El miércoles, mientras el Rey Felipe VI de España enviaba un mensaje de esperanza al país en medio del brote de coronavirus, miles de personas realizaron cacerolazos en protesta para que el Rey Juan Carlos I entregue al sistema de Salud Público los 100 millones de euros que habría recibido de Arabia Saudita en concepto de coimas.
Según reportó El Confidencial, la iniciativa fue convocada por redes sociales y a través de cadenas de mensajes en WhatsApp que invitaban a la ciudadanía a salir a los balcones para realizar una "cacerolada por la República" mientras se realizaba el discurso televisado del monarca español a las 21:00 horas del miércoles.
La idea detrás de la protesta es hacer que el emérito Rey Juan Carlos done a la salud pública los 100 millones de euros que recibió de Arabia Saudita, supuestamente en concepto de coimas, para enfrentar la epidemia del Covid-19, que ya ha dejado más 13.716 contagiados en toda España y 598 fallecidos.
Adicionalmente, se abrió el sitio web "change.org" una campaña que está recogiendo firmas en las que se le pide a Felipe VI que ponga toda su herencia y la asignación del Rey emérito en la salud pública. Asimismo, la protesta en Twitter se ha hecho sentir con la etiqueta #CoronaCiao, en la que múltiples usuarios han manifestado su rechazo a la monarquía española.
El discurso del Rey
Luego de que el Rey se reuniera en el Palacio de Zarzuela con el Presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el comité de gestión técnica de la epidemia, se dirigió a la nación en cadena nacional: "Esta es una crisis que estamos combatiendo, que vamos a vencer y superar".
"Todos debemos contribuir a ese esfuerzo colectivo con nuestras actitudes y nuestras acciones, por pequeñas que sean", añadió el monarca, que le pidió a los españoles "dejar a un lado" las diferencias políticas para vencer el virus.
De pie y delante de las banderas de España y de la Unión Europea, Felipe VI agradeció a los profesionales de la salud por ser la "primera línea de defensa", de la sociedad contra el virus.
Tras realizar su discurso, en el que habló sobre la gravedad de la situación por la que están atravesando como país, aseguró que "este virus no nos vencerá" sino que "nos va a hacer más fuerte como sociedad".
Los cuestionamientos a los dineros
Mientras el Rey llevaba a cabo su alocución, en regiones como Cataluña las protestas se sintieron con gran intensidad. "Ahora mismo atronadora #Cacerolada contra la corrupción y la Monarquía", expresó por Twitter el argentino Gerardo Pisarello, diputado de Unidas Podemos (UP), uno de los partidos que integra el Gobierno de coalición español.
"La Casa Real intentó ocultar su connivencia con los negocios de Juan Carlos I bajo la crisis del coronavirus, pero la ciudadanía reclama que los millones defraudados regresen a las arcas públicas", agregó el legislador.
Por su parte, El Universal publicó un comentario realizado por la diputada andaluza Isabel Franco donde critica las palabras usadas por el monarca: "Discurso a destiempo, vacío e inseguro. No puedes dirigirte a la población que está sufriendo el Estado de Alerta, ERTES, despidos, cierres de autónomos y miedo, mientras nos enteramos de las presuntas constantes corruptelas de la Casa Real. Es inmoral".
Asimismo, fueron numerosas las imágenes y videos difundidos a través de las redes sociales del cacerolazo contra la corona en los que se pueden ver manifestaciones en el barrio de Lavapies o Vallecas en Madrid, Islas Canarias, el País Vasco y Barcelona.
Por su parte, el partido Izquierda Unida también lamentó que el "ciudadano Felipe" no haya hecho "ni una sola mención al nuevo escándalo sobre la fortuna ilícita en Suiza de su padre". "La Casa Real no puede seguir siendo impune de toda investigación judicial #NiVirusNiCorona", denunciaron.
El domingo pasado, a través de un comunicado el Palacio de Zarzuela anunció que Felipe VI decidió renunciar a la herencia de su padre Juan Carlos I e informó que el Rey emérito dejaría de "percibir la asignación que tiene fijada en los Presupuestos de la Casa de S.M. (su majestad) el Rey".
Además, Felipe también renunció a "cualquier activo, inversión o estructura financiera cuyo origen, características o finalidad puedan no estar en consonancia con la legalidad o con los criterios de rectitud e integridad que rigen su actividad institucional y privada y que deben informar la actividad de la Corona", añade.
Esto, a raíz de la información publicada por varios medios de comunicación en que se señalaba que Felipe VI iba a ser beneficiario de una sociedad "offshore" llamada "Lucum", creada por su padre y vinculada a la donación de 100 millones de euros de Arabia Saudita -por la supuesta licitación del AVE a La Meca- y que se unía con los rumores de los últimos meses que hablaban de una fortuna del monarca en Suiza, reportó Europa Press.
Hasta ese momento del anuncio real, el Presupuesto de la Casa del Rey, procedentes del Presupuestos General del Estado, representaban una asignación de 194.232 euros para Juan Carlos.