En julio, el Centro para el Control y la Prevención de las Enfermedades de EE.UU. publicó un estudio que vinculaba un brote de covid-19 en un restaurante en China con el papel que jugaba el aire acondicionado en los contagios dentro de los espacios cerrados.
El caso ocurrió en la ciudad de Guangzhou, donde un paciente en ese momento asintomático comió junto a otros tres miembros de su familia el 23 de enero. A su alrededor había otras dos familias en mesas que se encontraban a más de un metro de distancia respectivamente. Para el 5 de febrero, un total de nueve personas más de las tres familias ya habían sido diagnosticadas con covid-19.
Había también otras dos mesas en el mismo salón donde no hubo ningún contagio. Lo que tenían en común las que resultaron afectadas es que se encontraban alineadas frente a una tabla de aire acondicionado. "La transmisión del virus en este brote no puede explicarse únicamente por la transmisión por gotitas", sostenía el estudio.
"Las gotas respiratorias más grandes (> 5 µm) permanecen en el aire solo por un corto tiempo y viajan solo distancias cortas, generalmente inferiores a 1 metro. Las distancias entre el paciente A1 y las personas de otras mesas, especialmente las de la mesa C, eran todas superiores a 1 metro. Sin embargo, un fuerte flujo del aire acondicionado podría haber propagado gotitas de la mesa C a la mesa A, luego a la mesa B y luego de regreso a la mesa C", se exponía.
"El coronavirus puede viajar, y de hecho viaja, por los conductos de aire acondicionado de los lugares públicos", afirmó el portavoz de la Sociedad Española de Médicos Generales y Familia, Lorenzo Armenteros, a El Diario, quien citó otro estudio que reveló que el sistema de ventilación fue clave en la expansión de la enfermedad entre los trabajadores de un call center en Corea del Sur.
Hasta el momento, han sido varios los especialistas que advierten que un incorrecto uso del aire acondicionado puede facilitar los contagios dentro de espacios cerrados, como supermercados y oficinas, y surge la pregunta acerca de cómo manejar la ventilación para evitar la dispersión de la enfermedad en la etapa del retorno a los espacios públicos.
Renovar el aire
En torno al aire acondicionado no existe consenso. La propia Organización Mundial de la Salud explicó que los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado "bien mantenidos y utilizados pueden reducir la propagación de covid-19 en los espacios interiores, ya que logran que la tasa de renovación de aire sea más elevada, reducen la cantidad de aire reciclado y aumentan el uso del aire exterior". Lo que advierten, eso sí, es que no deben utilizarse los modos de recirculación, debido a que utilizan el aire ya existente en el espacio que se quiere ventilar.
"No recambiar el aire puede generar más problemas de salud que tener un aire acondicionado funcionando", explica por su parte el infectólogo de la Clínica Alemana, Sebastián Solar. "Si un aire acondicionado tiene un alto recambio de aire, no tiene recirculación y tiene buen funcionamiento de sus filtros, va a ser favorable", explica. Por lo mismo, otras alternativas como los ventiladores de aspa pueden ser "contraproducentes" debido a que "solo remueven el aire dentro de la pieza".
"No recambiar el aire puede generar más problemas de salud que tener un aire acondicionado funcionando. Si un aire acondicionado tiene un alto recambio de aire, no tiene recirculación y tiene buen funcionamiento de sus filtros, va a ser favorable"
Sebastián Solar
Este ha sido un tema abordado también con respecto al transporte público, sobretodo los trenes subterráneos. En el caso del metro de Nueva York, cada carro tiene dos unidades de ventilación que ayudan a reemplazar completamente el aire cada aproximadamente tres minutos y 20 segundos. De acuerdo al New York Times, "el flujo continuo a través de estas rejillas de ventilación ayuda a limitar la acumulación de partículas virales dentro de un carro e infectar a las personas al inhalar".
Por lo mismo, la preocupación en torno a los sistemas de ventilación ya empieza a avanzar en Chile, cuando el plan Paso a Paso comienza a entregar las primeras libertades y se prevé el retorno gradual a oficinas. El es caso del edificio Security, administrado por CBRE Chile, que está implementando un aumento de caudal de aire que mejora hasta en un 30% lo que era su causal original, generando un alza en la cantidad de aire que circula al interior.
Además de recomendar el aumento de la cantidad de aire, el real estate manager de CBRE Chile, Alexis Arellano, sugiere verificar que los filtros de aire estén en buen estado, sean renovados periódicamente y posean la capacidad de filtrado adecuada, considerando que los difusores o rejillas de inyección de aire a menudo son bloqueados por los propios usuarios de las oficinas, lo que termina restringiendo la renovación de aire.
"El virus queda dando vueltas en el ambiente. Para el caso del covid-19, existe evidencia que demuestra que puede permanecer hasta seis horas suspendido en el aire si no existen las condiciones de ventilación adecuadas", dice. Ante la ausencia de mecanismos artificiales de ventilación, la recomendación es privilegiar la renovación natural de aire a través de la apertura de ventanas y puertas para que este circule y no se mantenga encerrado dentro de un mismo espacio confinado.
