Con un mensaje casi transversal, con foco en las consecuencias que ha traído para las vidas de miles de personas que han sufrido la pérdida de un ser querido por el
coronavirus, además del Plebiscito y el año de elecciones que se avecina, los Te Deum Ecuménicos que ayer se celebraron con motivo de Fiestas Patrias, no dejaron indiferentes al mundo político.
Porque no sólo fue en Santiago donde, desde el Cerro San Cristóbal el arzobispo Celestino Aós llamó a los políticos a volver a dialogar y a salir del estilo "necio y contaminado" en que se encuentran. En el resto de las homilías que se hicieron a lo largo de Chile, los arzobispos también hicieron sus análisis.
En Antofagasta, el arzobispo monseñor Ignacio Ducasse, revisó la crisis económica que se vive, y mostró su preocupación por la violencia que existe en las calles. Las críticas también apuntaron a las autoridades, puesto que Ducasse sostuvo que "durante la actual crisis sanitaria han demostrado tener una actitud pasiva, dejando la resolución de muchas problemáticas en las acciones que pueden lograr la sociedad civil organizada".
En esa línea, la autoridad espiritual también tuvo palabras para el próximo plebiscito. "Cada decisión que tomamos, desde la prudencia en la distancia física, hasta la opción que marquemos en el plebiscito de octubre, debería estar impregnada por una voluntad de convivir mejor con las personas que nos rodean".
"Una nueva constitución para una nueva sociedad requiere de hombres y mujeres nuevos que, superando "parálisis" internas, con la gracia de Dios, seamos capaces por fin de avanzar en la construcción pacífica de una patria justa".
Óscar Blanco, obispo de Calama
Desde
Calama, el obispo Óscar Blanco también tocó este punto en su mensaje, señalando que "una nueva constitución para una nueva sociedad requiere de hombres y mujeres nuevos que, superando "parálisis" internas, con la gracia de Dios, seamos capaces por fin de avanzar en la construcción pacífica de una patria justa".
También dijo esperar que el tiempo de campaña "sea respetuoso y prudente". "Nuestra sociedad espera de sus dirigentes propuestas y argumentos, no agresiones ni descalificaciones. En momentos de dificultad, la amistad cívica se hace indispensable ante la proximidad de procesos electorales. A todos los actores políticos les solicitamos que no se use el dolor como insignia de campaña y que no se despilfarren recursos, considerando las apremiantes necesidades de tantos hermanos y hermanas nuestros".
En Copiapó, el monseñor Ricardo Morales también mostró su preocupación por la pobreza acrecentada por el coronavirus, y celebró que el Tribunal Ambiental ordenara el cierre de Pascua-Lama.
En cuanto al Plebiscito de octubre, reflexionó que como país "deberemos decidir sobre si queremos tener o no una nueva Carta Fundamental, una nueva Constitución que como cuerpo normativo nos ayude a sentirnos con un pasado y futuro común, donde cada uno de nosotros pueda sentirla como propia. Es cierto que una Constitución no es la solución a los problemas más acuciantes que sufre nuestra patria, por eso el compromiso de todos los servidores públicos debe ser, con el respeto a las legítimas diferencias, propiciar el diálogo y el respeto cívico. Como nos ha dicho el Evangelio, debemos trabajar por la justicia, y también por ser constructores de paz, nunca de violencia".
En Illapel, el monseñor Jorge Patricio Vega hizo un apartado especial en su homilía para demostrar su preocupación por el narcotráfico, señalando que "me atrevería a afirmar que no hay instituciones que no hayan caído en las redes de este delito".
En cuanto al Plebiscito, planteó que "puede ser una buena herramienta que nos ayude a reencontrar el rumbo perdido, pero solo el plebiscito y una nueva constitución no bastan para alcanzar la paz entre nosotros, es fundamental cambiar nuestras actitudes, cambiar nuestros corazones. Aceptar que mis derechos terminan cuando comienzan los derechos del otro. Aceptar que soy parte de un todo y no el todo parte de mí. Sin estos cambios nunca alcanzaremos la paz y la justicia".
En Talca, el monseñor Galo Fernández, emitió un marcado llamado a la participación de la ciudadanía en el proceso constituyente, marcado por un diálogo democrático. "El debate sobre la reforma de la constitución y el plebiscito al que estamos convocados puede ser el espacio propicio para plasmar juntos las bases con las cuales construir la Patria que soñamos. Ello reclama la activa participación de toda la ciudadanía y una actitud que privilegie el diálogo y no la confrontación".
"El debate sobre la reforma de la constitución y el plebiscito al que estamos convocados puede ser el espacio propicio para plasmar juntos las bases con las cuales construir la Patria que soñamos. Ello reclama la activa participación de toda la ciudadanía y una actitud que privilegie el diálogo y no la confrontación".
Galo Fernández, arzobispo de Talca
"
Hago un llamado a todos a involucrarse activamente en este proceso. No solo a concurrir a votar en su momento, sino a interiorizarse seria y responsablemente de lo que está en juego. Invito a todos a cultivar en esta hora los valores imprescindibles del diálogo democrático: la tolerancia, el respeto sincero y la búsqueda de integrar las distintas visiones", planteó.
La homilía encabezada por el arzobispo Fernando Chomalí, en Concepción, hizo un espacio para reflexionar sobre la situación del pueblo mapuche, llamando a que "no tengamos miedo de reconocer la deuda que tenemos respecto de ellos. Miremos experiencias internacionales y emprendamos la ruta de la sana y respetuosa convivencia y del diálogo fecundo".
En materia del Plebiscito, planteó que "lo primero que le pido a los católicos y a los hombres y mujeres de buena voluntad que vayan a votar, que hagan sentir su voz en este ejercicio que nos permite la democracia. No le corresponde a la Iglesia decir qué opción tomar. Ello es responsabilidad de cada cual. Les pido que se informen, que estudien, que formen su conciencia adecuadamente a la luz del Evangelio y la enseñanza de la Iglesia y voten por el camino que permitirá de mejor forma cimentar una sociedad que permita a cada ser humano sacar lo mejor de sí mismo".
El Obispo de Chillán, Sergio Pérez de Arce, también repasó las dificultades por las que atraviesa la región del Ñuble, especialmente en cuanto a la pobreza y pobreza rural. Sobre el Plebiscito, también hizo un marcado llamado al diálogo, y a participar con responsabilidad.
"Invitamos a votar el próximo 25 de octubre, a vencer comodidades, indolencias y temores, y aportar con nuestra opinión y compromiso a la edificación de la patria. Invitamos, sobre todo, a promover caminos de diálogo, con respeto, sin descalificaciones, sabiendo que la patria se construye en forma compartida, en base a valores esenciales que, estoy seguro, la gran mayoría del país comparte".
"Invitamos a votar el próximo 25 de octubre, a vencer comodidades, indolencias y temores, y aportar con nuestra opinión y compromiso a la edificación de la patria. Invitamos, sobre todo, a promover caminos de diálogo, con respeto, sin descalificaciones, sabiendo que la patria se construye en forma compartida, en base a valores esenciales que, estoy seguro, la gran mayoría del país comparte".
Sergio Pérez de Arce, obispo de Chillán
, también centró su mensaje respecto al Plebiscito en la participación ciudadana. "Invitamos a la ciudadanía a informarse y conocer las legítimas opciones que se presentan, para que cada persona, libremente, en conciencia, pueda formarse una convicción y concurrir con su voto. Desde la Iglesia estamos promoviendo una participación activa en
el plebiscito, invitando
a nuestros compatriotas a votar, con los debidos resguardos sanitarios, para que nadie se prive de este importante momento de discernimiento nacional".
Utilizando las mismas palabras que el obispo de Calama, dijo esperar que el tiempo de campaña sea "respetuoso y prudente".
Por último, desde Punta Arenas, el monseñor Bernardo Bastres, también llamó a participar del Plebiscito, pero de manera informada, y tal como lo señaló el arzobispo de Puerto Montt, reforzó el mensaje de la iglesia de participar activamente, con los resguardos sanitarios que eso implica.
