SANTIAGO.- Tras siete días de movilizaciones, finalmente ayer los camioneros decidieron deponer el paro y llegar a un acuerdo con el Gobierno que incluye el impulso de proyectos de ley, más medidas de seguridad para las carreteras y transportistas, así como también otros apoyos a las víctimas. Esto luego de intensas negociaciones entre ambas partes, alertas por el desabastecimiento y el bloqueo de rutas, y una fuerte presión política.
Para algunos sectores productivos las manifestaciones dejaron saldos concretos. Por ejemplo, complicando al sector agrícola y alimentario, aunque sin llegar al punto de la paralización de servicios, pero sí con toneladas de productos detenidos en los puertos del país. Situaciones que estaban en la mira de las autoridades.
Pese a ello, el Gobierno se declaró satisfecho por el resultado de las tratativas, a la vez que destacó la resolución del problema que, según indicó el titular del Interior, Víctor Pérez, sólo llegó a producir a los chilenos "incomodidades e incertidumbres". El balance en Palacio, dicen, es positivo pues se trató de la primera "prueba" del jefe de gabinete para destrabar un gran conflicto, pese a que días atrás ya había tenido un rol en las conversaciones con el machi Celestino Córdova.
Es más, hay quienes destacan en el oficialismo, que Pérez dio cuenta de su muñeca política y experiencia, demostrando que aunque es una persona dialogante, no titubea cuando se trata de tomar decisiones. Sin embargo, el tema le abrió un flanco político con la arremetida de la DC.
Gobierno cambia el tono
Fue el jueves cuando se iniciaron las manifestaciones, las que fueron calificadas por La Moneda como "pacíficas" en palabras del propio titular del Interior, más allá de "cortes esporádicos de la carretera". Ese mismo día, Pérez efectuó una vocería ya entregada la noche, anunciando la entrega de una propuesta a los camioneros para desactivar el paro, a través del diálogo.
Desde el Gobierno recuerdan que ya días antes, el ministro venía encabezando las conversaciones con los transportistas, con quienes se reunió en la casa de gobierno para escuchar sus demandas, misma semana en que se concretó la presentación de la ley Juan Barrios, que fue muy bien valorada por los gremios. No obstante, el ataque que recibió la pequeña Montserrat de nueve años, gatilló las movilizaciones de una parte de los camioneros.
Hasta el viernes la consigna del Gobierno había sido privilegiar el diálogo y recordar el compromiso de los camioneros con una manifestación pacífica, pero fue el ministro de Salud, Enrique Paris, quien dio la alerta al expresar su preocupación por el traslado de los insumos médicos, entre otras situaciones. Sus palabras generaron una nueva reacción en La Moneda, desde donde compartieron su preocupación, a la cual incluso aludió el propio Presidente Sebastián Piñera, quien se mostró dispuesto a ocupar todas las herramientas disponibles para evitar problemas.
"No vamos a permitir la toma de las carreteras o la interrupción del suministro de alimentos, medicamentos, ambulancias, personal médico u otros bienes, porque eso sería atentar contra todos los chilenos", dijo el Mandatario el viernes desde Tarapacá. Pero tras las tratativas del fin de semana, el rechazo el lunes de los camioneros a la propuesta del Ejecutivo, este último endureció el tono.
De este modo, junto con calificar como un "error" la decisión de los transportistas, Pérez advirtió que "ahora al Gobierno no le queda otro camino que ocupar su autoridad, ocupar los elementos que le franquea la ley para enfrentar esta situación que le impida a los chilenos tener perjuicios, que se le impida la cadena de abastecimiento y de movilidad".
Escenario en que no descartó incluso recurrir a la ley de seguridad interior del Estado, algo que ya estaban pidiendo desde sectores de la oposición. Esa tarde, el ministro encabezó un comité de contingencia para coordinar con otras carteras acciones para evitar un eventual desabastecimiento. En Palacio afirman que el cambio de tono se justificó al ver posturas más rígidas por parte de los transportistas, sumado a indicios de desabastecimiento y bloqueos.
El martes, en tanto, el jefe de gabinete dijo a Radio Duna que "yo soy optimista de que vamos a arribar a puerto en las próximas horas", afirmando de paso que ante el peligro de desabastecimiento y bloqueos de rutas, "la autoridad tiene un solo camino y es aplicar la ley. No es un problema de cambiar de tono, que ayer hubo un tono, hoy más conciliador y ayer más duro".
Los llamados continuaron desde Palacio y el ministro vocero de Gobierno, Jaime Bellolio, expresó que "yo quiero pedirle a los camioneros y dirigentes que depongan el paro ahora", instando además a que reconsideraran la propuesta. Después, el ministro de Agricultura, Antonio Walker, comentó a Cooperativa que estaban "cerca" de llegar a un consenso, aunque expresó cautela, recordando que la vez pasada a último minuto éste se cayó.
Asimismo, Walker aseveró que los camioneros " han sido víctimas de mucha violencia (...) entonces, ahora ellos pasan (con el bloqueo de rutas) a ser victimarios y esto los hace ir perdiendo adhesión de la ciudadanía". Es que en Palacio dicen que aquello, junto a algunas situaciones dadas a conocer en los medios como, por ejemplo, una fiesta en la ruta, fueron desgastando la movilización y siendo objeto de crítica por la ciudadanía.
La arremetida de la DC
Las conversaciones siguieron hasta muy tarde el martes e incluso ante las peticiones de algunos sectores de más detalles sobre lo que se estaba acordando, Pérez dialogó personalmente con algunos dirigentes. Y si bien en La Moneda reconocen que existieron momentos tensos e incluso quedaron algunas querellas listas para ser presentadas, resaltan que "nunca se rompió el diálogo".
Y pese a que las conversaciones estaban todavía en desarrollo, desde la DC consideraron que La Moneda había tenido tiempo suficiente para terminar con el paro y la mañana del miércoles decidieron confirmar la presentación de una acusación constitucional contra el ministro del Interior, responsabilizándolo por las consecuencias del paro en algunas regiones del sur del país.
"La DC ayer hizo una advertencia de buena fe, pero también con mucha firmeza. Esperábamos que el Gobierno mejorara su condición negociadora con una parte del gremio de los camioneros y que en 24 horas se resuelva un problema de desabastecimiento que empezó a ocurrir el fin de semana en el sur de Chile", expresó el diputado Iván Flores (DC).
En esa línea, Flores planteó que "la acusación constitucional que fue advertida ayer está ya, a partir de ahora, encargada a un equipo que la redacte. El daño ya está hecho, esperamos que no siga el daño y que el Gobierno pueda llegar a un acuerdo con este gremio".
En Palacio intentan desdramatizar el tema, así Pérez expresó que es algo que está dentro de las facultades de los parlamentarios, y "lo que va a hacer el Gobierno es demostrar que actuó correctamente, que actuó apegado a la ley y que permanentemente nuestra actitud y nuestro interés es resolver los problemas". Incluso hay quienes creen que la ofensiva fue más una medida de presión.
Más tarde, el jefe de bancada DC, diputado Daniel Verdessi y el presidente falangista, Fuad Chahín, aseguraron que su ofensiva sirvió para que se depusiera el paro de camioneros, por lo que dejaron en suspenso la acción ante este nuevo escenario.
Situación que finalmente se zanjó la noche de ayer, cuando, tras una reunión con los jefes de bancada de la oposición, se decidió seguir avanzando en el estudio y la presentación del libelo, lo que se debería concretar dentro de los próximos días.
El balance en Palacio
Las diferencias al interior del gremio, explican para el Gobierno que el paro se haya bajado de manera parcelada. Los primeros en anunciar la decisión fueron los camioneros de Valparaíso, quienes pasado el mediodía, dieron cuenta de aquello. Unas horas más tarde, la Federación del Transporte de Carga del Sur (Fedesur) también depuso la movilización, llamando al Ejecutivo a cumplir con el acuerdo.
"Hoy quiero apreciar y valorar que el gremio de transporte ha decidido levantar el paro que significó dificultades para el libre tránsito y empezó también a producir problemas en el abastecimiento de los hogares y de las empresas", apuntó el Presidente Piñera tras la noticia, a la vez que reiteró "el deber del Gobierno de hacer respetar las leyes, el Estado de derecho y de utilizar todos los instrumentos (...) para poder llevar más paz y tranquilidad" a todo el país.
En La Moneda aseguran que la propuesta del Gobierno entre el domingo y ayer sufrió pocos cambios, lo cual arroja un resultado positivo que permitió descomprimir un conflicto para el cual ya no había más tiempo para negociar.
Consultado por si esto puede ser un precedente para enfrentar otras situaciones, Pérez respondió que "todo conflicto social tiene un particular y una naturaleza distinta y lo vamos a ver en su mérito, pero el diálogo sin duda va a estar presente en lo que es nuestra gestión, va a estar escuchar y poder resolver, y que los problemas en verdad se encaucen por una vía democrática y no a través de la intolerancia ni la violencia".
