Los
diputados UDI, Jorge Alessandri, Juan Antonio Coloma, Christian Moreira, Osvaldo Urrutia, enviaron una carta a la ministra de Las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Consuelo Valdés, para evitar que se traslade el monumento al general Baquedano, ubicado en Plaza Italia.
Esto, luego que durante los días previos al 18 de octubre pasado
la estatua nuevamente fuera intervenida por manifestantes, quienes la pintaron de rojo. El sábado, el Ejército solicitó que se reconsidere la opción ya planteada al Consejo de Monumentos Nacionales, para que la estatua se traslade a las cercanías del Edificio Ejército Bicentenario. A ello, se sumó la destrucción de otros edificios, como las iglesias San Francisco de Borja y de la Asunción.
A la propuesta castrense se abrió también el ministro de Defensa, Mario Desbordes, quien sostuvo en entrevista con Radio Infinita que "cualquier país decente cuida a sus héroes". Esto, porque a su juicio "estaríamos ante un lugar que dejó de ser el centro de encuentro histórico que se pretendió en la década de los 50".
Los diputados plantean que "si bien aquello puede resultar cierto, como también la legítima opción de trasladar dichos monumentos, cabe preguntarse si de esa forma cumpliríamos con el propósito práctico de evitar los atentados a distintos íconos religiosos, a la infraestructura pública, a los monumentos o a la propiedad privada. A juicio de la Bancada de Diputados UDI, nada más equivocado y alejado de la realidad".
En la carta profundizan que "trasladar, por tanto, la figura del General Baquedano –o cualquier otra- es una medida simplemente inocua que no va a ser suficiente para detener a aquellos grupos minoritarios y violentos que atentan constantemente contra todo aquello se encuentre en su camino. Este grupo de violentistas seguirá destrozando cualquier ícono que se utilice para reemplazar al General Baquedano y la tumba del Soldado Desconocido, incluso si la estatua que se erigiera en el mismo sector fuera la de Salvador Allende, por dar un ejemplo".
"En ese orden de cosas, estamos claro que su retiro es la solución más fácil y rápida, pero no la más conveniente. Lo que urge, por tanto, es poner fin a las oleadas de violencia sin sentido de las que todos hemos sido testigos e incluso víctimas, como también de aquellas manifestaciones que dejan de ser pacíficas y se transforman en verdaderas batallas campales, las que no sólo han generado un daño irreparable a íconos, monumentos y estatuas, sino que han afectado diariamente la calidad de vida de miles y miles de vecinos sector. O es que ¿también vamos a trasladar a todos los residentes de los sectores aledaños de Plaza Baquedano? ¿Tendremos que sacar, entonces, todos estos iconos a lo largo del país? ¿O tendremos que también cerrar los templos para que no los destruyan?", plantean.
"La respuesta desde nuestra perspectiva es no, porque la violencia no nos puede ganar y estaríamos dando una señal equívoca y nefasta. Hoy puede ser el General Baquedano, pero nadie dice que mañana serán los monumentos a Arturo Prat, a Salvador Allende o a cualquier otra figura del país", señalan los firmantes.
Los diputados dicen comprender que para el Ejército de Chile "debe ser duro ver mancillado a uno de los héroes de nuestra patria, pero estamos seguros de que es más complejo ceder ante la locura irracional de algunos con soluciones livianas y fáciles que no se hacen cargo del verdadero trasfondo".
Por último, llaman a que con urgencia "se aplique la ley en su sentido más estricto. En Chile no puede haber impunidad, ni para quienes cometen esta clase de delitos ni otros. El Estado de Derecho debe imperar. En este sentido, hacemos un llamado al Ministerio Público y a la justicia, para que en pleno cumplimiento de su mandato constitucional persigan a los responsables y apliquen las sanciones que en derecho corresponda", zanjaron.
