Croacia ha registrado hasta ahora menos de 3.000 casos confirmados del virus que causa la covid-19. El número de muertos supera apenas el centenar. Entre el 15 de mayo y 15 de junio pasado, el número de nuevas infecciones diarias era prácticamente cero. Sin embargo, en la segunda quincena de junio los contagios volvieron a crecer, hasta un máximo de 95 casos registrados el 25 de junio. El 2 de julio se confirmaron 81 nuevas infecciones. Este notable repunte de los contagios coincide con una relajación de las medidas de precaución y la campaña electoral. Al mismo tiempo se ha producido una reapertura del país al turismo extranjero. Durante semanas Croacia se había presentado como "destino libre de coronavirus".
El gobernante partido Unión Democrática (HDZ), liderado por el primer ministro, Andrej Plenkovic, decidió a mediados de mayo, cuando las infecciones con coronavirus estaban casi en cero tras dos meses de restricciones y confinamiento, adelantar las elecciones parlamentarias. Intentó aprovechar la entonces buena imagen de su gestión de la pandemia. Además, la HDZ quería evitar tener que acudir a las urnas en otoño, para cuando los economistas anticipan que la crisis económica del coronavirus se note con más fuerza. La economía croata se contraerá un estimado del 10 % por la actual crisis.
Según los últimos sondeos, dos grandes bloques políticos se juegan el poder en estas elecciones. Por un lado está el centro-derecha liderado por la gobernante HDZ, por el otro la coalición opositora de centro-izquierda Restart (Reinicio), encabezada por el partido socialdemócrata SDP. Ambos bloques cuentan con una intención de voto del 30 %, con una leve ventaja para los opositores, aunque siempre insuficiente para gobernar en solitario. Detrás de los dos grandes bloques se encuentra el nuevo "Movimiento Patriótico" (DP), una formación ultranacionalista liderada por el cantante de música popular balcánica Miroslav Skoro, con un estimado del 10 %. Además, entrará en el Sabor, el Parlamento croata de 151 escaños, el partido derechista Most (Puente), y probablemente la plataforma izquierdista-ecológica, Mozemo (Podemos).
El coronavirus. Si bien Plenkovic parecía disfrutar de amplio respaldo por su gestión de la epidemia, en las últimas semanas crecieron las críticas. Concretamente, le atacaron por acudir hace dos semanas a un torneo de tenis en la ciudad croata de Zadar, donde no se respetaron las medidas de precaución sanitaria y donde aparecieron algunas infecciones, incluyendo a Novak Djokovic, número uno del tenis mundial. Los medios de comunicación se llenaron de imágenes de Plenkovic apretando manos y posando ante las cámaras junto a Djokovic. Pese a ello, el primer ministro rechazó someterse al aislamiento al que fueron obligados otras personas que estuvieron en contacto con los contagiados. Por otra parte, la campaña vivió un auge del ultranacionalismo y sus mensajes xenófobos y antiserbios. Una posible entrada de los ultranacionalistas del DP en el próximo gobierno augura aumentar las tensiones con la minoría serbia.
Según los analistas locales, la HDZ tiene más posibilidades para lograr una mayoría parlamentaria, ya que podría formar una coalición con las otras dos agrupaciones derechistas que presumiblemente estarán en el Parlamento. Sin embargo, el líder de DP, Miroslav Skoro, ha puesto como condición la retirada de Plenkovic por considerarlo demasiado moderado. De parte del centro-izquierda las esperanzas están puestas en una victoria del joven líder socialdemócrata Davor Bernardic, un físico y economista de 40 años, y una entrada en el Parlamento de Mozemo. Pero también en ese caso todo indica que el centro-izquierda no llegará a tener una mayoría parlamentaria. Por otra parte, los dos grandes bloques rechazan formar una "gran coalición".