Como una alerta, "y que nunca un niño tenga que usarla", describe Alejandro Vega, director de la Fundación País Seguro, la cotona antibalas confeccionada a partir de un chaleco táctico con placas balísticas por madres de menores que han perdido la vida por disparos. Según el administrador publico, 218 niños han muerto por armas de fuego en la ultima década en Chile, entre 2014 y 2024, basado en datos solicitados por Transparencia a Carabineros, la PDI y la Subsecretaría de Prevención del Delito. Vega lo define como "un aumento alarmante" y señala que "estos trágicos incidentes tienden a repetirse ano tras año en ciertas comunas, lo que representa una preocupación urgente para nuestra sociedad". El director de País Seguro detalla que el 50,5% de estos incidentes se concentro en la capital, con 110 casos; un 12,4% fue en la Región del Biobío, con 27; y un 9,2% en la de Valparaíso, con 20. "Vidas que se han perdido prematuramente, víctimas de balas disparadas por armas cuyo origen, en muchos casos, es desconocido", afirma Vega, quien, junto con valorar mejoras como la de la Ley 17.798 de Control de Armas, "con las adiciones de la Ley 21.412 y de la 21.556, que han aumentado las penas", advierte que "la triste realidad es que no hemos logrado reducir significativamente el numero de victimas. Gran parte de estos trágicos sucesos ocurre en comunas marginadas, caracterizadas por una planificación urbana deficiente y una respuesta policial inadecuada". Y cita ejemplos como La Pintana, con 14 homicidios de los 110 registrados en la Región Metropolitana, o Pudahuel y San Bernardo, cada una con nueve casos.