SANTIAGO.- Un duro revés tuvo ayer el contralor general de la República, Jorge Bermúdez, luego que la Corte Suprema declarara ilegal la renuncia que cursó hace casi cuatro meses a la subcontralora Dorothy Pérez, nombrando días después a María Soledad Frindt en ese cargo.
El hecho generó una arremetida judicial de parte de la afectada que se zanjó con el dictamen de hoy, que ordenó definitivamente su restitución.
"Solo me corresponde decir que Contraloría acata y cumple los dictámenes de la justicia", señaló tras el fallo del contralor, agregando que "la señora Dorothy Pérez se reintegrará de acuerdo a las normativas de la ley y se le brindará todos los medios para realizar su trabajo". Aclaró además que Frindt volverá a desempeñarse como jefa del comité de finanzas públicas de la institución.
Complejo escenario
Bermúdez descartó dejar el cargo tras el fallo de la Suprema. Expertos en la materia consultados por Emol concuerdan con que el contralor quedó en una situación incómoda, pero difieren en si debe dejar su puesto.
Según el director ejecutivo del Instituto de Estudios de la Sociedad (IES), Claudio Alvarado, "parece inevitable que renuncie". "Él está a cargo de velar por la legalidad de los actos del Estado ¿Qué autoridad tendría para hacerlo luego de este fallo?", señaló.
"Parece inevitable que renuncie. Él está a cargo de velar por la legalidad de los actos del Estado ¿Qué autoridad tendría para hacerlo luego de este fallo?".
Claudio Alvarado
"Queda absolutamente debilitado. El máximo tribunal del país confirma que su interpretación de las leyes era errada.
La ley podría gustarnos o no, pero mientras rija debe ser cumplida, y la Corte Suprema dice que Bermúdez no lo ha hecho", agregó Alvarado, además de manifestar que la relación entre Bermúdez y Pérez
"se tensionó hasta un extremo difícilmente proyectable en el tiempo".
La opinión del académico de la facultad de Derecho de la Universidad Alberto Hurtado, William García, es distinta. "Sería un despropósito que el contralor renunciara, menos aún con este fallo. Él (Bermúdez) todavía puede determinar con qué recursos, con qué personal, en qué lugar y dónde va a trabajar esta subcontralora. Eso va a significar que él puede arreglárselas sin ella".
Por lo mismo, García comentó que la existencia de un ambiente tensionado al interior de la institución "es bien relativo, eso depende de que ella (Pérez) pueda ejercer poder dentro de la Contraloría y eso yo lo veo bien difícil".
"Menos aún debe renunciar ahora, porque eso significaría decir que perdió toda autoridad y yo creo que eso no es así. Lo que pasa es que se le mete una cuña en la institución, pero él sigue pudiendo manejar toda esta institución. Va a tener una especie de espina en su gestión, pero el resto de su trabajo sigue siendo bueno", recalcó el académico.
"Su permanencia en el cargo va a depender de la "prudencia política que exhiba de ahora en adelante, que honre el fallo de la Suprema y que efectivamente actúe con el mayor respeto y consideración con la subcontralora".
Javier Couso
En tanto,
Javier Couso, profesor de derecho constitucional de la Universidad Diego Portales, comentó que desde el punto de vista político Bermúdez queda "en una situación muy deteriorada". Esto pues la Suprema le dice que "actuó ilegalmente y él es una de las autoridades más importantes para declarar la ilegalidad dentro de la administración".
Pese a ello, aseguró que aún es muy anticipado hablar de una posible salida y que todo va a depender de la "prudencia política que exhiba de ahora en adelante: que honre el fallo de la Suprema y que efectivamente actúe con el mayor respeto y consideración con la subcontralora".
Si es así, continuó, "eventualmente esto podría terminar en una situación en que este inédito y desagradable episodio quede en el olvido". Aunque "por supuesto que esto es algo políticamente dinámico y puede evolucionar mal y eventualmente ser insostenible", expresó.
El Fallo
Respecto al fallo propiamente tal, García afirmó estar sorprendido e indicó que "no me esperaba esto del máximo tribunal. Pensé que la Suprema iba a llevar cordura a lo que había fallado la Corte de Apelaciones. El fallo es absurdo".
Y es que, para él, más allá de las razones que haya tenido el tribunal para resolver como lo hizo, se deben primar los "efectos negativos" para la institución que esto pueda acarrear.
Mientras que Couso lo calificó como un falló "inédito" y de la más alta importancia. "Inédito por las autoridades que están en juego y porque echa abajo la tesis del contralor general de la República que es una de las autoridades constitucionales encargadas de interpretar la legalidad de los actos de la administración".
Pero enfatizó en el punto de que esto no se trató de "un error grosero" del contralor, ya que existía una contradicción en la ley orgánica de la Contraloría, específicamente entre el artículo 3 y 4 de esta. Mientras el primero establece que todos los empleados del organismo (incluida la subcontralora) son de exclusiva confianza del contralor, el segundo indica que tanto el contralor como la subcontralora son inamovibles. "Había un choque, una colisión entre estos dos artículos de la propia ley", dijo.
Entonces, insistió Couso, el verdadero error está en "el legislador que cambió la ley orgánica, en el sentido de no haber despejado inmediatamente esa posible antinomia. Esto (el caso), insisto, era algo opinable jurídicamente, aunque el fallo deja al contralor en una situación muy compleja, ya haciendo un análisis institucional y no jurídico".