SANTIAGO.- Más de una decena de seminarios y conversatorios se han realizado esta semana, y otros tantos se concretarán este viernes, para conmemorar los 30 años del plebiscito de 1988, instancia en la cual la ciudadanía determinó el triunfo del No y con ello el fin de la dictadura encabezada por Augusto Pinochet.
Han sido días de reflexión en el país, en los cuales todos los sectores políticos se han detenido a analizar los efectos del regreso de la democracia y el rol jugado por cada uno durante la transición. En ese contexto, desde el Frente Amplio (FA) aprovecharon el momento para advertir sobre los errores y deudas que persisten desde esa época.
Así lo retrató el jefe de bancada de RD, Miguel Crispi, quien cuestionó a quienes formaron parte de la Concertación. En una columna que publicó El Mercurio, el parlamentario lamentó que la efeméride se haya transformado en una especie de "reprimenda" de los complacientes de ese bloque a los flagelantes y críticos de su gestión.
"Los complacientes aprovechan de hacer una crítica más o menos velada a las nuevas generaciones que no reconocen sus logros y los critican por no haber sido capaces de (o no haber estado dispuestos a) cambiar ciertos elementos de la herencia de la dictadura en los largos años de transición", añadió.
En esa línea, Crispi subrayó que "mi generación es hija de la dictadura, la mayoría de nosotros no la sufrimos, pero vivimos en un país que heredó sus reglas del juego. Son estas reglas las que criticamos y también a las fuerzas políticas que, bien avanzada la transición, no pusieron en cuestión el carácter neoliberal de nuestra sociedad".
Según el legislador, "somos una generación que lucha por el futuro y que para hacerlo intenta aprender de lo que se hizo y lo que no se hizo en el pasado. Nos piden que seamos justos, que valoremos lo avanzado. Somos muchos los que lo hacemos, pero no es nuestra tarea hacer apología de época".
En tanto, en medio de un seminario titulado "Desafíos democráticos a 30 años del NO", el diputado del PH, Tomás Hirsch, recordó que "el 5 de octubre fue de la gente, el 6 fue de las cúpulas. Vi a miles de personas bajando por Providencia a celebrar, pero adentro de una oficina había una conversación de surrealismo puro".
"Se hablaba de cómo detener a esta gente que se está moviendo, porque había que mantener bajo control la situación. El 6 de octubre me quedó claro que teníamos distintas miradas", dijo, rememorando la participación de su partido en los inicios de la Concertación.
Reproches a la Concertación
El ex candidato presidencial señaló además que "cuando se discutió el programa del segundo gobierno, se hizo evidente que se estaban desviando del compromiso original. Los Humanistas nos retiramos de la Concertación y nos dijeron que estábamos locos (…) ya estaba instalado el germen de con qué se iba a quedar cada uno".
"Había un pueblo con ganas de que la democracia no fuera solo sacar a la dictadura, sino que tenía que tener un contenido: terminar con la Constitución del ‘80, recuperar las empresas privatizadas, anular la Ley de Amnistía y otras cosas que quedaron en el camino. Fue una transición con concesión y eso le hizo mucho daño al país", fustigó.
La misma idea planteó el diputado del Movimiento Autonomista, Gonzalo Winter, quien sostuvo que "ninguna generación tiene derecho a hacer leyes férreas o intocables para la generación siguiente. Por lo tanto, no hay soberbia de nuestra parte cuando decimos que queremos revisar políticamente lo que fue el periodo de la transición".
"Ante el 5 de octubre tenemos dos posibilidades: O relajarnos y ver la franja o hacer análisis políticos para el futuro. ¿Cómo es el país que queremos? No es tan complicado, queremos un país donde se reparta el poder, una democracia no solo de procedimientos, sino que de resultados", agregó.
Por ello, Winter llamó a "distinguir qué pasó ese 5 de octubre y el 6 de octubre. Las cúpulas concertacionistas generalmente aluden a la dictadura solamente desde sus medios, tortura, asesinato, violación de DD.HH., exilio. Critican sus medios pero no sus fines, que es la instalación de un modelo neoliberal".
La misma visión planteó la presidenta del partido Poder, Karina Oliva, quien indicó que durante la conmemoración del plebiscito es necesario reflexionar "para resolver la deuda que tenemos con Chile en materias de derechos sociales y económicos, para que de verdad surja una sociedad empoderada y dialogante desde la gente".
Finalmente, la dirigente señaló que "cuando hay temas pendientes y amarres a más de 30 años del plebiscito heredados de la dictadura, quiere decir que es tiempo de resolver la deuda que tenemos con el país, con los millones de chilenos y chilenas".