WASHINGTON.- El Presidente estadounidense, Donald Trump, minimizó este sábado el ciberataque masivo contra las agencias gubernamentales de Estados Unidos, el que dijo estaba "bajo control", al tiempo que restó importancia a las acusaciones de su gobierno acerca de la responsabilidad de Rusia en el mismo.
Microsoft afirmó el jueves que había notificado a más de 40 clientes afectados por estos programas malignos, que según los expertos en seguridad permitieron a los atacantes un acceso sin restricciones a sus redes.
"He sido completamente informado y todo está bien bajo control", tuiteó, en lo que fueron sus primeros comentarios públicos sobre el ataque. Agregó que
"Rusia es el canto prioritario cuando algo sucede" y sugirió que China "puede" también estar involucrada.
Antes su secretario de Estado, Mike Pompeo, apuntó a Rusia como responsable del ciberataque masivo. "Creo que ahora podemos decir que es bastante claro que fueron los rusos los que participaron en esta actividad", dijo.
"Hubo un esfuerzo significativo para usar un programa de terceros para incrustar esencialmente código dentro de los sistemas del gobierno de Estados Unidos", dijo Pompeo al programa televisivo The Mark Levin Show.
Alrededor del 80% de los afectados están localizados en Estados Unidos, afirmó el presidente de Microsoft, Brad Smith, en una publicación de blog, en la que identificó también víctimas en México, España, Bélgica, Reino Unido, Canadá, Israel y Emiratos Árabes Unidos.
"He sido completamente informado y todo está bien bajo control. Rusia es el canto prioritario cuando algo sucede"
Presidente Donald Trump
, reconoció, uniéndose a las alertas expresadas ya por los funcionarios estadounidenses sobre la seriedad del ataque.
"Esto no es 'espionaje como de costumbre', incluso en la era digital", valoró el presidente de Microsoft. "En cambio, evidencia un acto de imprudencia que creó una seria vulnerabilidad tecnológica para Estados Unidos y el mundo".
La amenaza procede de un ataque de largo recorrido que, según se cree, inyectó programas nocivos en las redes de computadores que usaban un software para la gestión de empresas creado por la compañía de tecnología basada en Texas SolarWinds, y tendría el sello de un ataque nacional.
James Lewis, vicepresidente del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, dijo que el ciberataque podría acabar siendo el peor sufrido en Estados Unidos, por encima del que afectó a los registros de personal del gobierno en 2014, y que se sospechó entonces como una infiltración china.
