El galpón donde se realizó la fiesta.
El Mercurio (archivo)
Fueron cerca de 300 personas las que, según el Ministerio Público, habrían participado de una fiesta clandestina el pasado 1 de mayo en un galpón de la comuna de Maipú, en plena cuarentena decretada por la autoridad sanitaria, y en el horario en que además rige el toque de queda producto del estado de excepción constitucional. El hecho fue blanco de cuestionamientos en la opinión pública y también de distintas autoridades. Ayer, en un juicio abreviado llevado a cabo en el 9° Juzgado de Garantía de Santiago, el sujeto imputado como el organizador del evento, de la que se conoce como la primera fiesta clandestina del país en pandemia, fue condenado a una pena de 540 días de cárcel, la que deberá cumplir en su casa, producto de su irreprochable conducta anterior, bajo un régimen de vigilancia de Gendarmería, además de contar con arraigo nacional mientras se cumpla la condena.
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El Mercurio.