"El racismo, propio de la situación colonial que vivimos los mapuche, es transversal en Chile: va de la cota mil a los sectores populares. Del barrio alto a la pobla. Ya va siendo hora de hablar de ello", publicó este domingo en su Twitter el escritor Pedro Cayuqueo, aludiendo a las protestas vistas el fin de semana en La Araucanía.
Las imágenes que mostraban a ciudadanos de Curacautín protestando contra la toma del municipio por parte de comuneros mapuche, en la cual se entonaron cantos como "el que no salta es indio", motivó a Cayuqueo a sumarse a la campaña de redes sociales que condenó esos hechos como discriminación racial.
Luego, en su Facebook, Cayuqueo añadió que "la mayoría de las ciudades de la Araucanía nacieron como fuertes militares durante la invasión chilena (1861-1883).
Sus habitantes llegaron enrolados en las filas del ejército o detrás de las tropas siguiendo sus huellas".
"Hablamos de campesinos pobres del norte del Biobío y junto a ellos también buscavidas, bandoleros y estafadores de la más diversa calaña, todos buscando su tajada. Sus bisnietos son los chilenos de la Araucanía, los winkas, los extranjeros en nuestra tierra como les llamaba el abuelo", agregó.
En el texto, el escritor recordó que "el que no salta es mapuche gritaban esta noche desaforados en varias plazas del sur. Es algo que debemos transparentar de una vez por todas. El racismo no solo caracteriza al colono y al hacendado que llegó a nuestro territorio para enriquecerse con lo robado".
"También es parte del ADN del chileno común y silvestre. Duele lo poco que avanzamos, duele lo mucho que hemos retrocedido", enfatizó.
Visión contrapuesta
Su postura fue contrastada este lunes por el investigador del IES, Pablo Ortúzar, quien en una carta a El Mercurio, expresó su rechazo hacia la postura asumida por la "elite intelectual de izquierda", ante los hechos de violencia ocurridos en la zona en los últimos días, advirtiendo de la entrada a un "momento populista".
"Frente a los en extremo preocupantes hechos de violencia y autotutela registrados en La Araucanía durante los últimos días, parte de la élite intelectual de izquierda, incluyendo a escritores como Pedro Cayuqueo, ha decidido responder con una campaña en contra del racismo chileno, dando a entender que este sería la clave para comprender estos fenómenos", dijo.
A su juicio, "la intención política detrás de esta propuesta asumo que es evitar que el eje represivo o de "orden público" se tome la agenda. Esto es razonable. Sin embargo,
la maniobra se vuelve torpe al no tomarse en serio la gravedad de los hechos de violencia y sabotaje que están ocurriendo en el sur".
"Constatando el componente popular de algunos enfrentamientos, por ejemplo, Cayuqueo las emprende contra los chilenos involucrados acusándolos simplemente de racismo. Nada queda en su análisis —ni en el de sus camaradas— del afán reflexivo y explicativo que aplicaron durante la crisis de octubre frente a la violencia callejera desatada en distintos puntos del país", enfatizó.
De acuerdo al experto, ello lo lleva a pensar que "estamos entrando a un momento populista. La izquierda lo celebra porque cree que el pueblo le pertenece. Sin embargo, esto no es así. Una serie de minorías amparadas por la izquierda, de hecho, corren peligro frente al avance cada vez más agresivo de quienes logren identificarse como la mayoría popular".
"Tratar de conducir este proceso hacia un puerto seguro requiere de un esfuerzo serio de construcción de acuerdos amplios y decisiones de Estado estratégicas por parte de las élites políticas. En vez de eso, muchos han cedido a la demagogia y la polarización, aplaudiendo a rabiar cuando los grupos bajo ataque popular no son de su bando ni de su simpatía, y debilitando con alegría el Estado con tal de dañar al gobierno. Hasta que los vientos de la tormenta cambien de dirección”, recalcó.
Finalmente, Ortúzar advirtió que "entre los gritos y rayados de las violentas jornadas de La Araucanía también está "Chile despertó". Y no es coherente que quienes vienen avivando esta cueca hace rato, ahora intenten tapar el sol con un hashtag".
