De acuerdo al análisis, la innovación no sólo alude a incorporar nuevas tecnologías, sino también implementar ideas que mejoran la calidad de la educación.
El Mercurio (Imagen referencial)
SANTIAGO.- Innovar en la sala de clases es una de las prácticas que utilizan algunos establecimientos escolares del país para mejorar la calidad de los aprendizajes y a la vez obtener mejores resultados.
Sin embargo, un estudio del Centro de Investigación Avanzada en Educación de la U. de Chile (CIAE) y MMC Consultores reveló que sólo un 22% de los establecimientos se encuentra en una cultura de "alta" innovación y colaboración.
"La innovación en educación no sólo se refiere a la incorporación de nuevas tecnologías, sino que es entendida como la capacidad para implementar ideas que mejoran la calidad de la educación que el establecimiento entrega a sus estudiantes", señaló Patricio Rodríguez, investigador del CIAE.
¿Qué significa tener una alta cultura de innovación? según explicó el investigador, quiere decir que este aspecto, junto con la colaboración, son valores y actividades tan importantes como la planificación, la eficiencia y la correcta ejecución del currículo.
No obstante, en otros colegios esto se presenta de manera "intermedia" ya que si bien existen promotores para desarrollar dicha cultura, hay obstáculos que impiden la instalación de una estrategia innovadora y activa para lograr el mejoramiento de la calidad de la educación que imparten.
En el estudio participaron 37 establecimientos de distintas regiones, tamaños y de todas las dependencias administrativas, fueron encuestadas más de mil personas de las comunidades educativas, como directivos, profesores, administrativos y auxiliares.
83% de los colegios más grandes tiene cultura de eficiencia
El estudio agrupó a los colegios en tres tamaños: pequeño (entre 5 a 39 trabajadores), mediano (40 y 79 trabajadores) y grande (más de 79 trabajadores) y los clasificó según su grado de cultura e innovación.
Así, el análisis arrojó que el 22% de los colegios pequeños, pero ninguno de los colegios medianos ni grandes encuestados, tiene una alta cultura de innovación. "Están buscando permanentemente nuevas ideas en su comunidad educativa, trabajando con padres, apoderados, estudiantes, docentes y entidades externas que apoyan el proceso educativo. Existen liderazgos innovadores que motivan a los educadores a proponer y desarrollar nuevas ideas", explicó Rodríguez.
En tanto, el 83% de los colegios grandes, el 55% de los de tamaño mediano y el 16% de los pequeños tienen una cultura de la eficiencia, es decir, se centran en mejorar, pero trabajan poco con la comunidad educativa y existe poca comunicación entre las distintas áreas.
Promotores y obstáculos
La investigación determinó, además, que entre los principales promotores de una alta cultura de la innovación se encuentran la motivación laboral, la confianza y el compromiso.
En tato, el escaso tiempo, la falta de recursos e incentivos y la baja disponibilidad de liderazgos fueron detectados como los principales obstáculos de una cultura de innovación en los colegios. "Ciertamente Chile aún tiene desafíos pendientes que han sido puestos en relieve en el diagnóstico", precisó el investigador del CIAE.