Funcionarios de Carabineros y la Fiscalía Metropolitana Sur dieron a conocer este viernes la detención de dos personas por su presunta responsabilidad en el envío de una bomba al ex ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, el cual fue detonado en las oficinas del grupo Quiñenco, donde se desempeña hasta hoy el ex jefe de gabinete, además del envió de un artefacto a una comisaría y la colocación de otro en Vitacura.
De acuerdo a la información entregada por el ente persecutor, se trataría de Francisco Solar y Mónica Caballero, dos nombres que no son desconocidos para el sistema judicial chileno. Ambos fueron imputados durante los primeros años de esta década en el Caso Bombas y luego absueltos e indemnizados por el Estado de Chile.
Desde esos días, las investigaciones daban cuenta del recorrido de ambos y sus vínculos con círculos anarquistas. Solar creció en la Región del Biobío y luego se trasladó a Santiago, donde cursó sus estudios
Colegio Sagrados Corazones de Manquehue.
Ahí fue considerado como un alumno tranquilo, con rendimiento promedio, y se tituló como campeón nacional de tenis a los 15 años. De acuerdo a publicaciones de la época, sus cercanos aseguraban que era sensible a las injusticias sociales, lo que se intensificó cuando cursó sus primeros años de Antropología en la Universidad Academia de Humanismo Cristiano.
Al finalizar su carrera realizó su tesis denominada "Resistencia al interior de la Cárcel de Alta Seguridad: La identidad en el colectivo Kamina Libre", en donde tuvo sus primeros acercamientos al anarquismo. En ese entonces, Solar, actualmente de 41 años, se había ido de la casa de sus padres a vivir en Recoleta.
En tanto, Caballero, hoy de 32 años, se vincula con esta ideología antes, luego de tener una relación con Axel Osorio, ex lautarista detenido en 2007 por enviar armas a sus compañeros que estaban prófugos por el asalto que terminó en la muerte del cabo Luis Moyano.
Fue detenida el 11 de diciembre de 2009 mientras vivía en la casa okupa "La Crota", que fue registrada en el marco de una seguidilla de explosiones que más tarde se conocería como el Caso Bombas. En ese lugar se encontró un instructivo para la fabricación de explosivos, el cual habría sido escrito por ella.
Juicio, atentado en España y regreso a Chile
En medio de ese proceso, la Fiscalía acusó a Solar de participar en la colocación de bombas en la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI), en una sucursal de Chilectra y en el edificio del Consejo de Defensa del Estado (CDE) en 2006. Mientras, Caballero fue apuntada por un artefacto colocado en la Iglesia de Los Sacramentinos en 2009.
En esa época, ambos iniciaron una relación sentimental. Tras años de investigación, en junio de 2012 el Tercer Tribunal en lo Penal los absolvió de los delitos terroristas. Además, la Corte Suprema anunció que la Fiscalía Sur y el Ministerio del Interior debían correr con los gastos del juicio, que ascendían a 520 millones de pesos.
Tras ello, la pareja se trasladó a España. En ese país, Solar ingresó a estudiar un postgrado de Semiótica en la Universitat de Barcelona y Caballero se mantenía vendiendo postres chilenos.
El 2 de octubre de 2013, a las 13:45 horas, una bomba explotó en la nave central del altar mayor de la Basílica del Pilar, en Zaragoza. El atentado fue adjudicado por un grupo anarquista llamado "Comando Insurreccionalista Mateo Morral" y la participación de Solar y Caballero quedó demostrada en una grabación obtenida por la policía local.
Fueron detenidos y luego condenados a 12 años de prisión por delitos de lesiones y daños terroristas. En medio del proceso se casaron y tras cumplir un año en la cárcel solicitaron la rebaja de su condena a un año a cambio de su expulsión, medida que está contemplada en la justicia española.
En febrero de 2017, regresaron a Chile como ciudadanos libres. Solar se instaló en Quinta Normal y Caballero en un departamento de la calle Santo Domingo. Ahí fueron detenidos esta mañana, imputados por la bomba a Hinzpeter y también por las explosiones en la 54° Comisaría de Carabineros en Huechuraba y la colocación de otros dos dispositivos en un edificio comercial ubicado en avenida Santa María de Vitacura.
