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Ampliar el mecanismo de votación: La discusión que resurge pasado el Plebiscito constitucional

El sufragio anticipado, la urna móvil o el voto postal son algunas de las opciones que adquirieron notoriedad por la pandemia, pero que podrían impulsar la participación electoral de adultos mayores, enfermos crónicos y personas privadas de libertad.

27 de Octubre de 2020 | 14:01 | Por Consuelo Ferrer, Emol
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A fines de agosto, el Congreso revisaba la posibilidad de avanzar hacia el voto por correo y el Servicio Electoral aseguraba que había "espacio" para implementar el voto domiciliario. "Aquí se ha legislado en 24 horas algunos temas", decía el presidente del consejo directivo del Servel, Patricio Santamaría. "Si a mí me preguntaran, yo haría el esfuerzo para hacerlo", aseguraba.

El objetivo era garantizar que los contagiados de covid-19 pudieran ejercer su derecho a voto desde sus lugares de aislamiento. La necesidad quedó de manifiesto gracias a la pandemia, pero en realidad apuntaba a un problema anterior: las dificultades que existen para que personas con movilidad reducida, adultos mayores, las que están en internación hospitalaria o privadas de libertad puedan votar. La solución, que respondía a la pandemia, abarcaba más grupos poblacionales.

A pesar del interés por avanzar en ese sentido, no se logró habilitar una vía de sufragio distinta de la presencial en las urnas el día del Plebiscito. "Si vamos a avanzar en modificaciones de ese tipo, que uno siempre está disponible a poder escucharlas, tienen que ser muy bien implementadas", dijo el ministro de la Segpres, Cristián Monckeberg, el 27 de agosto. "Estamos a menos de 60 días del Plebiscito y, por lo tanto, las dificultades son las que pueden poner cuesta arriba una implementación de ese tipo".

Lo mismo señaló desde Interior el ministro Víctor Pérez. "Llevar adelante una legislación para modificar aspectos sustanciales de nuestro sistema electoral a 60 o 65 días de un acto electoral es absolutamente inviable", dijo. "Sí le podemos asegurar que para la elección del 11 de abril va a haber, y están resueltas esas situaciones, porque tenemos tiempo suficiente para discutir los proyectos de ley, para que el Congreso y la ciudadanía los analice con detención, con calma y con rigor, para que cuando se aplique no exista ninguna dificultad", añadió.

Pasado el Plebiscito, que marcó un récord de participación con los votos de más de siete millones y medio de ciudadanos, equivalente a un 50,9% del padrón electoral, las elecciones de abril aparecen como el próximo hito en términos de sufragio. Es el momento —coinciden distintos actores—, de retomar esta conversación.

Las propuestas del Servel


"Nosotros creemos que la democracia, así como no se detiene, debe ir creciendo y debe ir incorporando e incluyendo cada vez a más personas. Creo que hay mecanismos para hacerlo, y nosotros desde 2013 hemos estado haciendo propuestas", aseguró este martes Santamaría en conversación con radio Universo.

"Hay un compromiso que asumió en esta oportunidad el Presidente Piñera directamente con nosotros, y de manera presencial, mirándonos a los ojos, de que aquí va a haber posibilidades de sistema de votos no presenciales en las próximas elecciones del año 2021, y dentro de ellas el voto anticipado", dijo. Esta alternativa permitiría organizar mejor el flujo de votantes y dar la posibilidad a quienes no pueden desplazarse de sufragar.

"Hay un compromiso que asumió el Presidente Piñera directamente con nosotros, y de manera presencial, mirándonos a los ojos, de que aquí va a haber posibilidades de sistema de votos no presenciales en las próximas elecciones del año 2021, y dentro de ellas el voto anticipado

Patricio Santamaría, Servel
Para avanzar en ese sentido, planteó el presidente del consejo directivo del Servel, "tenemos que superar, entre otras cosas, ciertas desconfianzas". "Cuando se planteó la posibilidad de votar en dos días, el gran tema fue quién iba a cuidar las urnas, quién se hacía cargo de la responsabilidad de que hubiera fraude. Tenemos que empezar a confiar y eso, de partida, es algo que está en todos nosotros. Ayudaría mucho el voto a domicilio, al menos la urna móvil con voto anticipado, aunque se pueden ir buscando distintos sistemas", dijo.

Desde el Gobierno, el ministro Monckeberg aseguró en la misma radio que junto al Servel están "a punto, desde el punto de vista técnico, de llegar a modificaciones y mejoras del sistema electoral en cuanto a cómo se vota". "Hay dos alternativas: una es el voto por correo —que es muy desaconsejable por los expertos, incluso en los países donde funciona— y la otra patita es el voto anticipado, que es que las personas que no pueden votar puedan hacerlo de manera anticipada".

"Esa es una mesa técnica que va a arrojar resultados pronto y vamos a tener sistemas distintos de votación, no sé cuáles ni sé hasta dónde vamos a poder llegar, porque tampoco queremos echar a perder", añadió el secretario de Estado. "Acá votaron siete millones y medio de personas, se cerraron las mesas a las 20:00 horas y a las 21:00 ya sabíamos los resultados. Eso, que para nosotros es normal, no es lo habitual".

Incentivar la participación


En ese punto es donde surge el desafío: cómo modificar un sistema que ha demostrado su eficiencia para que amplíe la participación manteniendo los estándares de funcionamiento. En ese escenario, el voto electrónico, aunque aparece como una respuesta obvia, tiene más detractores que impulsores, debido a los problemas de ciberseguridad y trae asociados. "Es una solución en búsqueda de un problema", decían algunos en redes sociales.

Por eso las cartas del Servel apuntan a avanzar en esas dos direcciones: una urna móvil que pueda desplazarse a distintos lugares, en conjunto con la habilitación de voto anticipado. Un escenario así, piensan los expertos, podría evitar también lo que se vio en algunas ocasiones el pasado domingo: una mujer de 92 años que concurrió a votar, a quien tuvieron que trasladarle la urna desde un tercer piso al primero, u otra que llegó a sufragar en su camilla, debido a que estaba postrada hace años.

"Chile debe poner más y mejores incentivos para que la gente pueda participar, y eso se vuelve especialmente importante cuando tienes un voto voluntario", explica el decano de la Facultad de Gobierno de la U. Central, Marco Moreno. "Todos los que fuimos a votar el domingo lo vimos: la gente llega a votar en silla de ruedas, de forma muy dificultosa. ¿Por qué no podemos darles condiciones más fáciles para que puedan hacerlo?".

A su juicio, medidas como la gratuidad en el transporte público apuntan a ese objetivo, pero debieran decidirse y comunicarse "con mucha más anticipación". "También debiéramos tener voto postal. En EE.UU. ya han votado más de 20 millones de personas a través del correo", dice a Emol. También propone habilitar más locales de votación para que queden más cerca del domicilio de los electores.

"Hay que hacer un conjunto de correcciones, pero la élite, que fue cuestionada en la votación, no ha mejorado los mecanismos para facilitar el voto. Pusimos el voto voluntario en 2012 y ahora nos arrepentimos", añade. "El Servel lo hizo impecable el domingo, y efectivamente es el Congreso el que tiene que generar estos mecanismos y es el Ejecutivo el que tiene que impulsar reformas para mejorar los incentivos que lleven a la gente a votar".
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