A días de que se cumplan dos años desde que el Presidente Gabriel Boric llegó a La Moneda,
parlamentarios de oficialismo han encendido el debate en torno a la gestión del Gobierno, los logros alcanzados y la estrategia de cara a los dos años que quedan.
El diputado Gonzalo Winter, representante de Convergencia Social (el mismo partido del Mandatario), criticó el papel que han jugado los partidos de izquierda: "Hemos fallado en nuestro rol de dar una disputa política e ideológica que le facilite al Gobierno su tarea de ejecutar el programa que nosotros mismos produjimos y con el que fuimos a buscar los votos".
También apuntó a que "el Gobierno ha cometido un error en estos dos años: En su afán de acuerdos, que son necesarios para mejorar la vida de los chilenos (...) ha parecido que lo que empuja este gobierno no es la justicia social, sino el acuerdo mismo".
En ese sentido, emplazó al Ejecutivo a que "asuma un rol político en la disputa de intereses e ideológica que se está dando, que asuma un liderazgo".
Las críticas de Winter se dan ad portas de un nuevo año legislativo, donde se reanudará la tramitación de la reforma previsional para lo cual es llegar a un acuerdo. Asimismo, el Ejecutivo volverá a impusar una reforma tributaria que para evitar un nuevo traspié tendrá que llegar a un pacto con las fuerzas políticas no alineadas y/o con la oposición.
En este contexto, las declaraciones del diputado frenteamplista fueron refutadas por el propio Gobierno y también por otros parlamentarios oficialistas. La ministra del Interior, Carolina Tohá, respondió que "el avance de logros sociales depende ciertamente de marcar los objetivos, pero de construir acuerdos para hacerlos viables".
"Los testimonios no son avances sociales si no se logran transformar en acuerdos democráticos. Es la única manera de avanzar en democracia y se pueden lograr acuerdos y buscar mayorías sin renunciar a buscar los puntos", afirmó.
Por otro lado, el diputado del Partido Comunista, Luis Cuello, planteó en una entrevista en El Mercurio que una de las dificultades para avanzar en los compromisos de campaña, además de la distribución de las fuerzas políticas en el Parlamento, es que ha existido una menor intensidad en la movilizaciones sociales.
Específicamente señaló que "una menor intensidad de la movilización ha incidido en no poder avanzar con más celeridad en las reformas". Frase que fue duramente rechazada por la oposición, quienes apuntaron a que era una "irresponsabilidad" plantear esta idea. Mientras que desde el Socialismo Democrático se desmarcaron del comunista y aseguraron que sería "poco efectivo".
Visión de los analistas
Ante este escenario, el académico de la Universidad de Talca, Mauricio Morales, planteó que "estas declaraciones ilustran un Frente Amplio que se prepara para ser oposición y no para reelegirse como coalición política".
Por otro lado dijo que "buscar excusas en la baja intensidad de la movilización social es inapropiado. Los gobiernos no pueden depender de lo que haga la calle para sacar adelante sus propuestas. La disputa real se debe dar en el Congreso y con los partidos políticos".
"Si el gobierno ya renunció a la opción de disputar la próxima elección presidencial, puede ser razonable atrincherarse en su nicho electoral para defender comunas, distritos y regiones que le sean relevantes
Mauricio Morales, académico U.Talca
En ese sentido señaló que "si el gobierno ya renunció a la opción de disputar la próxima elección presidencial, puede ser razonable atrincherarse en su nicho electoral para defender comunas, distritos y regiones que le sean relevantes. Esta estrategia defensiva es típica de los partidos o coaliciones que ven muy cerca la derrota y que intentan reconquistar a electores que apoyan su proyecto pero que se encuentran algo distanciados. Es un proceso de reconquista, pero no de conquista de nuevos electores como lo hacen las coaliciones que sienten triunfadoras".
"El Presidente Boric sabe que la batalla ideológica está total y absolutamente perdida. Chile no será ni por asomo la tumba del neoliberalismo y la derrota constitucional de 2022 demostró que los cambios bruscos no son del agrado de los chilenos. Al finalizar su mandato, Chile seguirá con el mismo modelo de desarrollo, con la misma Constitución, y con los mismos problemas sociales que afloraron en el estallido de 2019, a lo que se suma un recrudecimiento de la delincuencia, del narcotráfico y del crimen organizado", cerró Morales.
Por su parte, Tomás Duval, analista político de la Universidad Autónoma, planteó que "las derrotas de la convención 1 y 2 calaron profundamente en el Frente Amplio desde un punto ideológico".
En ese contexto, señaló que hay que tener en cuenta dos elementos: "El primero que el Frente Amplio está en un proceso de fusión de varios partidos, que naturalmente es difícil y tensiona ideológicamente a las fuerzas políticas en plasmar un proyecto conjunto. En segundo lugar, se entra en un ciclo electoral vital para todos los partidos que pareciera aflorar la idea en el Frente Amplio de buscar distancia o diferencia con el Gobierno, como una estrategia que pudiese tener efectos electorales de matizar los costos de ser Gobierno".
"Se entra en un ciclo electoral vital para todos los partidos que pareciera aflorar la idea en el Frente Amplio de buscar distancia o diferencia con el Gobierno, como una estrategia que pudiese tener efectos electorales de matizar los costos de ser Gobierno"
Tomás Duval, analista U. Autónoma
"Ello indudablemente puede ser una suerte de boomerang, en el sentido que puede no producir los efectos electorales deseados y afectar profundamente al Gobierno en su agenda política, toda vez que podría interpretarse como una deslealtad y afectar la relación entre sus coaliciones y el desempeño del mismo", cerró.
Finalmente Marco Moreno, académico de la Universidad Central, apuntó a que el Gobierno perdió la disputa ideológica en la elección del primer proceso constitucional.
A juicio de Moreno, "gobernar solo con el 30% también parece equivocado y apostar solamente a lo que estarían mostrando las encuestas que es una base de apoyo dura a la actual administración, no parece el camino adecuado para construir los acuerdos de consenso".
"Lo que puede estar ocurriendo es que están más cómodos en dar respuesta a la impotencia que el poder, si realmente buscaran el poder, es decir, la transformación de la sociedad, la renovación de las instituciones, la ampliación de la legitimidad, no tendrían tantas dificultades en ponerse de acuerdo", cerró.
