El profesor de secundaria Samuel Paty se ha convertido en un símbolo de la libertad de expresión en Francia, tras haber sido decapitado el 16 de octubre por un islamista radical a causa de haber mostrado caricaturas de Mahoma a sus alumnos.
El Presidente francés Emmanuel Macron tiene planificado rendirle un homenaje nacional este miércoles, en la Universidad de la Sorbona, de París. Igualmente, le será otorgada póstumamente la Legión de Honor, la principal condecoración francesa.
Las reacciones a este
"ataque islamista", según las palabras del Presidente, no se han hecho esperar. Desde el viernes, decenas de miles de personas se han reunido en las calles para honrar su memoria, denunciar la "barbarie" y apoyar al mundo de la enseñanza.
"Esta libertad de expresión que Samuel Paty enseñó a sus alumnos" tenía como objetivo "luchar contra el oscurantismo", dijo Laurent Brosse, alcalde de Conflans-Sainte-Honorine, donde enseñaba y escenario de una marcha blanca el martes por la noche que reunió a más de 6.000 personas.
Paty, de 47 años, era "un colega comprometido en su misión con los estudiantes", dijeron los profesores del colegio de Bois d'Aulne en un comunicado conjunto. "A través de él, toda la escuela republicana es atacada", escribieron.
"El fundamento de las escuelas públicas se basa en valores republicanos y laicos. Son estos valores los que defendió Samuel en su enseñanza sobre la libertad de expresión", insistieron.
"Completamente entregado a su profesión"
"El señor Paty", como lo llamaban sus alumnos, era padre de un niño de cinco años y acababa de iniciar su tercer año escolar en el colegio de Bois d'Aulne, ubicado en una zona residencial de esta tranquila ciudad de 35.000 habitantes, al noroeste de la capital.
"Era genial, muy conciliador y estaba dispuesto a escuchar", dijo Hugo, un alumno que tenía clases de apoyo semanales con él.
"Cuando mi hijo tenía un problema, lo escuchaba. Nadie se lo merece, pero él menos", confiesa a AFP Nathalie Allemand, madre de un estudiante.
"Era completamente entregado a su profesión", testifica Martial, un estudiante de secundaria que llegó al lugar después de la tragedia. "Verdaderamente quería enseñarnos cosas. De vez en cuando hacíamos debates, hablábamos".
Como en años anteriores, el profesor había mostrado a sus alumnos adolescentes caricaturas de Mahoma publicadas en el periódico satírico Charlie Hebdo, como parte de un curso de educación moral y cívica, dedicado a la libertad de expresión. No sin antes advertirles que quienes se sintieran ofendidos por estas imágenes, podían dejar la clase.
Pero este año el padre de una estudiante, en un video difundido en las redes sociales,
describió al docente como un "maleante" que "no debe permanecer en la Educación Nacional", al tiempo que invitó a otros padres a movilizarse para excluirlo de su cátedra.
El asesino del profesor, un checheno de 18 años nacido en Moscú, envió un audio en ruso en las redes sociales tras haber publicado la foto de su víctima en el que dijo haberlo matado para "vengar al profeta", indicaron este miércoles fuentes cercanas al caso.