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Santiago: Sábado 23 de noviembre del 2024 | Actualizado 07:06
El 12 de mayo de 2014, la Cancillería nombró a James Sinclair como embajador de Chile en Australia. Este diplomático de carrera cuenta con una amplia trayectoria en esta materia, siendo incluso director general de Ceremonias y Protocolo.
Sin embargo, chilenos residentes en el país oceánico reclamaron por este nombramiento, al vincular a Sinclair con la destrucción de documentos secretos que vinculan a la dictadura de Augusto Pinochet con las operaciones Colombo y Cóndor. Finalmente, el diplomático fue nombrado representante del país en Singapur, y a Australia llegó Daniel Carvallo.
En octubre de 2014 el embajador de Chile en Uruguay, Eduardo Contreras (PC), vinculó en una entrevista los ataques explosivos ocurridos en los últimos meses en Santiago con grupos de ultraderecha. Pero fueron sus dichos en contra de la DC los que causaron mayor revuelo, al criticar el rol del partido en el golpe de 1973.
Sus palabras provocaron molestia en la Alianza y en la falange, desde donde pidieron la salida de Contreras. Ante esto, el embajador debió dar explicaciones en Cancillería y ofrecer disculpas. Sin embargo, se mantuvo en el cargo. Pero en junio de este año La Moneda finalmente removió al abogado de la embajada en Uruguay, reemplazándolo en el puesto por el ex ministro Mario Fernández (DC).
También en octubre de 2014, la agregada cultural de Chile en EE.UU., Javiera Parada, se vio complicada por declaraciones en su cuenta de Twitter, tras criticar al ex alcalde de Providencia Cristián Labbé, cuando fue detenido en el marco del caso Tejas Verdes.
Frente a esto el diputado de la UDI José Antonio Kast ofició a la Cancillería, pidiendo al ministerio "llamar al orden" a Parada. Finalmente, el embajador de Chile en EE.UU., Juan Gabriel Valdés, respaldó la gestión de la agregada cultural e informó que le remitió las instrucciones de Cancillería –surgidas tras la polémica con Contreras-, donde se ordena a los diplomáticos que no emitan opiniones sobre temas de la política interna.
Otro caso complejo fue el del ex agregado de prensa de Chile en España, Carlos Caszely, quien en abril pasado dio una entrevista al periódico "El Mundo", donde criticó a uno de los partidos nuevos de más alta popularidad en el país, el izquierdista Podemos.
El ex futbolista acusó a la colectividad de aceptar "bajo mesa" dinero del Gobierno de Venezuela. Poco después, la Cancillería anunciaba a través de un comunicado la destitución de Caszely de su cargo, poniendo término a su contrato como agregado.
Este ex dirigente de los trabajadores mineros y ex candidato a diputado por el PC se desempeñaba como agregado laboral de la embajada de Chile en Madrid. Eso, hasta la muerte del contratista de Codelco Nelson Quichillao al recibir un disparo de un efectivo de Fuerzas Especiales durante una protesta en El Salvador.
"Ante la desatada represión en los centros mineros tendientes a bloquear las posibilidades legítimas que tienen los trabajadores a negociar el Acuerdo Marco de 2015 (...) he realizado una profunda reflexión política y ética que me obliga moralmente a renunciar a esta responsabilidad que el gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet me ha mandatado", indicó.
El caso SQM ha golpeado fuerte tanto a la oposición como al oficialismo, y esta vez, las acusaciones contra uno de los embajadores chilenos en el extranjero costaron la salida de uno de ellos.
Se trata de Alejandro Bahamondes, representante diplomático chileno en Paraguay, quien a través de una carta aseguró que su renuncia se debió a "la ola de rumores y trascendidos publicados por algunos sectores de la prensa de nuestro país, relacionados con la investigación que actualmente se realiza a la empresa SQM frente a los cuales he guardado riguroso y respetuoso silencio, teniendo claro que jurídicamente no se condicen con la verdad".
