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Por qué un joven de 21 años desató la ira de China y tensó aún más las relaciones con Australia

En 2019, Drew Pavlou organizó un pequeño acto en su universidad contra las políticas del país asiático, razón, al parecer, suficiente para que Beijing lo tildara de "alborotador" y encarnación del racismo.

16 de Septiembre de 2020 | 16:32 | AFP/Editado por Ramón Jara A., Emol
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"Es algo muy extraño que una superpotencia señale a un estudiante australiano de 21 años, un australiano que es fundamentalmente muy estúpido y hace muchas estupideces", dijo Drew Pavlou (en la foto).

AFP
Un estudiante australiano de 21 años, con poca actividad en las redes sociales y que nunca puso un pie en China se ha convertido de manera sorprendente en el blanco de las críticas de Beijing, en un momento en que las relaciones entre los dos países se deterioran.

Cuando un portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores chino atacó personalmente a Drew Pavlou durante una conferencia de prensa, la campaña en contra de éste despegó tomando una dimensión excesiva.

Al principio, este joven de 21 años se puso en la mira de Beijing al organizar en julio de 2019 en la universidad australiana de Queensland, donde estudiaba, un pequeño acto en protesta contra las políticas practicadas por el Gobierno chino.

The Global Times, un tabloide nacionalista chino, desde entonces ha publicado una serie de artículos estigmatizándolo. Calificado como un "alborotador contra China", es presentado como la encarnación del racismo contra los chinos en Australia.

El estudiante de Filosofía dice haber sido objeto de amenazas de muerte tras ser tildado de "separatista" por representantes chinos en Australia.

En agosto pasado, fue blanco del Ministerio de Relaciones Exteriores de Beijing cuando al portavoz de éste se le preguntó sobre una fotografía que se volvió viral en internet, en la que un diplomático chino camina sobre las espaldas de habitantes de Kiribati, pequeño país isleño del Pacífico.

El vocero acusó a Pavlou de haberla divulgado. "Esta persona siempre ha estado contra China por razones políticas", dijo el primero, aunque el joven no fue el autor de la foto ni el primero en divulgarla.

El estudiante afirma estar "profundamente conmocionado" por estas declaraciones. "Es algo muy extraño que una superpotencia señale a un estudiante australiano de 21 años, un australiano que es fundamentalmente muy estúpido y hace muchas estupideces", afirmó Pavlou a la AFP.

Su polémico activismo se ha vuelto en su contra.

En este contexto, fue acusado de racismo tras haber posado, a comienzos de la pandemia del coronavirus, frente al Instituto Confucio de su universidad, financiado por China, portando una pancarta que rezaba "riesgo biológico covid-19".

Fibra sensible

Hoy, dice lamentar esta farsa, pero sostiene que no comprende por qué permanece en la mira de Beijing.

Una explicación es que el joven tocó una fibra sensible.

"Es algo muy extraño que una superpotencia señale a un estudiante australiano de 21 años, un australiano que es fundamentalmente muy estúpido y hace muchas estupideces"

Drew Pavlou
Además de acusar a Beijing de represión en Hong Kong, Xinjiang y Tibet, Pavlou enfocó la atención sobre las relaciones entre universidades australianas y chinas.

Estos lazos ahora están bajo investigación por parte de las autoridades australianas, que temen que el flujo de dinero chino pueda haber comprometido el interés nacional.

Elaine Pearson, directora de la sección australiana de Human Rights Watch (HRW), señaló que esto hizo atraer más la atención de Beijing particularmente "sensible", sobre el joven.

Tras lo ocurrido, la Universidad de Queensland le hizo un sumario al estudiante por faltas disciplinarias, para luego expulsarlo por un periodo de dos años. La medida ha sido muy criticada

Los bromas de Pavlou además llevaron a la Universidad de Queensland a abrirle un expediente por faltas disciplinarias. Éstas van desde mensajes incendiarios en las redes sociales hasta sustraer un bolígrafo de una tienda del campus sin pagarlo.

En mayo pasado, tras una audiencia a puertas cerradas, fue expulsado de la universidad por un periodo de dos años. En apelación, la pena fue reducida hasta fines de 2020.

El estudiante decidió presentar una demanda contra la universidad, su rector y vicerrector, reclamando 3,5 millones de dólares australianos (unos 2,61 millones de dólares de EE.UU.) por ruptura de contrato y difamación.

La universidad ha sido muy criticada por su gestión de este caso, inclusive el ex primer ministro Kevin Rudd consideró que esto era como "arrodillarse ante Beijing".

Como muchas instituciones de educación superior australianas, la Universidad de Queensland se ha vuelto muy dependiente de las tasas de matrícula pagadas por estudiantes extranjeros, para financiar la investigación y plazas de estudiantes australianos.

En 2019, unos 182.000 estudiantes chinos se matricularon en universidades australianas, lo que representa una verdadera e inesperada fuente de ingresos para la economía del país.

Una portavoz de la universidad de Queensland negó cualquier "motivación política" en la sanción contra Pavlou. Este último, que no parece sentirse intimidado por Beijing, afirma que nunca "quiso ser un activista político" y se limitó a organizar una única manifestación "para perturbar el campus".
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