"Modelando distintos escenarios de cambio climático, los caudales del río Maipo, la principal fuente de agua para la Región Metropolitana, se verán disminuidos en meses de verano y primavera hacia mediados y fines de este siglo. Ello, por los aportes glaciales cada vez menores que podrían descender hasta en 75%, respecto de los volúmenes actuales para la época estival".
Este es la conclusión a la que llegó un estudio desarrollado por el centro de investigación Cetaqua y encargado por la Junta de Vigilancia del río Maipo, Aguas Andinas y la Sociedad de Canalistas del Maipo, el cual evaluó dichos aportes para el período 2020 al 2100 en la cuenca del río Maipo en el Manzano.
Según el trabajo, en un eventual escenario
en que no se reduzcan las emisiones contaminantes de aquí a 80 años, los glaciares de la zona central de Chile "perderán parte importante de su volumen, provocando que los caudales vean disminuidos sus peaks".
El estudio sostiene que "ha habido reducciones significativas en los glaciares Yeso, Bello, Pirámide y D073, tanto en volumen como en área para los distintos escenarios", dado el incremento en las temperaturas y descenso de pluviometría. Esto explica también el adelanto de los derretimientos.
Ante esto -añade- se requería entender la importancia y cuantificar el aporte de estos gigantes de hielo a las fuentes hídricas de la zona, así como el impacto que está teniendo en ellos el cambio climático. Para ello, se simularon dos escenarios futuros: uno optimista en términos de que se conseguirá controlar las emisiones de gases de efecto invernadero con leves aumentos desde hoy hasta el año 2100; y otro más pesimista que considera un alto incremento de las emisiones al mismo año horizonte.
En ambos casos "se vislumbra una reducción del aporte glacial del orden de 75% de los volúmenes de escurrimiento actuales para la cuenca durante la época estival (diciembre a marzo)".
"Actualmente, en enero, el aporte del caudal glacial es del orden de 15% del caudal total del río, mientras que en el futuro sería sólo de 4%, disminución que es aún más marcada en febrero y marzo, cuando los glaciares contribuyen con un 40% del total del agua del río, con una proyección futura cercana a 15%. Se espera que esta reducción sea aún más marcada en años secos, donde el aporte glacial es proporcionalmente mayor", asegura el estudio.
"En el escenario más favorable, en un futuro cercano, entre 2020 y 2060, se observa una disminución de 40% del volumen de los glaciares, mientras que en el escenario pesimista se pasa a una disminución de volumen glacial cercana a 60%. Ambos escenarios llegan a estabilizarse para la segunda mitad del siglo", añade.
Carmen Lacoma, gerenta general de Cetaqua, dijo que "si no tomamos consciencia de la importancia de su cuidado, las problemáticas ligadas a la escasez hídrica
serán aún más graves de lo que ya son en la actualidad".
Por su parte, Natalia Dasencich, encargada de asuntos legales de la Junta de Vigilancia del Río Maipo, explicó que "esta evidencia científica confirma que estamos en una transición de régimen hidrológico de nivo-glacial a nivo-pluvial, a concretarse en los próximos 30 años, lo que implica una gestión del recurso diferente".
En tanto, desde Aguas Andinas, el director de Estrategia, Jonás De Miguel, señaló que el estudio "ratifica que los efectos del cambio climático tendrán un impacto en el largo plazo, por lo que son necesarias acciones con una visión global y colaborativa que nos permitan enfrentar de mejor manera este problema".
Otra conclusión del estudio, dice Lacona, "es el adelantamiento en el tiempo de los peaks de caudal, los que históricamente se producen en diciembre pero que en el futuro se desplazarán de 1 a 2 meses. Ello implica la necesidad de que se lleve a cabo una adaptación del actual modelo de gestión de la cuenca".