SANTIAGO.- Cuarenta y cinco segundos dura el video en que se muestra cómo un grupo indeterminado de personas agrede a dos de los cuatro detenidos, de nacionalidad ecuatoriana, por el homicidio de una mujer en el Barrio República.
Ambos, aparecen rapados, sangrando, vestidos con una polera, en ropa interior, y recibiendo descargas eléctricas, en una de las dependencias del penal Santiago Uno.
Tras viralizarse las imágenes, Gendarmería anunció el traslado de los imputados a la
Unidad Especial de Alta Seguridad, "con el objeto de proteger su integridad", además del envío de los "de los antecedentes al Ministerio Público", e inicio de un sumario administrativo.
Por su parte, el ministro de Justicia, Hernán Larraín, indicó en su cuenta de Twiiter que "la justicia la aplican los jueces y la tortura es una práctica atroz. Todo el rigor de la ley para los asesinos, pero no volvamos a la época de las cavernas".
A la espera de que la institución carcelaria realice una vocería al respecto, programada para el mediodía, el video deja una serie de interrogantes.
1. ¿Quiénes están tras la agresión?
En las imágenes, solo se ven los rostros de los aprehendidos y las manos de quienes les propinan golpes y descargas eléctricas, sin quedar claro quiénes son sus autores. Sin embargo, esta tarde, la Fiscalía Centro Norte formalizará a cuatro internos por las agresiones. No se descarta la participación de más involucrados.
2. ¿Por qué no se cumplieron los protocolos de gendarmes?
De acuerdo a un breve comunicado enviado desde Gendarmería, ayer se "se inició un sumario administrativo para establecer por qué no se cumplieron los protocolos". Estos, relativos a temas de seguridad y vigilancia.
En tanto, el presidente de la Asociación Nacional Funcionarios Penitenciarios (Anfup), Patricio Baquedano, precisó a Cooperativa, que "esto ocurrió en los talleres, en que hay un gendarme para 180 internos. No es posible que este gendarme esté custodiando a una población penal de 180 internos".
3. ¿Por qué había cables colgando?
Otra interrogante es la calidad de la fiscalización que se hace en los espacios. Esto, considerando que en promedio, casi 20 presos son heridos diariamente por otro interno.
4. ¿Por qué no se ha podido controlar el uso de teléfonos al interior de los penales?
Durante el año pasado, Gendarmería requisó 26.366 teléfonos -entre aparatos y tarjetas SIM- de los penales de todo el país. Estos, suelen usarse para mantener contacto con familiares, coordinar actividades ilícitas, como tráfico de drogas y estafas, o, como quedó plasmado, grabar distintas situaciones en la cárcel.
El tema del uso de estos aparatos ha sido discutido por distintas autoridades y administraciones. Sin embargo, aún no se ha aplicado una solución concreta.
5. ¿Por qué se filtró?
Considerando el número de equipos incautados, y violencia que se vive dentro de los internos, queda en el aire por qué se hizo público este ataque y no otro. ¿Influyó solo el delito por el que son investigados o también la nacionalidad de los imputados?
