SANTIAGO.- Una movida gestión tuvo el ministro Haroldo Brito mientras se desempeñó como presidente de la Corte Suprema.
A días de dejar el cargo que asumió hace dos años, el magistrado abordó los cinco hechos que, a su juicio, impactaron de mayor manera, tanto al interior del Palacio de Tribunales, como también en la sociedad.
"Fueron dos años que tuvieron muchos sucesos que ocuparon la atención y preocuparon al tribunal. Seguramente el tema de la acusación constitucional del 2018 fue uno de los más fuertes", detalló.
Fue el año pasado cuando parlamentarios de oposición, liderados por el Frente Amplio, presentaron la acción contra contra los ministros Carlos Künsemüller, Hugo Dolmestch -quien ya dejó el Poder Judicial tras jubilar-, y Manuel Valderrama, por fallar a favor de otorgar libertades condicionales a ex uniformados condenados por crímenes de lesa humanidad, razón por la que algunos legisladores acusaron un "notable abandono de deberes".
La acusación terminó por ser rechazada. El caso fue tildado por Brito como un tema de alta complejidad, ya que se pasó a llevar la autonomía de la jurisdicción al cuestionarse el contenido de las sentencias.
"Tiene ese carácter de fuerte, porque la acusación quería discutir potestades jurisdiccionales y eso es una cuestión básica. La autonomía de los tribunales de la jurisdicción se cautela precisamente a través de la imposibilidad de cuestionar, a través de la imposibilidad de responsabilizar por las opiniones vertidas en las sentencias", acotó.
Rancagua, TC, crisis y Constitución
Otro hecho que impactó al mundo judicial fue el de las denuncias, investigadas interna y penalmente, contra tres jueces de la Corte de Apelaciones de Rancagua. Dos de ellos terminaron siendo removidos y formalizados, mientras que el tercero falleció.
Sobre ello, el presidente de la Corte detalló que se mantiene en curso el proceso para llenar las vacantes dejadas en el tribunal de alzada: "Está la Corte en un proceso para llenar vacantes a lo largo de todo el tribunal, no se exactamente la fe cha que le toca a Rancagua, pero se están haciendo ternas (...) Está dentro de un proceso que tiene que tener unos tiempos, porque tiene muchísimos candidatos".
En tercera línea, Brito se refirió a los roces que en octubre del año pasado tuvo su tribunal con el TC por temas de competencia: un fallo de la Suprema habría la posibilidad de revisar los fallos de este último mediante acciones constitucionales, lo que fue descartado tajantemente por el TC.
"Fue difícil de comprender para muchas personas y se obtuvieron opiniones muy fuertes. Eso no era más que una cuestión de competencia, no significaba más que los tribunales estaban entendiendo sus potestades de un modo distinto y eso es un fenómeno corriente, frecuente", aseguró.
Y continuó: "Manifestamos desde el primer día que esas situaciones tendrían que ser corregidas con las sentencias que vendrían, y eso es lo que ha estado ocurriendo, pero fueron unos días de muchísima tensión".
Poco días después, el país enfrentó el estallido de la crisis social, el 18 de octubre, repercutiendo el aumento de detenidos en los tribunales de justicia, ya que es en dichos lugares donde se controlan las aprehensiones y formaliza a los imputados. De acuerdo a Brito, el Poder Judicial estuvo a la altura.
"Manifestamos desde el primer día que esas situaciones tendrían que ser corregidas con las sentencias que vendrían, y eso es lo que ha estado ocurriendo, pero fueron unos días de muchísima tensión".
Haroldo Brito sobre conflicto con el TC.
"Los tribunales de justicia tenían que trabajar normalmente y eso yo creo que lo conseguimos en muy buenos términos (...) lo que era esencial era atender en su momento en donde era importante, entregar una resolución de carácter jurisdiccional. Eso tuvo lugar, y eso contribuyó al mayor conocimiento de lo que realmente pasaba y generó la sensación de protección que es lo que tiene que dar la jurisdicción. Y las personas creo que ganaron confianza en esos momentos", reflexionó.
Al interior de la Corte también se valoran los trabajos desplegados para car mayor transparencia en la información recopilada desde el estallido de la crisis. De hecho, internamente se está trabajando en una plataforma que contenga y ordene los datos.
A raíz de la crisis también se pactó políticamente un acuerdo para la creación de una nueva Constitución, proceso que impactará directamente la gestión desempeñada en tribunales.
2Años dura el cargo de presidente de la Corte Suprema.
Brito recordó que el tribunal destacó la importancia de pactos para establecer mejores condiciones de convivencia, señalando que la Corte participará en el proceso revisando las reclamaciones que puedan surgir.
"La Corte incluso está consciente ha sido involucrada por el legislador a los efectos de atender una eventual demanda de irregularidad en el procedimiento de discusión de las normas constitucionales. Se gestó ese mecanismo y se radicó en esta Corte precisamente el velar por la regulaidad. De manera que la Corte está involucrada y va a participar en un proceso que es verdaderamente importante", concluyó.
Será el próximo lunes 6 de enero el día en que el ministro Guillermo Silva llegará a las dependencias del Palacio de Tribunales como el nuevo presidente del tribunales. A las 13:00 se hará la ceremonia respectiva.