SANTIAGO.- "
Háganse la pregunta ¿Por qué la deje viva?" Esas fueron las primeras y últimas palabras que José Navarro (31), presunto secuestrador de la pequeña Emmelyn Canales, de 11 años, ha dirigido a la prensa desde su captura el sábado.
Todo se remonta a la madrugada del 3 de febrero del presente año, cuando las alarmas se encendieron en la comuna de Licantén, ubicada en la Región del Maule. Una denuncia interpuesta por la familia de Emmelyn dio cuenta de su desaparición.
Un día antes, la niña había salido de su hogar en compañía de su abuelo y de Navarro. Con el pretexto de ir a buscar un supuesto tesoro, el grupo se adentró en el monte, donde el imputado habría golpeado con una pala al adulto mayor para luego huir con la menor.
El sujeto, quien tenía una condena por abuso sexual, se habría ganado la confianza de los abuelos de la pequeña ya que actuaba como un supuesto "brujo" que los ayudaba a realizar "descargas". Así los convenció de la existencia de un tesoro enterrado en el cerro El Quelmen, y que debía ir a buscarlo junto a otra persona y una menor de edad.
Ya decretada la desaparición, comenzó una intensa búsqueda en la zona. Una semana tuvo que pasar para, por fin, dar con el paradero de Emmelyn. La niña estaba viva y en buen estado de salud. El sospechoso fue convencido por su hermana Olga Navarro para terminar con esto y pactar su entrega con la Policía de Investigaciones (PDI).
Dudas
Con todos estos antecedentes, los presuntos oscuros motivos de Navarro parecían bastante claros. Pero nuevos actores en esta historia han puesto un manto de dudas sobre este supuesto rapto.
"Estamos frente a un agresor sexual". Decía el primer perfil psicológico del imputado tras su arresto, elaborado por la PDI, que dio cuenta de forma preliminar del estado mental del hombre. Esto, sumado a una condena de cinco años de cárcel por agredir sexualmente a una integrante de su familia.
Sin embargo, el parte médico descartó un ataque sexual a la menor. Y es que el director del hospital de Curicó -centro donde está internada Emmelyn-, Jorge Canteros, aseguró: "no hay evidencias externas" de una agresión sexual.
Lo anterior, considerando que los hermanos del supuesto secuestrador salieron en su defensa. Olga Navarro sostuvo que ella habló con Emmelyn, quien le aseguró que "no, que José la está protegiendo", sin embargo la pequeña no precisó de quién.
"La niña estaba muy asustada con respecto a que se le cuidara" y que también a ratos la veía "muy tranquila y hasta sonriente". En cambio, según Olga Navarro, su hermano estaba deshidratado y se había desmayado.
Además, descartó que el acusado hubiese atacado a la niña y que él le había dicho que los querían matar a ambos. Sobre el golpe con la pala al abuelo de la pequeña, el presunto captor habría respondido que el adulto mayor era quien quería golpear con esa herramienta a Emmelyn.
Mientras que el hermano del imputado, Florindo Navarro, un día antes de que la menor fuese hallada con vida, explicó la situación afirmando que "coincide que los dos fueron abusados, quizá el intentó rescatarla en cierta manera, no sé, armar un plan de salida, escape".
Cabe recordar que actualmente existe un proceso en curso por abuso sexual en contra de la niña. El 2016, el tío político de la menor (cuñado de su madre) la habría agredido.
Familia de Emmelyn
La familia de la víctima, por su parte, acusa una "red de protección" hacía el imputado. "Se rumoreaba que la familia (de José Navarro) siempre estaba apoyando a este compadre (...) bueno, de hecho, la familia tenía a mi sobrina, de hecho fue ahí el rescate de ella y todo", expuso el tío de la niña, Juan Vergara.
"Para mí, aquí hay algo raro y ojalá que sea todo bien transparente. Los que tengan que pagar paguen", manifestó el padre de Emmelyn, Cristián Canales, quien añadió que el relato de la menor "va a ser crucial".
Por otro lado, precisó que el entorno familiar en el que vive su hija -junto a su madre- gatilló lo que sucedió, por lo que Canales manifestó que él luchará por la tuición de Emmelyn. Mientras que la madre, Sandra Vidal, aseguró que eso no pasará.
De esta pugna incluso se hizo parte el Servicio Nacional de Menores (Sename), desde donde afirmaron que están evaluando solicitar que la menor ingrese a un centro de protección.
"¿Por qué la deje viva?", es lo que tendrá que determinar la justicia. Emmelyn ayer, durante una entrevista que se extendió por cerca de tres horas, prestó declaraciones ante el fiscal regional del Maule, Mauricio Richards, junto a personal de la PDI y un psicólogo de la institución. Diligencia que, se presume, será clave para la investigación.
La formaliazación del acusado se llevará a cabo el martes a las 15.00 horas, donde se indaga el delito de sustracción de menor por el cual arriesga penas de presidio mayor en su grado medio máximo, de 10 años y un día a 20 años. Pueden haber circunstancias que podrían hacer variar la penalidad.