SANTIAGO.- El Presidente surcoreano, Moon Jae-in, y el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, ascendieron hoy y se fotografiaron en el monte Paektu, la cumbre más alta de la península coreana situada en la frontera con China y considerada símbolo nacional a un lado y otro del paralelo 38.
La instantánea en este volcán inactivo, que según el folclore es el lugar donde nació el pueblo coreano, fue el último de sus encuentros y sirve como perfecto resumen para lo que ha sido la cumbre de tres días entre ambos mandatarios en Pyongyang.
Una cita que se ha saldado con una declaración conjunta que da cuenta una serie de acuerdos y declaraciones de buenas intenciones. Revisa a continuación cuáles son los principales puntos del documento.
Desnuclearización de la península
Uno de los puntos más importantes tratados en el encuentro entre los jefes de Estado fue la desnuclearización de la península coreana, eje también de las relaciones entre Corea del Norte y Estados Unidos.
En el texto publicado por el portal The Korea Times, ambos países se comprometen a reforzar la cooperación para fomentar el proceso de desnuclearización completa y por lo pronto, Norcorea afirma que continuará con el desmantelamiento permanente de su centro de pruebas de misiles Dongchang-ri. Para verificarlo, Pyongyang permitirá el ingreso de inspectores internacionales.
Pero además, en la declaración Kim Jong-un expresó su
"voluntad" de ceder ante Estados Unidos y
desmantelar el complejo de Yongbyon, su principal instalación nuclear. Sin embargo, el documento deja en claro que para que ello ocurra,
Washington debe responder con "medidas correspondientes" según lo acordado en la histórica cumbre celebrada en junio en Singapur.
Aunque el texto no especifica cuáles serían estas medidas, se estima que el nuevo gesto de Kim en favor del desarme busca a cambio avances en su solicitud de un tratado de paz que ponga fin al estado de guerra que aún pesa sobre la península coreana desde 1953 y que le sirva como garantía de supervivencia a Pyongyang.
Distensión política y militar
En el acuerdo firmado durante la cumbre, que se extendió entre el 18 y el 20 de septiembre, las dos partes acordaron también ampliar el cese de las hostilidades militares en regiones de enfrentamiento, como la zona desmilitarizada (DMZ), con "la eliminación sustancial del peligro de guerra en toda la península de Corea y una resolución fundamental de las relaciones hostiles".
El ministro de Defensa de Corea del Sur, Song Young-moo, y su homólogo norcoreano, No Kwang-chol, firmaron un acuerdo paralelo de 17 páginas -que fue anexado a la declaración principal- en el que los dos países prometieron "cesar todos los actos hostiles entre sí".
Así, las Fuerzas Armadas de ambas naciones establecen una zona de prohibición de vuelo cerca de la frontera y en el mar Amarillo para evitar incidentes militares; se comprometieron a retirar 11 puestos de guardia en la zona desmilitarizada antes de fin de año, y a suspender las prácticas de tiro y las maniobras que apuntan a la nación vecina cerca de la línea de demarcación, que siempre está estrechamente vigilada.
Pero además del ámbito militar, en el texto firmado por Kim y Moon se establece la intención de celebrar "en una fecha temprana" una nueva cumbre entre ambos mandatarios, pero esta vez en Seúl. De concretarse, aquella sería la primera visita de un líder norcoreano a la capital surcoreana, pues aunque el padre del actual gobernante, Kim Jong-il, aceptó visitar Seúl durante su gestión, nunca lo hizo.
Juegos Olímpicos y cooperación
El documento también trata otros temas relativos al intercambio cultural, la cooperación turística, deportiva y el tratamiento de epidemias.
De este modo, los mandatarios dejaron escrita su
voluntad de presentar una candidatura conjunta para organizar los Juegos Olímpicos de 2032. En los últimos Juegos Olímpicos de Invierno celebrados en Corea del Sur ya hubo equipos conjuntos, lo que replicaría también en los JJ.OO. de verano de 2020 y otros certámenes internacionales.
Pero además, se hizo hincapié en el reforzamiento de los encuentros entre aquellas familias que fueron separadas por la guerra. Los jefes de Estado se comprometieron a "resolver fundamentalmente" este problema y a abrir "pronto" una instalación permanente que sirva de sede para las reuniones entre familiares en el monte Geumgang.
Por último, las dos partes acordaron promover la cooperación ambiental y forestal, así como también impulsar, "a medida que las condiciones maduran", la normalización de proyectos suspendidos. Antes de un año, esperan construir o reparar una carretera y una línea de ferrocarril junto a la zona limítrofe, apuntando hacia el desarrollo de un posible tráfico fronterizo en el futuro.
Así, todos estos acuerdos tendrían un objetivo en específico: "mejorar la atmósfera de reconciliación y unidad y demostrar el espíritu de la nación coreana tanto interna como externamente".