SANTIAGO.- "Bastante bien organizado y con apoyo de gente del IRA y de otros movimientos similares de América y Europa". Así califica hoy el ministro de la Corte Suprema, Lamberto Cisternas, la fuga de cuatro frentistas desde la Cárcel de Alta Seguridad el 30 de diciembre de 1996 en un helicóptero, y cuya investigación estuvo a su cargo hasta 2004, cuando dictó el
sobreseimiento temporal de la investigación a la espera de recabar nuevos antecedentes sobre sus paraderos.
"Todo apuntaba a que habrían recibido ayuda de La Habana, no afirmaría categóricamente que la recibieron, pero sospecho que sí porque fueron a Cuba y allá fueron protegidos", agrega en entrevista con
Emol, 20 años después del escape más espectacular de la historia penitenciaria del país.
Se trata de la huida de Mauricio Hernández Norambuena, Ricardo Palma Salamanca, Pablo Muñoz Hoffmann y Patricio Ortiz Montenegro, cuatro terroristas del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) que se fugaron del penal en un helicóptero.
Al momento del escape, los dos primeros cumplían presidio perpetuo por el asesinato del senador Jaime Guzmán y el secuestro de Cristián Edwards.
El primero, además, fue uno de los fusileros en el atentado contra Augusto Pinochet en 1986.
Muñoz Hoffmann, en tanto, cumplía una pena por el asesinato del coronel Luis Fontaine y por el atentado al general Gustavo Leigh, mientras que Ortiz Montenegro tenía una sentencia de 20 años por maltrato a la obra de Carabineros con resultado de muerte.
"La fuga fue planeada con anticipación, claramente no fue algo espontáneo, incluso, se descubrieron después documentos que algún interno -que tenía facilidades para el dibujo- había entregado, croquis con medidas exactas del penal, de tal manera que era perfectamente posible ubicarse al interior de la cárcel", relata Cisternas.
Y agrega que "esta gente hizo todo lo necesario para contratar un helicóptero, secuestrar -por decirlo así- al piloto y tomar ellos el mando. Además, el lugar donde está la cárcel de Alta Seguridad es un lugar de tránsito de aeronaves, entonces, un helicóptero era visto más bien como un amigo hasta que comienzan a disparar y a acercarse. Y ahí se produce el problema", recuerda.
"Fue en un lapso muy breve y los frentistas estaban preparados, ellos estaban dispuestos a dejar a uno abajo si no se lograba subir rápido"
Lamberto Cisternas
Asimismo, asegura que la espectacularidad del hecho generó que los gendarmes que se encontraban de turno no pudieran reaccionar de manera oportuna, sobre todo porque la huida se concretó en 59 segundos.
"Fue en un lapso muy breve y los frentistas estaban preparados, ellos estaban dispuestos a dejar a uno abajo si no se lograba subir rápido" aseveró, añadiendo que los guardias no llevaban armas "porque estaban acostumbrados a la fuga normal, no a este tipo de escapes".
"Ellos estaban habituados a mirar hacia abajo, no al cielo, y la cárcel estaba concebida para deambular por tierra y no por aire", continuó.
Por último, también atribuyó el escape a que "se trató de guerrilleros y no de presos comunes", por lo que tenían una cierta preparación para este tipo de situaciones.
Actualmente, sólo se conoce el paradero de dos de los subversivos.
Hernández Norambuena está detenido desde 2003 en Sao Paulo por el secuestro del publicista Washington Olivetto y Patricio Ortiz Montenegro se refugió en Suiza nueve meses después de huir, siendo negada su extradición.
Permanecen prófugos Ricardo Palma y Pablo Muñoz, quienes fueron vistos por última vez en Santos, Brasil, donde se preparó el secuestro de Olivetto.
