La jueza Luisa Hernández contó cómo fue el proceso de su hija de ocho años.
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SANTIAGO.- Hace ocho años, cuando la jueza de familia Luisa Hernández adoptó a un bebé de seis meses, pensó que había adoptado a un niño. Pero a medida que crecía, notó que a su hijo le gustaba jugar a las princesas y vestirse con su ropa. "Mamá, cómprame una vagina", le dijo una vez.
Se trata del testimonio que presentó este lunes ante la comisión que discute el proyecto de ley de identidad de género y que tiene que resolver si se incluirá a los menores de 14 años en el cambio registral. En la instancia participa la senadora Jacqueline Van Rysselberghe (UDI), el diputado Jaime Bellolio (UDI), el senador Felipe Kast (Evópoli) y el diputado Matías Walker (DC), entre otros integrantes.
En el tercer piso del ex Congreso Nacional, Hernández recordó lo que le decían sobre su hija: "Está explorando", "está jugando" o "se le va a quitar". "En el jardín me preguntaron 'por qué juega a las princesas'. Me decían que podría entrar al taller de fútbol, '¿ha probado el karate?', me preguntaban", relató.
La magistrada la dejaba jugar con su ropa, hasta que le pedía que se la quitara. "No, porque soy una niña. No quiero sacarme la ropa, por favor mami. Mamá, cómprame una vagina. Mamá, me voy a cortar el pene. Mírame, si soy una niña", contó la jueza que le decía su hija.
En el colegio, la menor sufre porque la llaman por su nombre masculino y no le permiten usar el uniforme de niña. Por eso, solicitó a los parlamentarios "que el cambio registral sea un derecho para el niño, no importando su edad cronológica".