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Las razones que tendría Francisco para confiar a los obispos auxiliares de Santiago la misión de renovar las diócesis

Cuatro de los cinco administradores apostólicos que ha dispuesto Francisco para hacerse cargo de las vacantes dejadas tras sus acogidas de renuncia, vienen de la arquidiócesis liderada por Ezzati.

28 de Junio de 2018 | 16:20 | Por Tomás Molina J., Emol
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El Mercurio
SANTIAGO.- Ya son cinco las renuncias de obispos chilenos que el Papa Francisco ha decidido acoger. Sin embargo, nadie se aventura a señalar que serán las últimas.

Primero, el 11 de junio, se conoció que Juan Barros, Cristián Caro y Gonzalo Duarte debían abandonar sus respectivas diócesis, hoy el Vaticano anunció que a ellos se suma Alejandro Goic y Horacio Valenzuela.

Al mismo tiempo en que se anunciaron dichas salidas, la Santa Sede nombró a quienes tendrán la misión de ocupar, hasta ahora de forma transitoria, como administradores apostólicos, las vacantes dejadas por los presbíteros mencionados. Jaime Concha en Osorno, Ricardo Basilio en Puerto Montt, Pedro Ossandón en Valparaíso, Fernando Ramos en Rancagua y Galo Fernández en Talca, serán los reemplazantes.

De los cinco, Concha, Ossandón, Ramos y Fernández son obispos auxiliares en ejercicio de la arquidiócesis de Santiago, la cual está liderada por el cardenal Ricardo Ezzati, quien es apuntado por las víctimas de Fernando Karadima como encubridor de los abusos perpetrados por el ex párroco de El Bosque.

De hecho, expertos vaticanistas sostienen que el Papa eventualmente podría aceptar la salida de Ezzati –junto a otras- durante los próximos días. Un antecedente que refuerza esto es que el arzobispo ya cuenta con la edad límite de 75 años para seguir ejerciendo en su cargo.

Los cuatro administradores apostólicos que trabajan como obispos auxiliares de Santiago fueron ordenados como tales por Ezzati, y llevan varios años trabajando bajo su mandato. Pero, según explicaron a Emol algunos teólogos, la presunta cercanía que tendrían con el cardenal no son la razón de porqué el Papa ha puesto sus ojos en ellos.

Experiencia y juventud


Para el teólogo y doctor en filosofía de la Universidad de Chile, Álvaro Ramis, lo que Francisco busca es que quienes tomen el relevo de los obispos salientes sean presbíteros "ya con algo de experiencia, pero que no han sido titulares en diócesis, y eso es lo que ha encontrado aquí en la diócesis de Santiago".

Misma impresión es la que tiene la teóloga de la Universidad Católica, Claudia Leal. "Los obispos auxiliares de Santiago son candidatos naturales al rol de administrador apostólico, porque tienen una cierta experiencia ya de las labores propias de un obispo", comentó.

Y agregó: "Además, me parece que en un cierto sentido, ponerlos en una diócesis que no es Santiago, cumple una cierta descentralización. No creo que un obispo auxiliar de Santiago termine convertido en administrados apostólico de Santiago",

"Los obispos auxiliares de Santiago son candidatos naturales al rol de administrador apostólico, porque tienen una cierta experiencia ya de las labores propias de un obispo".

Claudia Leal
Por otro lado, recalcó Ramis, "el Papa juega con las cartas que tiene en la mesa, las va moviendo". Y es que en la Iglesia chilena, señaló, "no hay una nueva camada de obispos que empiecen a ejercer", lo que dificultaría la tarea del Sumo Pontífice para buscar nombres frescos.

Además añadió que entre Concha, Ossandón, Ramos y Fernández "calzan varias cosas (…). Son gente que combina la experiencia pastoral con cierta juventud, todos cercanos a los 60 años de edad".

Sumado a ello, continuó, "tienen un currículum más intachable, debido a que no han ejercido en otras tareas, y, por lo tanto, pueden asumir rápidamente" en los cargos dispuestos por el Papa Francisco.

Decisiones a goteo


Cuando hace algunas semanas se conoció la salida del cuestionado obispo Barros de Osorno, junto con las de Caro y Duarte de Puerto Montt y Valparaíso, respectivamente, vaticanistas afirmaban que éstas no serían las únicas renuncias que se aceptarán, y que la tónica de Francisco sería anunciar nuevas dimisiones de forma esporádica.

Hipótesis que se confirma, en parte, tras lo informado hoy por el Vaticano. Y es que, según Alejandro Álvarez, abogado y vocero de Voces Católicas, "este es un proceso de muy largo aliento. El Papa está haciendo un análisis muy minucioso (…). Para que las decisiones sean correctas, se está tomando todo el tiempo que necesita para formarse la convicción de a quién le acepta la renuncia, por qué razones y a quién pone como administrador en su lugar".

"Cuando hay un manto de sospechas generalizado, es difícil hacer nombramientos, porque tiene que sondear a los candidatos, no puede caer en errores no forzados. Hoy día el Papa necesita una nueva generación de sacerdotes que pasen a ejercer roles episcopales para poder llenar las vacantes que van a ser muchas".

Álvaro Ramis
"A mí me da mucha tranquilidad que así suceda, aunque el efecto masivo es que parece que esto nunca se acaba. Es como una herida abierta por mucho tiempo. Vamos a tener que acostumbrarnos a eso, hasta que ya estén aceptadas todas las renuncias que el Papa va a aceptar y nombrar todos los nuevos cargos", añadió.

Para Ramis, otra razón que tendría Francisco para tomar estas decisiones "a goteo" es que " que tiene dificultad de candidatos, que es una realidad. Tiene que moverse con las cartas que tiene, con las posibilidades de designación de obispos que tiene, con el clero que hay".

"Cuando hay un manto de sospechas generalizado, es difícil hacer nombramientos, porque tiene que sondear a los candidatos, no puede caer en errores no forzados. Hoy día el Papa necesita una nueva generación de sacerdotes que pasen a ejercer roles episcopales para poder llenar las vacantes que van a ser muchas", agregó.

Decisiones sobre la marcha


Para los expertos, hay ciertas acogidas de renuncia que están más o menos claras por el Sumo Pontífice, como las de los presbíteros cercanos a la figura de Karadima. Ya con la salida de Barros y de Valenzuela, esperan que las dimisiones de los Tomislav Koljatic de Linares, y de Andrés Arteaga como auxiliar de Santiago, se concreten. Este último, considerando que, producto de su estado de salud, ya no se encuentra en ejercicio.

Sin embargo, hay otras dimisiones, como las de los obispos Caro, Duarte y Goic, que calzan con hechos que los involucran y que han salido a la luz durante las últimas semanas, los que tienen que ver con denuncias de encubrimiento o casos donde no se ha actuado con la celeridad adecuada

En ese sentido, Álvarez aclaró que en ocasiones Francisco debe actuar sobre la marcha, ya que aparecen "datos nuevos, que no sé si el Papa los tenga. Evidentemente él tiene antecedentes, y los nuevos tiene que incorporarlos y sopesarlos".

Según Ramis, a los obispos que ya superaron la edad de 75 años para seguir ejerciendo y que han sido cuestionados, como el caso de los tres mencionados, quienes "hubieran tenido que salir igual", lo que se hace es ir "acelerando los cambios (…). Las únicas renuncias que tiene claras, y todos sabemos que tiene que operar, son las de edad".
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