"Este nivel de gravedad no lo habíamos conocido anteriormente", aseguró la directora del Servicio Nacional de Menores (Sename), Rosario Martínez, tras el operativo policial que a mediados de semana terminó con dos adolescentes Hogar Carlos Macera, perteneciente a un organismo colaborador en Talcahuano, baleados.
La directora llegó hasta la región del Biobío para constatar el estado de salud de los menores de 14 y 17 años. Allá, informa hoy el diario El Sur, lamentó el estigma que a su juicio recae en los niños del servicio, planteó desafíos y reconoció falencias.
"El servicio tiene una historia de mala fama y se ha estigmatizado al niño que está en la red Sename y eso es muy injusto", sostuvo.
Así también, destacó la necesidad de avanzar en la primera supervisión, aunque reconociendo las falencias existentes.
"El plan de acción en Biobío es un trabajo que estamos haciendo conjunto con el mundo académico, con la Unicef para evaluar y pesquisar distintos procesos dentro del servicio. Estamos revisando en profundidad los procesos de adopción, las vulneraciones que han ocurrido dentro de las residencias. También estamos revisando los procesos de supervisión y un sinfín de acciones para ver cómo podemos mejorar y gestionar de mejor manera", detalló.
Y continuó: "Dentro de eso está efectivamente el cómo funciona operativamente una residencia, de manera que podamos articular mejores canales de comunicación con los niños que están en la residencia para que en caso de que ocurra algo lo podamos conocer y actuar de manera rápida".
"Nuestras herramientas de supervisión denotan que hay una falta de pesquisa y alerta temprana de las condiciones que están viviendo los niños. También nos falta, y esto tenemos que trabajar con los organismos colaboradores, una nueva metodología, porque hoy nos conectamos con el responsable de la residencia, le preguntamos sobre las cosas, pero tenemos que diseñar canales para conectarnos con los usuarios, los niños y sus familias. A eso no hemos llegado".
Directora del Sename, Rosario Martínez.
Martínez dijo además al medio citado que aún restan dos meses para terminar el estudio para dicho plan global, y que "esperamos venir poco antes para corregir y hacer operativo lo más rápido posible".
Continuó planteando la existencia de "muchas oportunidades de mejoras": "Una de las más evidentes son nuestras herramientas de supervisión. Hoy nuestras herramientas de supervisión son débiles para fiscalizar calidad. Son buenas para fiscalizar temas administrativos, pero si bien eso es importante, también es importante que la intervención funcione y vaya aportando al desarrollo de nuestros niños, niñas y adolescentes".
Y recalcó: "Nuestras herramientas de supervisión denotan que hay una falta de pesquisa y alerta temprana de las condiciones que están viviendo los niños. También nos falta, y esto tenemos que trabajar con los organismos colaboradores, una nueva metodología, porque hoy nos conectamos con el responsable de la residencia, le preguntamos sobre las cosas, pero tenemos que diseñar canales para conectarnos con los usuarios, los niños y sus familias. A eso no hemos llegado".
2Menores resultaron baleados tras el operativo en la residencia.
Sostuvo haber pedido al intendente regional apoyo en recursos para tener un programa piloto de intervención psicológica en terreno. A ello sumó el trabajar en torno a "la sensibilidad de los carabineros": "Y eso es algo que me gustaría impulsar para que entiendan que no es lo mismo un procedimiento policial que cuando nos enfrentamos a un niño, niña o adolescente".
Por el caso, la fiscalía del Biobío formalizó ayer al sargento segundo que habría realizado los disparos que hirieron a los adolescentes, quedando con la medida cautelar de prisión preventiva.
