El Congreso español rechazó este jueves por una mayoría amplia la moción de censura presentada por el partido Vox contra el jefe del Ejecutivo, el socialista Pedro Sánchez, tras dos jornadas de debate muy polarizado y bronco, repleto de acusaciones y reproches cruzados, con el trasfondo de la pandemia de covid-19.
El líder de Vox y candidato a presidente del Gobierno, Santiago Abascal, solo obtuvo el voto de sus 52 diputados, en tanto que necesitaba la mayoría absoluta, es decir, al menos 176 de los 350 escaños del Congreso.
Votaron en contra 298 parlamentarios: los 120 socialistas y los 35 izquierdistas de Unidas Podemos (las dos fuerzas que forman el actual gobierno español de coalición en minoría) y los de pequeños partidos de liberales, izquierda, derecha, nacionalistas e independentistas vascos y catalanes.
Pero también rechazaron la moción los conservadores del Partido Popular (PP) con sus 89 diputados, después de varias semanas de conjeturas sobre si se abstendrían o votarían en contra, entre otros motivos por la dura oposición que éstos hacen a Sánchez y porque gobiernan en coalición con los liberales en las regiones de Madrid, Andalucía (sur) y Murcia (sureste) con el apoyo parlamentario de Vox.
El líder de la oposición, el conservador Pablo Casado, despejó hoy la duda, se alejó de los planteamientos y la "impostura" de Vox, anunció que el PP votaría en contra y se presentó como una alternativa "serena, sensata, moderada, responsable y proeuropea" al Ejecutivo actual.
Sectores políticos y mediáticos interpretan que la moción de censura era un intento de Vox de desbancar al PP para hacerse con la hegemonía ideológica y política en la derecha, obligándolo a pronunciarse en una moción de censura sin visos de prosperar.
Casado, bastante crítico con Sánchez, aseguró, sin embargo, que la moción era una pérdida de tiempo y el PP "no quiere ser otro partido del miedo, la ira y la bronca", en alusión a Vox, sino "de la libertad y la convivencia".
Abascal aseguró que la decisión del PP representa "una patada a la esperanza" de que ambos partidos pudieran llegar a acuerdos y una "equidistancia imposible y falsaria" que genera la "desesperanza de millones de españoles".
Debate agrio con la izquierda
Durante el debate, plagado de alusiones personales entre los líderes políticos, Abascal reprochó duramente a Sánchez sus "mentiras" y gestión en cuestiones como la epidemia de coronavirus, que supera oficialmente el millón de contagios en España, la inmigración irregular, la memoria histórica sobre la dictadura franquista y los pactos parlamentarios con fuerzas políticas independentistas.
"Usted no es el salvador de España" y "orgullo es lo que sobra y modestia es lo que le falta", le respondió hoy Sánchez.
En términos generales, la izquierda tildó a la extrema derecha de "fascista" y de plantear un discurso del "odio". Especialmente agrio fue el intercambio de reproches este jueves con los representantes de
Unidas Podemos.
"Hay más dignidad y patriotismo en una uña de cualquier trabajador migrante que cada día sale a trabajar por su familia que en todos y cada uno de los parlamentarios de la ultraderecha", subrayó el vicepresidente segundo del Gobierno, el izquierdista Pablo Iglesias. El Gobierno no permitirá "que nadie traiga a la patria una dictadura", advirtió.
El líder de Vox, a su vez, aseguró que Iglesias está "inhabilitado para la política" por sus "ataques" a la Corona y por "avergonzarse" de España y de su bandera.