Gerardo Espíndola, alcalde de Arica.
El Mercurio (archivo)
En las últimas semanas, grupos de hasta medio centenar de extranjeros, sobre todo venezolanos y colombianos, han sido detectados por patrullas militares y de Carabineros cuando ingresaban a pie a Chile por pasos fronterizos no habilitados. Un flujo que, según Fiscalía, llega en promedio a seis personas por jornada. Esta ola migratoria tiene un alto costo para la Municipalidad de Arica, ya que según el alcalde Gerardo Espíndola ha debido realizar un gasto promedio de $7,6 millones a la semana sólo en atender a los extranjeros a la espera de que sean expulsados del país, proceso que tarda seis meses. "En un año dejamos de recibir unos $400 millones que dedicamos a la atención de extranjeros sin documentos al día", plantea, y pide ayuda al Estado para contener esta situación.