SANTIAGO.- El triunfo de Jorge Sharp en Valparaíso fue la mayor sorpresa de las elecciones municipales. El joven abogado de 31 años, miembro del Movimiento Autonomista y ex dirigente universitario, fue electo gracias al apoyo que le dieron distintas organizaciones sociales (organizadas en el "Pacto La Matriz"), que hace unos meses impulsaron unas primarias ciudadanas alternativas a las oficiales, donde Sharp obtuvo la primera mayoría.
Así, aunque no tenía el apoyo de los grandes partidos, Sharp contaba con el firme respaldo de distintas organizaciones civiles porteñas, como el movimiento "No + AFPs" y la ANEF local, organizaciones vecinales, y movimientos políticos emergentes, como el Movimiento Autonomista (de Gabriel Boric), Revolución Democrática, la Izquierda Libertaria y Nueva Democracia.
Entre ellos, un actor clave fueron los estudiantes universitarios de Valparaíso, que lograron motivarse y movilizarse en pos de la candidatura de Sharp, e incluso conformaron un "comando estudiantil" para articular su apoyo.
Según comenta Carlos Vergara, presidente de la Federación de Estudiantes de la U. de Valparaíso, "todos los compañeros motivados intentaron aportar un granito de arena, en panfletear, en poner carteles en sus casas, poner la disposición de tiempo, de ganas, de energía, de ir a hablar con los vecinos, de subir a los cerros a difundir el programa".
"Esta abstención que tuvimos en Santiago no la tuvimos en Valparaíso, o por lo menos no en los segmentos más jóvenes, muchos jóvenes se movilizaron a partir de las universidades y claramente sí hicieron la diferencia"
Patricio Medina
Agrega que "los jóvenes pudieron lograr además convencer a sus familias, convencer a las personas cercanas, a sus vecinos de que este programa era posible y que era necesario un cambio en Valparaíso".
Dice que el proyecto de Sharp también logró sumar el respaldo de un número importante de académicos y funcionarios de las universidades. "Fue un proceso bonito y creo que único en Chile, donde todos los que apostábamos por cambios nos pusimos al servicio de la campaña, de distintas formas, y se generaran confianzas entre personas que nunca se habían encontrado", señala.
Cree que un factor importante en la motivación de los estudiantes es que durante este año se organizaron diversos foros y debates al interior de las universidades, sobre participación y el rol de los jóvenes en la política, donde estuvieron, entre otros, Boric, Jackson y el mismo Sharp. "Las universidades se abrieron como espacios de discusión en torno a una mejor ciudad, y a la necesidad de que los jóvenes nos comprometamos con la política, y eso contribuyó a un ambiente de que un cambio real era posible", afirma Vergara.
Según explica el presidente de la Feusach y militante de RD, Patricio Medina, todo este proceso al interior de las universidades se vio facilitado por el hecho de que los cuatro movimientos políticos emergentes que apoyaban a Sharp tenían la presidencia de las federaciones estudiantiles de tres de las principales universidades de Valparaíso: En la UC de Valparaíso está la Izquierda Libertaria y el Movimiento Autonomista; en la U. Santa María, Revolución Democrática; y en la U. de Valparaíso la UNE, cercana a Nueva Democracia.
En Valparaíso los jóvenes sí fueron a votar
Medina afirma que "la gran diferencia que hubo entre Valparaíso y el resto del país fue que en Valparaíso se movilizó la juventud y los jóvenes sí fueron a votar". "Esta abstención que tuvimos en Santiago no la tuvimos en Valparaíso, o por lo menos no en los segmentos más jóvenes, muchos jóvenes se movilizaron a partir de las universidades y claramente sí hicieron la diferencia".
Esto lo ratifica Vergara, quien señala que en su local de votación, el Colegio Salesiano de Valparaíso, donde votan principalmente jóvenes, sufragó cerca del 50% de los inscritos, una cifra mayor al 65% de abstención general. "Eso igual es un síntoma de que hubo una mayor participación por lo menos en los locales donde votaba la gente joven", señala.
Medina valora este proceso ciudadano que se dio en Valparaíso, que considera "un triunfo de los movimientos emergentes", y afirma que "nos deja también una señal para lo que se viene el próximo año, donde a lo mejor muchos dirigentes sociales y ex dirigentes estudiantiles puedan también dar el batatazo y llegar al Parlamento".
Afirma que, con el triunfo de Sharp "se cae la tesis de la abstención enfocada en que ¿mi voto no importa porque igual siguen los mismos de siempre', porque tenemos un ejemplo concreto de que cuando a los jóvenes los convoca una candidatura y se movilizan, pueden obtener la victoria, y eso ratifica que votar es la única forma de cambiar las cosas".