"Falta de sensibilidad y de compresión" acusó este jueves el ministro de Justicia, Hernán Larraín, respecto los internos de distintos penales de Angol que mantienen la huelga de hambre, tras sostener que sus peticiones "exceden" lo legal.
Los dichos del secretario de Estado ocurren a un día que se informara que uno de los reos en protesta deberá ser trasladado al servicio de urgencia del hospital de la ciudad, tras sufrir una descompensación, y a una semana que el Gobierno llegara a un acuerdo con el machi Celestino Córdova, quien estuvo sin ingerir alimentos por más de cien días.
Ante ello, Larraín aseguró que las huelgas han sido enfrenadas con el diálogo, "tratando de respetar las protestas, en la medida que estas no generen conflicto ni perturben el funcionamiento de los recintos penitenciarios, pero buscando, a través del diálogo, comprender lo que se plantea".
En esa línea, sostuvo que en algunos lugares han tenido éxito, porque las peticiones realizadas por los internos "se enmarcan dentro de las normas penitenciarias vigentes". Sin embargo, indicó que la situación en Angol es distinta.
"Pero en otros lugares, como es el caso de Angol, las peticiones exceden lo que Gendarmería o este Ministerio pueden hacer. Es decir, peticiones que van más allá de la normativa legal y reglamentaria que existe", manifestó.
"No podemos hacer diferenciaciones indebidas como, por ejemplo, asegurarles una libertad o un cambio de la medida cautelar, o simplemente cambiar de unidad penal, u obtener beneficios, si no cumplen con los requisitos, porque los requisitos son iguales. La ley es pareja para todos".
Ministro Hernán Larraín
Además, sostuvo que se ha velado por adecuar el sistema de justicia a los compromisos internacionales, como aquel que aborda la situación de quienes están privados de libertad y pertenecen a los pueblos originarios, pero que los intereses de los huelguistas estarían en peticiones que solo tribunales pueden entregar, como modificar medidas cautelares o forma de cumplimiento de condenas.
"Lamentamos esta falta de sensibilidad y de comprensión, pero para el diálogo, para que éste resulte, se requiere de dos partes y nosotros hemos puesto la nuestra. Sin embargo hemos advertido, en algunos grupos, como los de Angol, intransigencia. Esperamos que la depongan, porque aquí hay vida de personas que están en juego, y nosotros respetamos y tenemos la responsabilidad, porque son personas que están bajo la custodia del Estado, de cuidar la vida y salud de esas personas", sostuvo.
Y cerró: "No podemos hacer diferenciaciones indebidas como, por ejemplo, asegurarles una libertad o un cambio de la medida cautelar, o simplemente cambiar de unidad penal, u obtener beneficios, si no cumplen con los requisitos, porque los requisitos son iguales. La ley es pareja para todos".
