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Comienza en España juicio contra una pareja de policías acusada de matar a otro agente por un conflicto amoroso

Este lunes se comenzará a desentrañar una serie de hechos que buscan descubrir la razón del macabro asesinato de un oficial de la Guardia Urbana a manos, supuestamente, de su pareja y el amante de ella.

03 de Febrero de 2020 | 13:06 | Redactado por Pía Larrondo, Emol
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Rosa Peral, detenida por agentes de los Mossos d'Esquadra.

EFE / ABC Cataluña
Hace poco más de dos años y medio, el 1 de mayo de 2017, Pedro Rodríguez (38), policía de la Guardia Urbana de Barcelona, fue asesinado en extrañas circunstancias, que apuntan a que fue debido a un crimen que involucraría a su entonces pareja.

Este lunes empieza el juicio por asesinato, en un caso que fue bautizado como el "crimen de la Guardia Urbana".

En la audiencia estarán presentes los dos únicos sospechosos del asesinato: Rosa Peral (36), una agente de la Guardia Urbana y novia del fallecido Rodríguez y Albert López (39), también policía de la Guardia Urbana y amante de Peral. Ambos están acusados de terminar con la vida de Rodríguez y, al día siguiente, manejar su auto con su cuerpo en el maletero hasta un pantano en Foix, donde incendiaron su cadáver.

Según reportó el diario español La Vanguardia, al momento de descubrirse el crimen, el caso pudo ser resuelto en una semana por los Mossos d’Esquadra, debido a que los sospechosos pudieron ser situados a la hora y en el lugar del asesinato, pero las indagatorias posteriores han sacado a la luz la relación tóxica entre los acusados y la víctima, situaciones que intentan explicar el origen del crimen.

Una relación tóxica: el origen del crimen

Se cree, por las acusaciones, que Peral y López, que eran una ex pareja y luego amantes, se deshicieron de Rodríguez para volver a estar juntos. A pesar de que la situación pudiera parecer irracional para terminar matando a alguien, la toxicidad del triángulo amoroso se volvió insostenible.

Peral y López se han acusado mutuamente de ser los autores del crimen en los dos últimos años. Ella dice que López mató a su novio porque estaba celoso, mientras que él acusa a la policía de matar al también funcionario porque este la agredía, y sostiene que él la ayudo solo a deshacerse del cuerpo.

Pero la fiscalía cree que ambos terminaron con la vida de Rodríguez en un plan premeditado, y piden 24 años de cárcel para López y 25 para Peral, por tratarse de un asesinato con agravante de parentesco.

Comienza el juicio

Este lunes es la primera vez en los últimos dos años que ambos acusados se ven las caras. Los dos serán defendidos por abogados experimentados y el jurado está formado por cinco mujeres y cuatro hombres que deberán decidir sin ambos son culpables, solo uno o ninguno, hasta el 17 marzo. Los acusados declararán en la última sesión, cosa que no es habitual.

Además de los hechos ya expuestos, la tesis de la acusación dice que mientras los sospechosos iban camino a deshacerse del cuerpo de Rodríguez en su propio auto, intentaron engañar a los investigadores poniendo el celular de éste –sabiendo que su señal sería rastreada- cerca de la casa del ex marido de Peral, llamado Rubén, para incriminarlo.

Rodríguez tenía una mala relación con el ex cónyugue de Peral y en ese momento, ella se encontraba haciendo los trámites de divorcio y disputaba la custodia de sus dos hijas con Rubén.

La tesis sostiene que Peral intentó incriminar a su ex marido para poder conseguir la custodia de sus hijas. Su ex esposo, Rubén – que forma parte de los Mossos d'Esquadra, la policía regional catalana- estuvo siendo investigado hasta que se llegó a la conclusión de que no tenía nada que ver.

En el juicio, el ex marido será uno de los primeros en declarar, y lo hará el martes antes de que lo haga también su pareja actual, Antonia. Las hijas de Peral le dijeron a Antonia que vieron a su madre manchada de sangre y la mujer le contó eso a la policía.

Las dificultades: la falta de pruebas

Lo que podría complicar el juicio es la falta de pruebas directas que incriminan a los acusados, debido a que la carbonización del cadáver impidió que se lograra llegar a una conclusión sobre su causa de muerte. Los forenses determinaron en la autopsia del cadáver que fue estrangulado con las manos, pero en la habitación donde ocurrió el crimen se encontró una gota de la sangre de la víctima, lo que podría señalar que Rodríguez pudo ser estrangulado y luego golpeado con un objeto contundente.

El remate con un arma de fuego tampoco se podría descartar, debido a que se descubrió que al arma de Peral le faltaba una bala. Pero, de forma paralela, la mujer sostuvo que se usó un hacha, y López reconoció haber llevado una herramienta a la casa. Otra de las posibilidades es que Rodríguez haya sido sedado con unos calmantes para la espalda y luego rematado.

En la casa donde ocurrió el crimen había una pared de color naranjo con un sillón y, luego del macabro hecho, la pared estaba blanca y el sillón ya no existía. Entre la situación y la detención de ambos pasaron 16 días, situación en la que se revelan dos momentos. Los primeros días aparecieron López junto a Peral en la policía señalando que el ex marido de Rosa, Rubén, podría estar involucrado en el crimen y, en esos momentos, ellos reanudaron su relación sentimental.

Pero luego, Peral cambió de estrategia e inculpó a López cuando los Mossos estaban a punto de detenerlos. De hecho, en el momento en que los Mossos detuvieron a López, él no podía creerlo, acusándolos de "mentirosos" y cuando se dio cuenta de que fue traicionado, él la acusó a ella.

Probablemente la protagonista del juicio sea Peral, debido a que tiene conexiones con todos los implicados, era novia del asesinado, era la amante del acusado y la ex mujer del hombre incriminado. Además, su paso por la cárcel ha sido muy conflictivo, ya que sus comportamientos son contrastantes: no acusó a López hasta que la fueron a detener, se mandaba fotos eróticas con su vecino, dice que López le vigilaba su celular y su entorno la define como seductora y manipuladora.

En el juicio presentarán su testimonio unos 40 policías -entre agentes de la Guardia Urbana y Mossos d'Esquadra- que explicarán la relación tóxica que mantenía Peral con López y el asesinado Rodríguez.

Y Albert, que comenzaba con ventaja en la audiencia, ha perdido credibilidad, ya que admitió haber comprado el combustible con el que incendiaron el cuerpo, días antes del asesinato le preguntó a un amigo cómo se desharía de un cadáver y llamó a Peral el día del crimen desde un celular de prepago.
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