teñía de amarillo diversas ciudades.
"Fuimos a tres pueblos y en total llenamos entre 18 y 20 bolsas de basura de plástico amarillo. En total serían entre 100 y 120 kilos", explicó José Casado, vocero de los autodenominados Cuerpos de Brigada de Limpieza.
Otros, en tanto, han optado por teñir de rojo algunos de los lazos, haciendo referencia a la bandera española, o han realizado intervenciones como la instalación de diversos quitasoles de color amarillo y rojo.
Disputa por la libertad de expresión"
"Cada uno en su casa puede poner lo que le dé la gana, pero los espacios públicos son de todos", protestó Casado."Ellos ocupan los espacios a modo de imposición", añadió, rechazando por completo la instalación del símbolo independentista en las calles.
Partidos de derecha españoles celebraron estas iniciativas, especialmente Ciudadanos (centroderecha), el más votado en Cataluña, que había lanzado la campaña "¡Quitemos los lazos amarillos!". Su líder nacional, Albert Rivera, y regional, Inés Arrimadas, pasearon este miércoles por un pueblo de mayoría separatista sacando estos símbolos y lanzándolos en bolsas de basura, poco antes de que en Barcelona se llevara a cabo una manifestación en contra de los lazos.
"Cada uno en su casa puede poner lo que le dé la gana, pero los espacios públicos son de todos"
José Casado, vocero Cuerpos de Brigada de Limpieza
Los independentistas aseguran que utilizar el espacio público para sus consignas forma parte del "debate de ideas" de una democracia y arremeten contra sus detractores.
"Poner lazos o cualquier cosa es un acto de democracia. Sacarlos es limitar la libertad de expresión", aseguró Pep Cruanyes, vicepresidente de la influyente asociación secesionista, Asamblea Nacional Catalana (ANC).
Puigdemont, que se encuentra en Bélgica desde el intento separatista, pidió calma y llamó a respetar la libertad de las personas a expresarse. "Hago un llamamiento a no escalar un conflicto sobre la iniciativa de los lazos amarillos, porque todas las expresiones tienen cabida en las calles de Cataluña", dijo Puigdemont, apelando a no hacer "ninguna concesión ni a la violencia ni a la censura".
En un polémico artículo titulado "Como un solo pueblo contra el fascismo", Quim Torra pidió a la policía actuar en contra de "los grupos agresivos que quieren asustar a los activistas por la libertad de los presos".
La policía y los lazos
La discordia ha generado diversos incidentes violentos en los últimos meses, en los que incluso intervino la policía. Sin embargo, hasta los agentes de seguridad se han visto divididos en su actuar debido a esta polémica.
"Poner lazos o cualquier cosa es un acto de democracia. Sacarlos es limitar la libertad de expresión"
Pep Cruanyes, vicepresidente ANC
La
Policía Nacional - dependiente de Madrid - arrestó este miércoles a un hombre que fue acusado de agredir a una mujer que se encontraba retirando los lazos instalados en la vía pública.
No obstante, agentes de los Mossos d'Esquadra - policía dependiente del gobierno catalán - detuvo a un "unionista" que estaba sacando estos símbolos, tras ser acusado de amenazar a dos personas con un cuchillo. Además, identificaron a un grupo que también se encontraba cortando los lazos, por ser una "concentración no comunicada de más de 20 personas".
Atendiendo la denuncia de una plataforma unionista que acusaba esta actuación de "arbitraria" y "discriminatoria" de los policías regionales, la fiscalía superior de Cataluña abrió una investigación. Una decisión rechazada por los líderes del Ejecutivo catalán.
Ante los intentos de uno y otro bando de criminalizar al contrario, la fiscal general del Estado, María José Segarra, aseguró recientemente que "no hay delito alguno ni en quitar ni en poner" lazos.