SANTIAGO.- "Creemos firmemente en los derechos humanos de los migrantes, pero no en que migrar sea un derecho humano", dijo el subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, marcando las "profundas diferencias" del Gobierno con el Pacto Mundial para la Migración que impulsa la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Con esa frase, la autoridad confirmó la ausencia de nuestro país en la cumbre que se realizará este lunes y martes en Marruecos, en la que se ratificará el respaldo de más de 180 países a la iniciativa, que busca proteger a las personas que abandonan sus países de origen en búsqueda de seguridad y nuevas oportunidades.
Entre los argumentos esgrimidos por Ubilla, está que el acuerdo busca el establecimiento de "procedimientos accesibles y expeditivos que faciliten la transición del estatus irregular al regular" en el país de destino, lo cual a juicio del Ejecutivo está
"absolutamente en contra" con la política migratoria que pretende llevar a cabo el Presidente Sebastián Piñera.
"Cuando hablamos de migración regular y ordenada, estamos diciendo 'bienvenidos los migrantes que cumplen con los requisitos' que la normativa establece para que trabajen o estudien en Chile. Si se es ambiguo entre la regularidad e irregularidad, entonces estamos diciendo que da lo mismo llegar en una condición u otra. Eso no puede ser", dijo.
Los otros puntos del pacto que rechaza son el "aumentar la disponibilidad y flexibilidad de las rutas para la migración regular"; "abordar y reducir las vulnerabilidades de la migración; "proporcionar a los migrantes servicios básicos", y "eliminar las formas de discriminación y promover un discurso con base empírica para modificar las percepciones de la migración".
Asimismo, el "colaborar para facilitar el regreso y la readmisión en condiciones de seguridad y dignidad, así como la reintegración sostenible", lo cual significaría que el Estado receptor se debe hacer cargo del retorno del migrante. "Esto es un deber del Estado al cual retornan y sin su anuencia, no sería posible realizar ninguna acción", dicen desde el Ejecutivo.
Las críticas en el mundo
Hasta ahora, al igual que Chile, Estados Unidos, Austria, Hungría, Polonia, Estonia, Bulgaria, República Checa, Israel, Australia, Italia, Bulgaria, Eslovaquia, Suiza, Lituania y República Dominicana se han desmarcado del pacto, argumentando que es incompatible con su soberanía o que podría tener un efecto de incitación de la inmigración ilegal.
Se trata de países eminentemente receptores de inmigrantes, los cuales advierten que pese al carácter no vinculante del pacto de la ONU, este puede generar compromisos políticos en detrimento de la soberanía de los Estados y que no establece una diferencia entre migrantes regulares e irregulares.
El primero en retirarse fue EE.UU. en junio de 2017, con el argumento de que el acuerdo contiene cláusulas que no son acordes con la política migratoria del Presidente Donald Trump. Ayer, Washington acusó a la ONU de tratar de promover
"la gobernanza global a expensas del derecho soberano de los Estados a controlar sus sistemas de inmigración".
En tanto, en Austria, el canciller federal, Sebastian Kurz, explicó que "para nosotros es importante no adquirir un compromiso de derecho internacional consuetudinario, por lo que hemos decidido que no nos uniremos al pacto (…) Hay algunos puntos que vemos de manera crítica y donde tememos una amenaza a nuestra soberanía nacional".
En otros países que han respaldado la iniciativa de Naciones Unidas, se han producido fuertes divisiones internas. Por ejemplo, en Bélgica, los nacionalistas flamencos de la Nueva Alianza Flamenca (N-VA) se retiraron de la coalición de gobierno en rechazo a la decisión del Primer Ministro, Charles Michel, de ir a la cumbre de Marrakech para rubricar el texto.
En Francia -que será representada en la cita de Marrakech por el secretario de estado de Asuntos Extranjeros, Jean-Baptiste Lemoyne, aunque se esperaba antes la presencia de Emmanuel Macron- los ultraderechistas representados por su líder Marine Le Pen llamaron a sus pares europeos a crear un bloque en contra del pacto.