SANTIAGO.- Los 15 días hábiles que los trabajadores de la salud pública han estado movilizados -sin contar la jornada de hoy- han tenido consecuencias diarias en los pacientes. Según el Ministerio de Salud, a lo largo del país se han suspendido 7.183 cirugías electivas y 27.595 consultas con especialistas.
Si bien el paro es a nivel nacional, hasta ahora son cuatro las regiones más afectadas, en las que comienza a crecer la lista de espera y fue necesario decretar alerta sanitaria: Valparaíso, Metropolitana y Biobío y, ahora último, se sumó Coquimbo.
Esa medida, según consigna
"El Mercurio", permite contar con recursos financieros y humanos extraordinarios para reforzar la atención, además de solicitar ayuda a personal de los hospitales de las Fuerzas Armadas y de Carabineros y a funcionarios de la Defensa Civil, que ya están colaborando en algunos centros asistenciales.
Según las autoridades del Ministerio de Salud, demora una semana recuperar cada día que no se desarrolla normalmente en los hospitales. Para agilizar ese proceso, la cartera instruyó a todos los servicios para que diseñen un plan de recuperación de la actividad asistencial suspendida, el que pueda comenzar a aplicarse apenas termine la movilización.
Gabriela Farías, presidenta de la Fenpruss (que reúne a los profesionales universitarios de los servicios de salud), dice que "lo que se hace en estos casos es trabajar en las tardes o los fines de semana, y aprovechar lo más posible el horario hábil para ponerse al día. Y los funcionarios estamos conscientes de eso". Agregó que "por ahora, la mayor preocupación es que las urgencias se mantengan funcionando de manera óptima".
La ministra de Salud, Carmen Castillo, señaló que "esperamos que esto no continúe y se supere, y ojalá nuestros trabajadores vuelvan a atender". Pero lo que se ha visto es que a medida que pasan los días, cada vez son más los gremios que apoyan la medida de presión.
Ayer, de hecho, se sumaron al paro los médicos generales de zona y los químico-farmacéuticos, y los bioquímicos también dieron su apoyo, así como ya lo había hecho el Colegio Médico, que convocó a una marcha para mañana.
Acumulación Basura
En tanto, veintisiete camiones -siete de día y veinte de noche-, además de nueve máquinas tolva y dos cargadores frontales, no han sido suficientes para recoger las más de cinco mil toneladas de basura que se han acumulado en las calles de Santiago.
El director de Aseo de la Municipalidad de Santiago, Mauricio Valenzuela, señaló que hasta el domingo el municipio -con la ayuda de maquinaria de Vitacura, Las Condes, Independencia y Recoleta- levantó 4.500 toneladas de desechos desde las calles, cantidad correspondiente al 75% de los desperdicios que se han acumulado desde el miércoles 2 de noviembre.
Sin embargo, dijo, la basura restante -cerca de 1.000 toneladas- es la que más inquieta a la administración de Carolina Tohá. Al respecto, Valenzuela sostuvo que estos desechos están "escondidos" en los subterráneos de los más de 800 edificios de la comuna.
De este problema sabe Rubén Alvarado, conserje del Edificio Mackenna, situado en Amunátegui 890, quien con dolor de cabeza -por el olor que emana desde el primer subterráneo- explica que desde que se inició el paro han debido usar tres espacios de estacionamientos para almacenar más y más basura proveniente de los 300 departamentos de la torre de 28 pisos.
"Es desagradable trabajar así, porque el olor está cada vez más fuerte y llega hasta acá. Empezamos a tirarles desodorante ambiental a las bolsas, pero ya no damos abasto", reconoce Alvarado.
El director de Aseo del municipio aseguró que se idearía un nuevo plan de contingencia en la comuna para recoger la totalidad de los desechos, pues detalló que la maquinaria dispuesta ya puede retirar las más de 510 toneladas diarias que se producen en Santiago. Por ello, ahora se enfocarán en sacar aquella que quedó acumulada durante los primeros días del paro.
El Presidente de la ANEF, Raúl de la Puente, pidió disculpas por los perjuicios ocasionados por la movilización de funcionarios públicos. No obstante, responsabilizó al Gobierno: "Después de dos semanas se sentaron a dialogar con los trabajadores, pero se han sentado para mantener posiciones que ya han sido rechazadas reiteradamente en el Congreso y por los trabajadores públicos", señaló.
