HONOLULU.- La segunda prueba de la NASA de su nuevo sistema de desaceleración y descenso para la llegada de naves a Marte falló, debido a una falla en el paracaídas, anunció la agencia anoche.
El paracaídas se desplegó pero no se infló, dijo en un correo electrónico Kimberly Newton, una portavoz de la NASA. La agencia tiene previsto facilitar más detalles del experimento en una conferencia de prensa el martes, agregó. El paracaídas pareció desintegrarse de acuerdo con las imágenes grabadas de la prueba.
El experimento se efectuó sobre aguas frente a la isla hawaiana de Kauai y tuvo como propósito la investigación de tecnología diseñada para reducir la velocidad en caída libre de un vehículo de descenso después de que haya penetrado la atmosfera marciana con rapidez supersónica.
En 2014, otro paracaídas gigante vivió una falla similar durante otra prueba efectuada por la NASA. Uno de los principales objetivos del experimento de este año era probar un nuevo diseño del paracaídas que buscaba prevenir este resultado.
En el experimento de este lunes, la nave comenzó su descenso a una altura de 55 kilómetros de la superficie de la Tierra, donde el ambiente es similar a la tenue atmosfera marciana.
La agencia probó primero un aro en forma de rosquilla diseñado para que al inflarse reduzca la velocidad del vehículo de descenso que tiene forma de platillo volador. El paracaídas gigante debía después reducir todavía más la velocidad del aparato.
La tecnología no será utilizada pronto en alguna misión a otro planeta. La NASA podría decidir no usar la tecnología si fracasan las pruebas. La agencia ha dicho previamente que quiere enviar astronautas a Marte en la década de 2030.
En su diseño actual, el paracaídas puede resistir velocidades supersónicas y tiene 30 metros de diámetro, casi dos veces el tamaño del que se utilizó para el descenso de la sonda rodante Curiosity en su llegada a Marte en agosto de 2012.
Es tan grande que no cabe en los túneles aerodinámicos que la NASA utiliza normalmente para probar paracaídas, obligando a hacer las evaluaciones en exteriores.
En el experimento, el vehículo de descenso fue subido por un globo gigante hasta 37 kilómetros de altura y después un cohete lo elevó todavía más a 55 kilómetros, desde donde comenzó su caída.
La prueba del lunes fue la segunda de tres que tiene previsto la NASA para el proyecto.