SANTIAGO.- La temporada de designaciones para lo que será el retorno a La Moneda de Sebastián Piñera todavía no termina, y esta semana empezó con el anuncio de quienes serán los nuevos 15 intendentes del país, además de un delegado para la futura Región de Ñuble.
El cargo ha adquirido especial relevancia desde que en diciembre la Cámara de Diputados aprobara la ley que transferirá las competencias de los intendentes a los nuevos gobernadores regionales, que se elegirán democráticamente cada cuatro años. La primera elección tendrá lugar a fines de 2020, junto con las municipales.
Por eso, los analistas esperaban que los intendentes nombrados tuvieran un perfil más político que los elegidos por gobiernos anteriores, y adelantaban que quienes fueran designados entrarían "en campaña" para ser elegidos en 2020.
Ahora, con los 16 nombres sobre la mesa, los análisis se precisan.
"Hay tres que cumplen con el perfil y que podrían ser candidatos. Los otros son intendentes de administración y no son los que van a estar en la papeleta", empieza explicando Marco Moreno, decano de la Facultad de Gobierno de la Universidad Central.
Se refiere al caso de Karla Rubilar (independiente) en la Región Metropolitana, a Jorge Ulloa (UDI) en la del Biobío y a Luis Mayol (RN) en La Araucanía. "Tienen un perfil más político y competencias técnicas, son mediáticos, reconocidos y tienen un capital político que pueden poner a disposición de esa elección", explica.
Un perfil administrativo
La académica del Instituto de Asuntos Públicos de la U. de Chile, Mireya Dávila, define a los otros 13 nombrados como "gente intermedia". "Tienen experiencia, son profesionales y están de alguna forma vinculados a las regiones. Me imagino que Piñera y sus partidos hicieron un trabajo en términos de nombrar gente que tiene probabilidades de hacerlo bien", dice.
Afirma, también, que el factor elecciones pudo haber influido en la designación, en el sentido de que los partidos no quisieran "quemar" figuras muy potentes, porque “si tienen que ser elegidos, pueden perder". El escenario de la futura elección, asegura, es "un puzzle al que no hay cómo anteponerse".
"Es difícil de adelantar qué va a pasar, pero creo que va a tener que ver con la capacidad de liderazgo que tenga cada uno individualmente, la experiencia en términos de manejo y gestión, y el soporte del partido cuando haya elecciones", explica.
Por eso, dice que "no es lo mismo ser independiente que militante". En este caso, cinco de los nombres militan en la UDI, otros cinco en RN, dos en Evópoli, y hay cuatro independientes.
A eso, Moreno agrega que si bien los elegidos son figuras que en general pertenecen a las regiones que administrarán, “tampoco son grandes líderes”. “Son gente conocida en su sector, en sus partidos, pero no tienen un posicionamiento público en toda la región”, explica.
Desliza, además, que la decisión del Presidente electo de no nombrar sólo intendentes políticos se puede relacionar con la intención de que los elegidos no tengan que abandonar sus puestos en dos años, para poder participar de las elecciones. "Probablemente se van a potenciar otros liderazgos y se van a levantar otras candidaturas en este tiempo”, añade.
Una independiente en la Metropolitana
La gran sorpresa, todos concuerdan, fue Karla Rubilar, ex militante de RN y de Amplitud, que actualmente es independiente. Para el director del Centro de Análisis Político de la U. de Talca, Mauricio Morales, su nombramiento constituye una “decisión muy clara” de Sebastián Piñera.
“La intendencia de la Región Metropolitana la estaban pidiendo todos los partidos de Chile Vamos, y Piñera cortó por lo sano: Dejó fuera a todos los aspirantes que militaban y nombró a una independiente que no compitió en las elecciones legislativas. En ese sentido, hace la mejor gestión política, que es no dejar ultra feliz a ninguno, ni dejar furiosos a otros”, explica.
"En la Región Metropolitana hace la mejor gestión política, que es no dejar ultra feliz a ninguno, ni dejar furiosos a otros"
Mauricio Morales
Dice, además, que Rubilar cumple con el perfil para ser candidata en 2020. “Ella viene de una familia muy 'campañera': Su madre fue alcaldesa durante varios periodos y ella mismo tuvo buenos desempeños electorales cuando le tocó ser diputada, por lo tanto tiene un carácter que a Piñera le acomoda mucho”, afirma.
En la región, es conocida la intención del actual intendente, Claudio Orrego, de competir por el puesto de gobernador regional. “Ella va a tener la obligación de cultivar un perfil electoral, porque tiene muy poco tiempo de instalación y está forzada a poner a prueba todo su potencial”, añade.
Los que conocen la elección popular
Una de las figuras que ya se perfila como posible candidato es la de Jorge Ulloa (UDI) en Biobío, debido a que fue elegido diputado por la región en siete ocasiones. Como él, Morales suma el caso de Harry Jürgensen (RN) en Los Lagos, que también llegó a la Cámara en los ‘90. Lucía Pinto, en Coquimbo, actualmente es concejala en su región.
“Tenemos al menos tres intendentes que ocuparon cargos de elección popular, por lo tanto manejan las características socioeconómicas y electorales de cada una de las regiones. Lo mismo podría pensar uno de Juan Manuel Masferrer (UDI) en O’Higgins, que fue candidato a core en 2013 y que también tiene un conocimiento electoral de la zona”, añade.
Aunque el cargo que ocupó no fue de elección popular, Morales también destaca el caso del ex ministro de Agricultura del primer periodo de Piñera, Luis Mayol (RN), quien será intendente de La Araucanía, uno de los tres desginados que, vaticinan, podrían estar en busca de la elección.
“Es quizás el que más llama la atención, porque va a ser la gestión más difícil de todas, a pesar de que en esa región la centroderecha haya tenido un éxito electoral histórico. Lo que tiene que evitar Mayol es que el conflicto mapuche lo sobrepase, porque en ese caso Piñera podría proceder al cambio”, afirma.
Por último, Morales resalta el nombramiento de Jorge Martínez (RN) en Valparaíso por motivos opuestos. El nuevo intendente es abogado y actual vicerrector de la sede en Viña del Mar de la U. Andrés Bello.
“Más que un político, tenemos a una persona con un perfil un tanto más técnico. Lo que quiso hacer Piñera fue equilibrar un poco la balanza política, porque puso a un RN en Valparaíso, a una independiente en la Metropolitana y a un UDI en el Biobío”, finaliza.
