Mauricio Macri y Elisa Carrió. Ambos son considerados las figuras centrales de la coalición oficialista Cambiemos.
La Nación, GDA
SANTIAGO.- Argentina dejó atrás los convulsionados días del G20 para enfocarse en los debates internos, y es ahí donde la polémica normativa del Gobierno de
Mauricio Macri que otorga más libertades a las fuerzas de seguridad federales para usar armas de fuego, conocida por sus detractores como
"gatillo fácil", se ha tomado la discusión e incluso ha generado quiebres en el propio oficialismo.
La medida, firmada el pasado 27 de noviembre por la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, establece que las policías federales podrán utilizar armas letales, sin la obligatoriedad de primero advertir al sospechoso y aunque no haya existido una agresión directa previa. Los cuestionamientos no se hicieron esperar y afirman que vulnera los derechos humanos.
Entre los críticos está la diputada
Elisa Carrió, quien obtuvo la mayor votación en las últimas elecciones y que es una de las figuras principales del oficialista frente
Cambiemos, coalición a la que pertenece el Presidente Macri. Su opinión sobre esta normativa es lapidaria:
"La reglamentación (...) viola los derechos humanos fundamentales. Nosotros no vamos a ir al fascismo", sostuvo, asegurando que a la ministra Bullrich "se le va la mano".
Los dichos encendieron las alarmas en la Casa Rosada, sobre todo si vienen de una de las líderes centrales del oficialismo. "Las objeciones que pone Carrió son legítimas. Tal vez para cualquier analista político la duda es por qué una aliada fundamental del Gobierno no lo dijo primero en el ámbito del Gobierno antes de hacerlo público, porque Cambiemos no se puede entender sin dos personas: Mauricio Macri y Elisa Carrió. Si falta uno de los dos se desarma", enfatiza el analista Joaquín Morales Solá en una columna en el diario La Nación.
El columnista agrega, de todas formas, que no cree que haya muchas diferencias entre Carrió y Patricia Bullrich, recalcando que ambas han sido aliadas desde hace mucho tiempo, incluso antes de la irrupción de Macri en la política. No obstante, afirma que "esto merece una reflexión dentro de la coalición de cómo se deben tomar las decisiones, cuál es el grado de consulta de los aliados. Sobre todo en temas que todos sabemos que cuando se conozcan van a ser polémicos como es este caso, ya que todo lo que tiene que ver con la policía es polémico".
En ese sentido, Morales Solá sostiene que "yo creo que acá faltó la mirada de parte del Gobierno, la mirada de un jurista notable que pudiera explicar cuáles son los alcances de esto y también aplicarle los límites a este protocolo y exponerlos públicamente para que la policía sepa qué es lo que puede y no puede hacer a partir de este protocolo".
"La duda es por qué una aliada fundamental del Gobierno no lo dijo primero en el ámbito del Gobierno antes de hacerlo público, porque Cambiemos no se puede entender sin dos personas; Mauricio Macri y Elisa Carrió. Si falta uno de los dos se desarma"
Joaquín Morales Solá
Y respecto al caso de la diputada Carrió, el columnista dice que "a pesar de que Elisa siempre amenaza de que se va de Cambiemos , no creo que Cambiemos se canse de Carrió. Yo tengo la información directa de ella de que no está dispuesta a romper Cambiemos".
"Lo que va a hacer es mantener sus posiciones que son dos: una es aclarar que la policía sí necesita nuevas herramientas, pero aclarar cómo las va a usar, no las puede usar matando a cualquiera. La otra es que el financiamiento privado de las campañas electorales tiene que ser muy reducido. Carrió tiene una historia personal en este tema del financiamiento privado electoral porque nunca lo usó para sus campañas. Estos dos elementos son conflictivos en la relación con Carrió", asegura.
