Luego de que este viernes Argentina reportara su día con más contagios de covid-19 desde el inicio de la pandemia, ya que registró 11.717 casos nuevos y 222 fallecimientos, el gobierno del Presidente Alberto Fernández decidió prolongar hasta el 20 septiembre las medidas de aislamiento social, que vencen el próximo domingo.
En tanto, como medida de apertura en todo el país, las autoridades sanitarias permitieron las reuniones sociales al aire libre de hasta diez personas.
La pandemia de covid-19 se extiende por más zonas del país y Fernández dijo en un anuncio grabado que "el problema no es solo del AMBA (Área Metropolitana de Buenos Aires), el problema está en todo el país".
Aunque el foco principal de contagios es el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), formada por la capital y su amplio cordón urbano, en las últimas semanas los brotes de circulación comunitaria se han esparcido por toda Argentina y ya los hay activos en al menos 18 provincias, según Fernández.
El mandatario alertó que si la circulación de personas aumenta "no hay sistema de salud que aguante", y puntualizó que los casos del resto de provincias, aparte de la zona del AMBA, han pasado de representar el 7 % a ser el 37 % de los nuevos positivos diarios.
"Estamos muy preocupados por Jujuy (norte), donde el sistema de Salud está al límite y siguen aumentando los casos, también nos preocupa Mendoza (oeste), añadió, al referirse a provincias que este viernes han sumado 347 y 342 contagios, respectivamente.
Reuniones de máximo diez personas al aire libre
Después de 163 días, el Gobierno habilitará a partir del lunes en toda Argentina "encuentros de hasta 10 personas al aire libre, manteniendo la distancia".
"Esto estará vigente en todo el país", recalcó Fernández, que subrayó que seguirán prohibidas las reuniones en "lugares cerrados".
"Si paramos los contagios, vamos a parar las muertes", concluyó Fernández, después de que Argentina haya vivido en las últimas semanas sus peores días de la pandemia, con récord de contagios hoy y récord de muertes diarias el pasado lunes, con 382 decesos.
Antes, el presidente había hablado en la firma de un acuerdo de una hidrovía en Santa Fe (centro este) sobre que los argentinos deben parar el virus "unidos" y acerca de la expansión del mismo.
"Vamos a volcar nuestra mirada al interior del país. Cuando ya creíamos dominado el problema en el AMBA, el problema se trasladó al interior del país y no vamos a dejarlos solos", aseveró.
Por otra parte, en la ciudad de Buenos Aires, una de las principales novedades es que los bares y restaurantes podrán optar el lunes a reabrir sus terrazas -hasta ahora solo podían funcionar a domicilio-, según un anuncio de la jefatura de Gobierno capitalina, que se produjo poco antes de que hablase Fernández.
El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, indicó que antes de disponer las terrazas al público los locales gastronómicos deberán presentar una propuesta con un protocolo "muy estricto" para "poder garantizar el distanciamiento" y la "higienización" de los espacios.
"Sé que es un sector que viene realmente con angustia, de muchos meses de no poder trabajar", afirmó.
El Gobierno de la capital, que considera que está desde hace semanas en una meseta de contagios -alrededor del millar de positivos diarios-, habilitó también al sector construcción a continuar obras de lugares "mayores a 5.000 metros cuadrados" y a las que les faltan "menos de 90 días para terminar".
En lo relativo a la religión, el jefe de Gobierno porteño confirmó que está "trabajando con los principales referentes de cada uno de los cultos para la realización de algunas celebraciones" con capacidad limitada.
Larreta, opositor al Ejecutivo nacional, dijo que los anuncios por separado no suponen un enfrentamiento con el presidente y que "el trabajo en equipo sigue igual que siempre", si bien insistió en que aún deben llegar a un acuerdo en lo respectivo al sector educativo para el regreso de las clases presenciales, y recordó que le presentaron un protocolo al Gobierno para ello.