El llamado a paro realizado por la Confederación Nacional de Transporte de Carga (CNTC), debido a los nuevos hechos de violencia en La Araucanía provocó preocupación ante el peligro de desabastecimiento, pero no ha sido acogido por todos los gremios. De hecho, entre las asociaciones el norte no acogieron el llamado y las organizaciones más grandes lo han rechazado.
El vicepresidente CNTC, José Villagrán, quien lleva semanas advirtiendo de una paralización, aseguró que sus asociados guardarán "los camiones o se colocan en las bermas de las carreteras y no van a trasladar ningún producto, ni remedios, ni combustible, ni abarrotes, nada".
La convocatoria recibió el rechazo de La Moneda. De hecho, su vocero, el ministro Jaime Bellolio, respondió que el Ejecutivo "no está disponible para presiones indebidas;
el Gobierno no está disponible a que se nos den ultimátum", junto con apuntar que quienes impulsan la medida son una "minoría" dentro del gremio.
Con ello, el secretario de Estado apuntó a las otras organizaciones de camioneros que existen en el país y que no se plegarán a la movilización. Es más, una de ellas, la Confederación Nacional de Dueños de Camiones de Chile (CNDC), presidida por Juan Araya, ya expresó su postura sobre el tema.
"Ellos (la CNTC) como no tienen suficiente gente, van a hacer estas maniobras violentas de cerrar la carretera, que no transiten mercaderías y productos. Eso es terrorismo, decir que no va a haber arroz, azúcar o medicamentos: ¿Qué pasa si en una ciudad no puede llegar un camión con oxígeno a un hospital?", cuestionó.
Los dichos del líder evidenciaron una vez más las diferencias entre las distintas agrupaciones de camioneros en el país, las cuales se arrastran desde hace más de una década, cuando se produjo una escisión en el gremio justamente debido a las posturas sobre la forma de plantear medidas de presión ante los gobiernos de turno.
El rol de la CNDC
Pese a la similitud en las siglas, ambas son dos organizaciones antagonistas. La CNDC cuenta con una historia de 65 años, en la cual cuenta con hitos como el paro de camioneros de 1972, cuando liderada por León Villarín, asestó un duro golpe al gobierno de Salvador Allende en protesta por la situación económica del país.
Sin embargo, sus líderes han sido de distintos sectores políticos. Por ejemplo, Araya, quien la encabeza desde 2007, es militante socialista, y desde que está al mando ha adoptado una postura más dialogante frente a los conflictos. Es la agrupación con mayor cantidad de miembros, con 126 asociaciones y reúne a pequeños camioneros.
De hecho, cuando llevaba un año en el cargo, convocó a un paro para que el gobierno de Michelle Bachelet hiciera una rebaja en el impuesto específico a los combustibles. La idea era extenderlo por 72 horas, pero cuando ya habían transcurrido 48, el dirigente
decidió deponer la medida tras aceptar una reducción de 40% en ese gravamen.
Ese hecho generó el primer quiebre, formando una disidencia liderada por el jefe de los transportistas de la Región de Valparaíso, José Egido, quien rechazó la determinación de Araya, acusando que no habían logrado nada. Por ello, mantuvo la paralización por 24 horas más hasta que el Ejecutivo se abrió a una rebaja de 80%.
La disputa entre ambos se mantuvo por tres años más, hasta que en 2011 Egido fue pasado al tribunal de disciplina de la CNDC por "calumnias" en contra de Araya. Finalmente, fue expulsado del gremio, dejando en la oposición a José Villagrán, líder de los camioneros del sur y a Julio Mallea, representante de la Región Metropolitana.
Un mes después, Villagrán y Mallea renunciaron, luego de que Araya accediera a sentarse a conversar con el gobierno de Sebastián Piñera sobre el impuesto específico sin consultar con la directiva. No obstante, ellos fueron los únicos dos que se opusieron a las gestiones del presidente.
Creación de la CNTC y Chiletransporte
En ese escenario, los tres dirigentes viajaron por el país para conformar una nueva federación, conociendo en ese recorrido a Sergio Pérez, empresario transportista de Curicó, quien contaba con cerca de 50 camiones. En él, vieron un liderazgo más conciliador y cercano, por lo que le propusieron liderar la nueva agrupación.
En
2012, se produjo el congreso fundacional de la CNTC, en el que Pérez fue elegido presidente. A partir de ahí, las posturas distintas entre ambas asociaciones se hicieron patentes en cada negociación: Mientras la CNDC siempre se mostró moderada, la CNTC, que agrupa a camioneros medianos, fue más dura.
Un ejemplo de ello ocurrió en 2015, cuando la organización conducida por Pérez ejerció presión ante el segundo gobierno de Michelle Bachelet. En protesta por la quema de camiones en La Araucanía, decidió organizar una caravana de máquinas siniestradas que pasó por el frontis del Palacio de La Moneda.
Los dirigentes de la CNTC siempre han estado más ligados a derecha. De hecho, Pérez participó en los equipos de trabajo de Piñera durante su campaña a La Moneda, Villagrán fue candidato al Senado por la UDI y Egido a la Cámara de Diputados por RN en 2017. Ninguno logró ser electo.
Antes de ingresar a la CNTC, Pérez formó parte de Chiletransporte, gremio que forma parte de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa) y que reúne a las empresas más grandes de camiones en Chile. Fue fundada en abril de 2008 y cuenta entre sus miembros a Sotraser, Transportes Nazar, Casablanca, Perrot y Jorquera, entre otras.
En relación a las otras dos, es la agrupación más moderada. Es más, ante los últimos llamados a paro de la CNTC ya han expresado su rechazo. "Instamos al diálogo, no podemos exponer a nuestro país a un desabastecimiento, nos parece poco responsable", ha dicho su presidente, Víctor Manuel Jorquera.
