TÚNEZ.- Cerca de una veintena de personas fueron arrestadas en Túnez en la segunda jornada de enfrentamientos contra las fuerzas de seguridad, luego de que este lunes, un periodista se inmolara en protesta por la precariedad social y económica.
Según informó el portavoz del Ministerio del Interior, Sofiene Zaag, trece personas fueron detenidas en la ciudad de Kasserine, próxima a la frontera con Argelia, y otras cinco en la región de Tebourba, a 30 kilómetros del norte de la capital, durante las manifestaciones nocturnas del martes.
Abderrazak Rezgui, un camarógrafo de 32 años que trabajaba en una cadena privada de televisión, murió a causa de las heridas sufridas al prenderse fuego en la plaza pública de la ciudad de Kasserine, para denunciar la degradación de las condiciones de vida en el país.
18personas fueron detenidas tras los enfrentamientos del martes
La policía judicial abrió una investigación para aclarar las causas de su muerte, en la que
varias personas han sido interrogadas y
podrían enfrentarse a cargos de asesinato y por no asistir a una persona en peligro.
Antes de pasar al acto, Rezgui compartió un video en directo en las redes sociales en el que explicó que con su acción pretendía iniciar una revolución como la que se desató hace ocho años, tras el suicidio del vendedor, Mohamad Bouazizi, en la localidad vecina de Sidi bou Sid. Aquella acción desencadenó una marea de protestas sociales en las zonas rurales de Túnez, que pronto se propagó y obligó al dictador Zinedin el Abidin Ben Ali a abandonar el país. Este es considerado el estallido de la denominada "Primavera árabe".
Por su parte, el Sindicato Nacional de Periodistas Tunecinos (SNJT) amenazó este martes con una huelga general y acusó al Estado de "contribuir a transformar el sector mediático en un foco de dinero sucio que sirve a intereses particulares, sin control y sin respeto por las leyes y la normativa laboral".
Pese a que su transición política es aún el único éxito que queda de la "Primaveras árabe", Túnez sigue sumido en una grave crisis económica y social sostenida en los mismos problemas que llevaron a la revolución: el desempleo, que asciende al 35% entre los jóvenes, y la corrupción, endémica en el país.