Tan solo ocho meses después de haber sido elegido presidente del Congreso, el empresario Manuel Merino de Lama se convertirá este martes a a las 10:00 horas (12:00 en Chile) en el nuevo Presidente de Perú, con la compleja misión de asegurar la transición democrática en pleno bicentenario de la independencia del país vecino.
El sucesor constitucional del ahora ex Mandatario Martín Vizcarra, quien fue destituido este lunes por el pleno del Congreso por "incapacidad moral", integra la bancada del partido de centroderecha Acción Popular (AP), partido al que ingresó en 1979 desde su ciudad natal, Tumbes, ubicada en la frontera norte que limita con Ecuador.
Merino es un
empresario agrícola con estudios inconclusos de Agronomía. Pese a que durante todos esos años desarrolló actividad política en su región, no fue hasta el 2000 cuando comenzó a incursionar a nivel nacional, cuando presidió el Frente de Unidad Nacional, integrado por varios partidos y movimientos políticos.
Un año después fue elegido congresista por primera vez, en representación de Tumbes, una función que cumplió hasta 2006. Durante ese período legislativo, su actividad más destacada fue la presidencia de la Comisión de Defensa del Consumidor.
En 2011 volvió a ser elegido parlamentario, como parte de la Alianza Electoral Perú Posible, lo que le permitió ser vicepresidente del Congreso en el período 2011-2012, presidir la Comisión de Vivienda entre 2012 y 2013 y ocupar la vicepresidencia del Parlamento Amazónico en el periodo 2011-2013. Su periodo terminó en 2016.
Cuatro años después, regresó al Congreso representando a Tumbes, tras ganar su escaño en los comicios legislativos extraordinarios de enero pasado, convocados después de que Vizcarra disolviera el anterior parlamento. En ese contexto, fue nombrado presidente del Congreso el pasado 16 de marzo.
Con el apoyo de una lista "multipartidaria" integrada por legisladores de la Alianza para el Progreso, Somos Perú y Podemos Perú, Merino asumió subrayando que el Congreso debía "recuperar y fortalecer la confianza ciudadana" y que, por ese motivo, sus miembros tenían que "dar el ejemplo y tener una actitud responsable y transparente".
Roces con el Gobierno
Su gestión estuvo marcada por la crisis política generada por el enfrentamiento entre el Ejecutivo y el Legislativo, que llevó a Vizcarra a disolver el anterior parlamento. La tensión entre ambos poderes alcanzó su climax durante la solicitud de destitución en contra del ahora ex jefe de Estado en septiembre pasado, la cual fue rechazada.
En el fracaso de esa moción, influyó la revelación de que, antes de la votación, Merino, quien había sido uno de sus principales impulsores, había buscado comunicarse con altos mandos de las fuerzas armadas para intentar contar con su apoyo a un eventual gobierno suyo, lo cual desmintió de forma tajante.
En esa ocasión, tras conocerse esos vínculos,
explicó que es un ciudadano "responsable" y que Acción Popular un partido "democrático", por lo que pidió tranquilidad a la ciudadanía con el objetivo de recuperar a su país ante la crisis sanitaria y económica causada por la pandemia.
Quizá por ese motivo, se ha mantenido casi en la sombra desde que se presentó el segundo pedido de destitución de Vizcarra, aunque ahora, tan solo un mes y medio después, se apresta a convertirse durante la tarde de este martes en un impensado presidente transitorio de Perú.
Será también el tercero de su partido en la historia de Perú, tras los dos períodos de su líder y fundador Fernando Belaunde (1963-1968 y 1980-1985) y el gobierno de transición que presidió Valentín Paniagua entre 2000 y 2001, quien asumió en unas circunstancias similares tras la destitución de Alberto Fujimori.
Durante sus ocho meses de mandato, Merino tendrá la misión de asegurar que se celebren los comicios generales ya convocados para abril próximo y el cambio de mando presidencial del 28 de julio de 2021, el mismo día en que su país celebrará 200 años de independencia.