SANTIAGO.- Tras dos días de juicio, y la declaración los dos testigos en el caso, el abogado de las familias de los chilenos detenidos en Malasia por homicidio, Jorge Bofill, destacó los puntos claves de las audiencias.
Hace casi un año, Felipe Osiadacz (28) y Fernando Candia (30) fueron detenidos por un confuso incidente en un hostal del país asiático. Esta semana, entregaron su versión de los hechos el recepcionista del recinto y el policía que más tarde llegó. Ambos testimonios respaldaron, a juicio del abogado, la teoría de una legítima defensa.
De acuerdo a Lim, el recepcionista, el fallecido, que era un hombre vestido de mujer que ejercía el comercio sexual callejero, llegó hasta el hostal Star Town Inn persiguiendo a Candia.
"La mujer, evidentemente alterada, le pedía dinero con insistencia a Fernando El hostal está a menos de diez minutos del centro de la ciudad, en un barrio donde hay bastante prostitución y en el cual, según testimonios locales, no es raro que los pasajeros de hostales cercanos sean acosados por prostitutas que le piden dinero", dijo Bofill, respecto a lo señalado ante el tribunal.
La discusión pasó a los golpes y, para evitar ser agredidos con un trozo de vidrio que había saltado de un espejo quebrado, Candia y Osiadacz lo inmovilizaron.
Así también, Lim reconoció que los chilenos le pidieron llamar a la policía, y que solo lo hizo cuando la pelea desencadenó en la agresión física. La policía, explicó Bofill, tardó 30 minutos en llegar, pese a que el cuartel está a cinco minutos de distancia.
"El policía tardó otros 15 minutos en constatar los signos vitales del "ladyboy" y recién ahí comprobó que había fallecido. También constató que Felipe había resultado con múltiples heridas en su cara y su cuerpo". Esta tardanza, fue confirmada por el uniformado.
La pena de muerte
Según explicó el abogado, "la defensa no sabía qué iba a decir, porque en el sistema de Malasia no se conocen las declaraciones de los testigos sino hasta el juicio".
Y bajo esa línea, se refirió sobre la pena de horca que era considerada como una opción: "Estas declaraciones permiten augurar que la amenaza de la pena de muerte de la que se ha venido hablando se aleja de un probable resultado del juicio".
Bofill se refirió además el escenario que podrían enfrentar los chilenos: "Aquí lo que hubo es una agresión violenta de parte de la persona que resultó fallecida y ante la cual ellos se defendieron. Uno podrá discutir si esto configura o no una legítima defensa, en cuyo caso ellos debieran ser absueltos o si en el peor de los eventos uno podría hablar de una muerte accidental".
De condenarse por esto último, las penas que podrían ser impuestas "son muy menores. Estamos hablando de una pena de prisión muy baja o eventualmente solo una pena de multa". Sea cual sea el resultado, las partes pueden apelar.
Actualmente el juicio está suspendido hasta el 27 de agosto, periodo en el que el fiscal podrá decidir si mantiene o no la calificación del caso. Falta además que los dos chilenos declaren y cuenten su versión de los hechos.