SANTIAGO.- Este viernes, el senador de Evópoli Felipe Kast dio una charla en Montevideo, Uruguay, en la que habló sobre el nuevo liberalismo del siglo XXI y luego, en entrevista con el medio local El País, explicó también sus diferencias con la izquierda.
"El liberalismo de la década de los 80, de los 90 tenía que ver básicamente con la economía. El liberalismo que hoy estamos enfocando tiene que ver con la justicia social. Hoy día la principal reforma estructural que está haciendo Sebastián Piñera en Chile tiene el desafío de poner a los niños primero en la fila. Es una concepción de justicia", señaló el parlamentario.
Y continuó: "Claramente el socialismo real fracasó en todo el mundo y se fue adaptando. Incluso en Chile llegó un socialismo liberal, que fue el de Ricardo Lagos. Ese socialismo liberal se vio encarnado en cuatro gobiernos de la Concertación. Por lo tanto, hoy día el liberalismo del siglo XXI tiene mucha relación con poder enfrentar la mirada de la izquierda populista".
Al ser consultado sobre las diferencias que tiene la propuesta de justicia social del nuevo liberalismo con lo que plantea la izquierda, Kast es categórico.
"Para nosotros, la justicia se basa muy fuerte en lograr una igualdad, pero distinta a la de la izquierda. La igualdad en los niños, invertir en ellos. La gran diferencia con la izquierda es que la izquierda nunca se plantea elegir quién va primero. Le dice a todos que sí. Ese es el populismo. Al final mienten, terminan diciendo que van todos primeros en la fila y al final no va nadie", expuso el parlamentario.
Asimismo, agregó que "la focalización de los recursos sociales en quienes más lo necesitan es un elemento fundamental, y eso a la izquierda no le gusta. Porque al final queda mal con un grupito de interés que le interesa tener para ganar las elecciones. Esa es la izquierda populista. La izquierda responsable de Lagos sí sabe elegir, sí sabe decir 'a usted no le toca'".
En esa misma línea, siguió su explicación diciendo que "el liberalismo del siglo XXI tiene que abrazar esa diversidad con mucha fuerza. No puede, por ejemplo, discriminar a alguien por ser homosexual. No puede tomar eso como una amenaza, eso de querer homogeneizar a la sociedad es completamente antiliberal. Culturalmente tenemos que entender que el triunfo de la libertad está justamente en la diversidad de la sociedad".
A raíz de su última respuesta, le preguntaron: ¿Cómo armoniza esta posición liberal de aceptar la homosexualidad o el matrimonio igualitario con la posición que tiene la Iglesia Católica?
"Un católico como yo debe comportarse como la Iglesia Católica le pide. Pero resulta que yo no vivo en un país donde hay solamente católicos. Cuando legislo no puedo hacerlo solamente para los que son como yo. No estoy pidiéndole a la Iglesia Católica que dentro de una iglesia case a una pareja homosexual, estoy pidiéndole a la sociedad civil que tenga un instrumento para que dos personas homosexuales se puedan casar, amarse y formar una familia", respondió.
Y finalizó añadiendo que "sí creo que ojalá la Iglesia algún día pueda avanzar también en hacerlo dentro de su iglesia. Pero eso le corresponde al Papa y a los obispos reflexionarlo".