SANTIAGO.- "Lo que está ocurriendo es lo más sano: que, en la medida en que las restricciones a las libertades de las personas disminuyen y ya no son necesarias en tal intensidad, estas regiones y ciudades van recuperando algo que se asemeja, que es un pálido espejo de lo que era la normalidad antes de la crisis del covid".
Fueron las palabras que emitió el ministro de Salud, Jaime Mañalich, durante la conferencia de este lunes, pocas horas después de que asegurara en radio Cooperativa que la "nueva normalidad" "está llegando en forma heterogénea al país, de acuerdo a la situación epidemiológica de cada región".
"Punta Arenas tuvo el brote más importante de Chile, con la mayor incidencia, el mayor número de casos en relación a su población; ellos tuvieron una cuarentena de cinco semanas, con un cordón sanitario, con restricciones muy severas; esa cuarentena pasó y, si uno va a Punta Arenas hoy día, en la práctica, están en una nueva normalidad", dijo.
Tanto en la ciudad austral como en Osorno, Temuco, Padre Las Casas, Talca, Chillán y Arica, según el ministro, la gente ha "retomado formas de nueva normalidad". "Significa un aumento en las libertades personales, un aumento en la actividad comercial, del trabajo, de la posibilidad de que cada uno se gane el pan de cada día, cosa que en Santiago hoy día es muy difícil", añadió.
Sus palabras generaron reacciones de inmediato, sobre todo por la reaparición de un concepto que ya generó polémica en una primera instancia, hace semanas. Para el ex subsecretario de Salud Públic, Jaime Burrows, usar entonces el término "nueva normalidad" se trató de "un error en el discurso" que "transmitió una confianza a un retorno a una normalidad que quizás era muy pronto para llamarla".
A eso se suma la preocupación por la situación de la Región Metropolitana, que concentra la mayor parte de los contagiados y fallecidos, y cuyas unidades de cuidados intensivos ya se encuentran, según los reportes entregados, prácticamente a tope.
El temor a que la situación "se vuelva crítica también en otras zonas"
"No es el momento para relajar medidas en regiones", aseguró el médico internista del Hospital Sótero del Río y director de América Transparente, Juan Carlos Said. "Es insostenible pretender la vuelta a la normalidad en regiones si al mismo tiempo seguimos enviando pacientes graves desde Santiago", afirmó a través de su cuenta de Twitter.
En el mismo sentido, compartió un video de la llegada del paciente número 22 desde la capital hasta la ciudad de Talca, en cuyo hospital regional este domingo quedaba solamente una cama para paciente crítico. "El Gobierno debe pensar en ampliar cuarentenas a regiones, a riesgo de que situación se vuelva crítica también en otras zonas", añadió.
"Estamos mandando pacientes graves en ventilación mecánica a otras ciudades de Chile. Si en esas ciudades aumentan los contagios, ¿qué vamos a hacer?"
Christian Olavarría
Es ese el punto que más preocupa a los profesionales de la salud. Para Christian Olavarría, médico y docente de la U. de Chile, no es momento para impulsar un retorno a la "nueva normalidad" en regiones. "Estamos mandando pacientes graves en ventilación mecánica a otras ciudades de Chile. Si en esas ciudades aumentan los contagios, ¿qué vamos a hacer?", dijo en sus redes sociales.
Para el médico de familia y académico de la U. de Concepción, Jorge Pacheco, se debe resguardar a las ciudades que han servido de apoyo. "Tienen que cuidar a Biobío, que brindó apoyo en los brotes de la región de Ñuble, Araucanía y ahora Metropolitana", opinó. Sus palabras llegaron luego de que la región presentara 60 nuevos casos de covid-19 el domingo, su mayor alza diaria hasta el momento.
En tanto, desde la OPS su representante Fernando Leanes recordó que la "nueva normalidad" hace referencia a "una vida distinta" y no a "un relajamiento". Sobre los dichos del ministro, afirmó en Cooperativa que es importante que cualquier flexibilización de medidas "se converse con los alcaldes", "se trabaje en conjunto" y se realice con "involucramiento de la comunidad".
"Si la comunidad se involucra, si los lugares de trabajo tienen protocolos y planes de cambio de conducta, y si las condiciones epidemiológicas están dadas se puede flexibilizar. Si no, no se puede flexibilizar. En esto quiero ser bien claro: tienen que darse esas cuestiones y para eso es importantísimo el trabajo con los alcaldes", concluyó.
