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La nueva carrera espacial: La vertiginosa competencia por encontrar la vacuna contra el covid-19

Rusia se convirtió hoy en el primer país en registrar una fórmula, en medio del escepticismo internacional y en paralelo a los avances de EE.UU., Reino Unido y China, que buscan alcanzar el mismo objetivo.

11 de Agosto de 2020 | 14:01 | Por Consuelo Ferrer, Emol
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La vacuna rusa.

EFE
El 4 de octubre de 1957, la Unión Soviética lanzaba al espacio exitosamente el Sputnik 1, el primer satélite artificial que logró ponerse en órbita. Ese día hizo también algo más grande: dar inicio a la carrera espacial, una pugna simbólica con Estados Unidos por la conquista del espacio exterior, que se extendió por dos décadas y fue uno de los principales frentes de la Guerra Fría.

El enfrentamiento tuvo un fuerte componente de competencia tecnológica, debido a que ambas potencias invirtieron enormes sumas de dinero para lograr hitos científicos antes que su contrincante. Fue en esta carrera que se logró llevar a un ser vivo al espacio, luego a un humano, e incluso permitió el alunizaje. Hubo victorias para ambos bandos durante esos años en que los científicos soviéticos y estadounidenses estaban abocados a desarrollar cohetes, satélites y equipo espacial.

El recuerdo de la carrera espacial ha vuelto al debate debido a otra pugna tecnológica que enfrenta hoy a las grandes potencias: la competencia por encontrar una vacuna que pueda proveer una solución a la pandemia de covid-19. Este martes 11 de agosto, un hito se inscribió en esta historia: Rusia anunció que registró oficialmente una bajo el nombre de "Sputnik V" y que pasó "todas las pruebas necesarias".

El logro, eso sí, está bajo la lupa. Científicos dentro y fuera de Rusia han mostrado su escepticismo ante la rapidez de la vacuna, debido a que la fase de prueba en humanos suele durar meses e implicar a miles de personas. En medio de la incredulidad de muchos, el presidente ruso Vladimir Putin vacunó a una de sus hijas. "Se siente bien y tiene un alto número de anticuerpos", dijo.

Desde la OMS reaccionaron con prudencia al anuncio. "Estamos en contacto estrecho con los rusos y las discusiones continúan. La precalificación de toda vacuna pasa por procedimientos rigurosos", dijo el portavoz Tarik Jasarevic. Ella comprende la evaluación de elementos de seguridad y eficacia durante los ensayos clínicos, información que no ha sido publicada por Rusia todavía.

Pero el anuncio de Putin no es un triunfo seguro. En la década de los '70, aunque la URSS fue la primera en poner a un perro y a un hombre en el espacio, el primer hombre que caminó en la Luna fue estadounidense. Hoy, en paralelo a la vacuna rusa hay equipos trabajando a toda velocidad en Reino Unido, China y Estados Unidos que buscan llegar a la solución definitiva primero.

La carrera por la vacuna

Actualmente hay cerca de 200 grupos trabajando en todo el mundo en busca de una vacuna. De ellas, más de 150 están en evaluación preclínica, 26 en fase clínica y cuatro que están más avanzadas: la vacuna experimental Sinovac Biotech, de China; la ChAdOx1 nCoV-19, de la U. de Oxford en Reino Unido y la que desarrolla Moderna en EE.UU., además de la vacuna rusa que presentó Putin hoy.

La primera alternativa que se probó en humanos fue la vacuna mRNA-1273, desarrollada por Estados Unidos. La compañía informó en mayo que la vacuna había dado indicios de que podría entrenar al sistema inmunitario para combatir el coronavirus, luego de que se encontraran anticuerpos neutralizadores del virus en las primeras ocho personas que participaron del estudio.

En tanto, la vacuna china inició la Fase III de sus ensayos en julio en Brasil, uno de los focos más importantes de covid-19. Antes, en junio, Sinovac había anunciado que la Fase I y II, con 743 voluntarios, no había provocado efectos adversos y sí una respuesta inmunitaria.

Esta es la vacuna que durante este mes se comenzará a probar en Chile, dentro de un grupo de cerca de tres mil voluntarios del área de la salud. En Brasil, el grupo de prueba será de 9 mil profesionales médicos. Todos recibirán dos dosis de la vacuna. De demostrarse su seguridad y efectividad, Chile tendría asegurado stock para vacunar a 10 millones de personas.

Por último, el 20 de julio la U. de Oxford informó que su vacuna demostró ser segura y puede generar tanto anticuerpos como células T para combatir al coronavirus. Los ensayos se realizaron en cerca de mil voluntarios y el resultado fue calificado como "muy prometedor", aunque faltan todavía las pruebas masivas que se realizarán en el Reino Unido, EE.UU., Sudáfrica y Brasil.

Rapidez inédita

Hasta ahora, el desarrollo de cualquier vacuna ha tomado años e incluso décadas. Nunca el camino para encontrar una había avanzado a una velocidad tan vertiginosa, según aseguran los mismos investigadores. Se espera que una o más inoculaciones puedan estar disponibles para mediados de 2021, apenas un año y medio después de la aparición del virus.

La competencia se inscribe en un tenso escenario internacional, con cada uno de los países enfrentando sus propios conflictos internos —como es el caso del Reino Unido en pleno proceso de Brexit— o enfrentamientos entre ellos —con una "guerra fría" en desarrollo entre China y Estados Unidos que cada día suma un nuevo capítulo o las constantes tensiones entre Washington y Rusia—.

En medio de este contexto, el principal beneficio de la competitividad científica y sus respectivos avances lo está percibiendo la propia humanidad. El portavoz de la OMS, Tarik Jasarevic, aseguró sentirse "motivado por la rapidez con la cual se desarrollan algunas vacunas candidatas".

Hace 45 años y después de dos décadas de enfrentamientos, la carrera espacial terminó con un hecho también simbólico: en 1975, EE.UU. y la Unión Soviética participaron en un programa conjunto llamado Apolo-Soyuz. En él, una nave soviética y una estadounidense atracaron por sus bases, permitiendo a los cosmonautas y astronautas pasar a la nave contraria y participar en experimentos conjuntos.

Para entonces ya había sondas en Venus y Marte, sobrevuelos a Urano y Neptuno, y banderas enterradas en la Luna. La competitividad de la carrera, con el tiempo y los logros a cuestas, fue perdiendo su sentido.
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