El 20 de junio pasado, la comuna de San Gregorio -ubicada a 120 kilómetros al noreste de Punta Arenas- celebró, en villa Punta Delgada, sus primeras calles pavimentadas y ciclovías; se trató, para las poco más de 650 personas que viven en la zona, de una avance en descentralización, pero también de dar un paso más en urbanización.
La comuna, principalmente rural, liderada por la alcaldesa Jeannette Andrade (DC), es observada desde comienzos de 2022 por el
consorcio europeo HNH Energy, integrado por empresas -AustriaEnergy, Ökowind y Copenhagen Infrastructure Partners (CIP)- que se han dedicado a las energías renovables y proyectos fotovoltaicos eólicos.
La idea del conglomerado es consolidar un megaproyecto, que entre otras dimensiones, busca construir una planta de procesos para la producción de amoníaco en base a hidrógeno verde en Región de Magallanes, inicialmente, allí, en San Gregorio. La idea es vender el producto en el mercado internacional.
La iniciativa, que contempla una inversión de US$11 mil millones, ya dio un primer paso relevante: fue recientemente sometida a evaluación de impacto ambiental. De ser aprobado, y en medio de un largo camino que resta por sortear, se espera que la vida útil sea de 50 años.
Otras dimensiones del megaproyecto incorporan una planta desaladora de agua de mar que provea el agua necesaria para la producción de hidrógeno y el funcionamiento del resto de las instalaciones del proyecto. A ello, se suma un parque eólico para suministrar la energía eléctrica necesaria para la producción.
Además, se prevé que al menos 3.600 personas trabajen en la fase de construcción y 1.800 en la fase operativa. Si bien estaría ubicada en la comuna de San Gregorio, parte de las acciones se llevarán a cabo en las comunas de Punta Arenas y Laguna Blanca.
En conversación con Emol, autoridades de la zona se muestran abiertos a revisar esta iniciativa internacional, no obstante, apuntan a tener cautela con las expectativas que se abren; esto es, equilibrar los beneficios que pueda traer a la zona -en materia laboral o económica-, versus el impacto ambiental. El debate está abierto.
Zoom a San Gregorio
La comuna de San Gregorio, ubicada al noreste de Punta Arenas, tiene una superficie de de 6.648 Km2, y su capital comunal es Punta Delgada. De acuerdo al censo de 2017, habían 799 habitantes, mientras que las proyecciones del INE, al 2023, cifran a los habitantes en 658 (-17,6%).
De esa proyección, 202 personas tendrían entre 45 a 64 años; 159, entre 30 y 44; 116, entre 15 y 29; 110, entre 0 y 14 años; y 71 personas serían mayores de 65. Además, la población se considera rural, mientras que de acuerdo a la última encuesta Casen,
un 8,10% vive en condiciones de pobreza.
De acuerdo a los indicadores econonómicos, hasta 2021, la comuna mantenía 20 micro empresas, 6 pequeñas empresas, 1 mediana y 7 sin información. La mayoría de ellas, pertenecen al rubro de alojamiento y servicio de comidas; seguidas por comercio; y agricultura, ganadería, silvicultura y pesca.
Dentro del territorio jurisdiccional, la ganadería, representada por una gran cantidad de estancias, y la explotación del petróleo, ocupan un lugar muy importante para el desarrollo comunal, regional y nacional.
Además, San Gregorio se encuentra en una posición privilegiada, ya que se constituye en una de las puertas de entrada más importantes del país por vía terrestre, teniendo uno de los principales complejos fronterizos de la región como lo es Monte Aymond (Paso Integración Austral). El paso marítimo de Primera Angostura se constituye en la principal vía que une al continente con Tierra del Fuego.
Una "buena noticia", pero cuidando las expectativas
En conversación con Emol, parlamentarios de la Región de Magallanes comentan en general que se trata de una "buena noticia" para la zona, sin embargo, advierten que es necesario ponderar las expectativas que se tengan frente al proyecto y poner el foco en el impacto ambiental que pueda generar, entre otros aspectos.
El senador Alejandro Kusanovic (Ind.) dijo al respecto que "los proyectos deben seguir los procesos y etapas legales vigentes en nuestro país actualmente, aunque estos no sean los mejores y de la mejor racionalidad".
"Los proyectos de hidrógeno verde son una apuesta tecnológica, la cual va a ser el combustible del futuro, en 20 o 30 años más, pero compiten con otras, como la fusión nuclear, que tienen más probabilidades de éxito.
Acompañado a la apuesta anterior hay mucho de especulación financiera. Ojalá esta apuesta tenga éxito por el bien de la región", remarcó.
Por su parte, el diputado Christian Matheson (Ind. Pro Evópoli), tilda como "una buena noticia para la región" el ingreso del proyecto de HNH Energy al Sistema de Evaluación Ambiental. "Esto da pie a que podamos tener esperanzas, que definitivamente la industria del hidrógeno verde comience a concretarse".
A su juicio, "esto traerá mayor desarrollo y nuevas fuentes de trabajo para unas 1.400 personas en su etapa de funcionamiento, pero debemos ser cautos, porque esta presentación no significa que necesariamente se llegue a buen puerto, ya que nuestro país tiene un intrincado sistema de obtención de permisos que, a mi juicio, desacelera el desarrollo de grandes proyectos para la región y el país".
El también diputado por Magallanes y presidente de la Comisión de Hacienda, Carlos Bianchi (Ind.), se mostró partidario de colaborar, desde su rol, "en todo lo que tenga que ver con el desarrollo de la región", y aunque lo considera como una "buena noticia", advierte que "sin duda que todos estos anuncios generan expectativas, pero estas expectativas tienen que ser dimensionadas".
Esto, añade el parlamentario, porque "por un lado, hay una etapa de evaluación que yo espero que efectivamente no alargue los procesos de inversión en nuestra región. En segundo lugar, estas expectativas tienen que ser reguladas porque si bien genera una gran demanda de empleos en las primeras fases, luego vienen finalmente todos los procesos de automatización".
Asimismo, apunta a las medidas de mitigación que se deben considerar en este tipo de industrias. "Tenemos que entender que más allá del impacto que esto puede generar en el PIB regional a futuro, una vez que estas industrias entren en operación, lo que tenemos que ver es cuáles son las medidas de mitigación que todas estas industrias del hidrógeno verde y las derivadas, efectivamente permitan contribuir no sólo en lo que tiene que ver con la economía, sino con quienes tienen los efectos en la generación de este tipo de industrias.
Para la diputada oficialista Javiera Morales (FA), es clave ser "muy rigurosos" con los impactos ambientales que puede generar este proyecto, "uno de los más complejos" que han ingresado al Servicio de Evaluación ambiental, a su juicio.
"La inversión en Magallanes es bienvenida, pero somos una región que tiene grandes expectativas con estos proyectos, pero también dudas legítimas. Nos preguntamos cuánta de esta energía limpia se va a inyectar a nuestra matriz, porque dependemos hoy del gas. También cuánto de este desarrollo quedará en la región: en las pymes y la comunidad", precisa.
Sobre los impactos ambientales, la parlamentaria apunta a las preocupaciones asociadas a las desaladoras y puertos, "sobre todo considerando que Magallanes cuenta con una biodiversidad de un valor incalculable. La evaluación ambiental tiene que ser de primer nivel para despejar estas dudas y que se cumpla la promesa que esta industria le ha hecho a la región".