La ayuda internacional lanzada con paracaídas se convirtió en un controvertido medio de paliar la catástrofe humanitaria en Gaza, sometida a un cerco terrestre por Israel en su guerra contra Hamás, después de la muerte de una veintena de palestinos que trataban de recoger paquetes.
Las autoridades de Hamás llamaron la semana pasada a "cesar inmediatamente" esos envíos y a abrir los accesos terrestres tras anunciar las muertes, doce de ellas de personas que trataban de recuperar provisiones que cayeron en el Mediterráneo.
El mar estaba agitado y los habitantes que se adentraron en él
no sabían nadar, contaron testigos. "Cuando los paracaídas cayeron al agua, se lanzaron hacia allá y algunos no regresaron", relató a AFP Uday Nasar, de vuelta al día siguiente a la misma playa de Al Sudania, al norte de la ciudad de Gaza, para intentar de nuevo suerte.
Otras seis personas murieron el lunes en estampidas relacionadas con la llegada de estas ayudas, según las autoridades.
El 8 de marzo, cinco personas perecieron y diez resultaron heridas en el campamento de refugiados de Al Shati, impactadas por paquetes cuyo paracaídas no se abrió, contaron testigos y fuentes hospitalarias.
"Advertimos a los países que llevan a cabo estas operaciones del peligro, porque una parte cae al mar, otra en los territorios palestinos y otra en zonas peligrosas, poniendo en peligro la vida de civiles hambrientos", destacó la oficina de prensa del gobierno de Hamás.
Foto: AP.
"La preocupación primordial es la seguridad de los destinatarios", explicó recientemente a AFP Jeremy Anderson, teniente coronel de la Fuerza Aérea estadounidense, durante una misión.
"Nos aseguramos de que si el paracaídas no se abre, termine en el mar y no hiera a nadie", afirmó.
Hay que utilizar las carreteras
Israel declaró la guerra a Hamás en represalia por la incursión de milicianos islamistas que el 7 de octubre mataron a unas 1.160 personas en el sur del país, en su mayoría civiles, según un recuento de AFP a partir de cifras oficiales.
La campaña militar israelí en Gaza, bajo bloqueo israelí, causó hasta el momento cerca de 32.800 muertos, según el último balance del ministerio de Salud del gobierno de Hamás en Gaza.
Los paquetes lanzados con paracaídas, transportados por aviones jordanos, egipcios, franceses o estadounidenses, están marcados con pequeñas banderas de los donantes: Emiratos Árabes Unidos, Francia, Bélgica, Alemania o Estados Unidos.
Los destinatarios son las 300.000 personas que permanecen en el norte de Gaza, donde llegan raramente los camiones que ingresan desde el sur.
La agencia gubernamental israelí Cogat registró 44 lanzamientos desde el aire. Un método que, se estima, no compensa en modo alguno lo que sería un flujo normal por carretera.
"La situación es tan desesperada que cualquier ayuda es bienvenida, siempre que llegue de manera segura", subrayó la semana pasada James Elder, vocero de Unicef desde Rafah, en el sur de la Franja.
"La situación es tan desesperada que cualquier ayuda es bienvenida, siempre que llegue de manera segura"
James Elder, vocero de Unicef
"La ayuda alimentaria suele lanzarse cuando las personas están aisladas, a cientos de kilómetros de todo. Aquí, la ayuda que se necesita está a pocos kilómetros
. ¡Hay que utilizar las carreteras!", agregó.
Los llamados para que Israel abra cruces de carretera y reduzca las restricciones se multiplican.
Según la ONU, antes de la guerra entraban en Gaza por lo menos 500 camiones al día, en comparación con los 150 en la actualidad.
"Los lanzamientos (en paracaídas) son una medida temporal fácil. Pero no la solución", afirma Shira Efron, investigadora del centro de reflexión estadounidense Israel Policy Forum.
Para ella,
"son un medio para que los países demuestren que están haciendo algo".
"Son un medio de presión indirecta sobre Israel y de publicidad para los países que los hacen, especialmente para Estados Unidos, sabiendo que no sirven de nada o casi", confirma una ONG internacional presente en Gaza.
Washington subrayó su intención de continuar realizándolos, mientras "trabaja para aumentar la llegada de asistencia por vía terrestre".
Según el Ejército estadounidense, un barco -que zarpó de Virginia- está en camino para instalar un muelle flotante en Gaza.