El antes y después de la iglesia. Fotografía compartida por el diputado de la zona Alejandro Bernales.
Twitter @abernales
"Una parte de la historia y de la memoria de Chiloé fue destruida por las llamas". Así se refirió la ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Consuelo Valdés, sobre la total destrucción de la
iglesia San Francisco de Ancud producto de un voraz incendio.
Y es que efectivamente era una insignia de la tradición local y uno de los mayores atractivos turísticos de la Isla Grande de Chiloé.
Era una de las 152 iglesias de la
Escuela Chilota de Arquitectura Religiosa en Madera, un tipo de edificación que data del siglo XVII, de las cuales 16 de ellas perduran hasta hoy -desde el año 2000 y 2001- como
Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. De hecho, la secretaría de Estado las cataloga como
"un tesoro intangible".
Según un inventario del Ministerio, las características que tienen en común estas iglesias son sus torres fachada; fábrica tipo galpón; tres naves; bóveda de cañón corrido; y su ubicación, frente a una explanada, plaza o atrio y relación con cementerio y/o casa ermita.
Son refugios para celebraciones vinculadas a la Iglesia Católica a cargo de la organización religiosa local y su cuidado es responsabilidad de la comunidad en general.
Los tipos de maderas que se utilizan para su construcción son coihue, luma y ulmo (eficientes en las estructuras en general, por soportar la salinidad y humedad); mañío (se emplea en los interiores por ser más blanda, liviana y de alto valor estético); alerce y ciprés (se utilizan en revestimientos interiores y en la ornamentación de los templos y para los exteriores, pues su composición resinosa y sus largas vetas de fibras hacen que el agua escurra).
Monumento Histórico
La iglesia San Francisco, ubicada en la parte norte de la comuna, se encontraba en proceso de ser declarado como Monumento Histórico Nacional desde 2016, cuando el Consejo solicitó de manera unánime la propuesta.
La Opinión de Chiloé de ese año consignó que la iglesia "comenzó su construcción a inicios del siglo XX, probablemente alrededor de 1906. Es un fiel exponente del estilo neoclásico constructivo chilote con tejuelas de alerce y una torre-fachada hexagonal, ostentando una nave principal de techo abovedado soportado por columnas cilíndricas dóricas internas con arcos de medio punto".
El medio también agregó que "el edificio fue un importante lugar de congregación de la ciudad tras el terremoto de mayo de 1960, de hecho, una gran cantidad de ancuditanos y ancuditanas se congregaron en los lugares altos como el del frontis de la Iglesia".
"La actual construcción vino a reemplazar al anterior templo de dos torres que se ubicaba en las inmediaciones de ese terreno, y de las que se conservan pocos registros", añadió.
